Seminario
Lección 139: Doctrina y Convenios 130: Enseñar el Evangelio del Salvador


“Lección 139: Doctrina y Convenios 130: Enseñar el Evangelio del Salvador”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“Doctrina y Convenios 130”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

Lección 139: Doctrina y Convenios 129–132

Doctrina y Convenios 130

Enseñar el Evangelio del Salvador

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Jesús enseñando al pueblo

El Evangelio se puede enseñar eficazmente en reuniones grandes o en pequeñas y más personales. El Salvador utilizó ambos métodos durante Su ministerio, al igual que el profeta José Smith. El texto de Doctrina y Convenios 130 contiene algunas de las enseñanzas del Profeta para un pequeño grupo de santos que vivía en Ramus, Illinois. El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a practicar la enseñanza de los elementos de la doctrina de Jesucristo.

Posibles actividades de aprendizaje

Las siguientes actividades de aprendizaje tienen el objetivo de ayudar a los alumnos a enseñar diferentes partes de la lección. Si prefiere que los alumnos no enseñen, consulte las “Actividades de aprendizaje complementarias” para ver otras ideas didácticas que podría utilizar.

Jesucristo, el Maestro de maestros

Para comenzar la clase, podría mostrar una lámina de Jesucristo enseñando a las personas e invitar a los alumnos que imaginen cómo habría sido estar allí. Podría hacer las preguntas siguientes:

  • ¿Qué hubieras pensado o sentido si hubieras estado presente cuando Jesús enseñaba?

  • ¿Por qué crees que el Salvador es un maestro tan eficaz?

Explique que como miembros de la Iglesia del Salvador tenemos muchas oportunidades de enseñar Su Evangelio. También podría mostrar el siguiente mensaje de la Primera Presidencia acerca de la enseñanza:

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la Primera Presidencia

Estimados hermanos y hermanas:

¡Qué oportunidad tan gloriosa tienen de enseñar el evangelio de Jesucristo! Ya sea que tengan un llamamiento específico para enseñar o no lo tengan, ustedes son maestros. Como discípulos del Maestro de maestros, Jesucristo, ustedes tienen oportunidades de compartir Su luz dondequiera que vayan, en el hogar, en la Iglesia, al ministrar a los demás y entre sus amigos. Enseñar el Evangelio es una responsabilidad sagrada; es una parte esencial de la obra del Señor y da mejores resultados cuando lo hacemos a la manera de Él (Enseñar a la manera del Salvador: Para todos los que enseñan en el hogar y en la Iglesia, 2022, pág. 1).

  • ¿Cuáles son algunas de las oportunidades que tienen los adolescentes de enseñar y testificar de Jesucristo y Su Evangelio?

Explique a los alumnos que tendrán la oportunidad de preparar una lección breve sobre algunas de las enseñanzas de Doctrina y Convenios 130 y de practicar cómo enseñar la lección a los demás. Si tiene previsto que algunos alumnos enseñen a toda la clase, este sería un buen momento para asegurarles que no se lo pedirá a nadie que no desee enseñar.

Antes de que los alumnos comiencen a preparar las lecciones, podría compartir la siguiente información de contexto.

El 2 de abril de 1843, el profeta José Smith se reunió con los santos de Ramus, Illinois, a unos 32 km (20 millas) de Nauvoo. José enseñó varias verdades del Evangelio, entre ellas información sobre la Trinidad, la importancia de adquirir conocimiento en esta vida y cómo podemos recibir las bendiciones de Dios. Las enseñanzas del Profeta están registradas en Doctrina y Convenios 130.

Prepárese para enseñar

A fin de ayudar a los alumnos a prepararse para enseñar, entregue el volante titulado “Enseñar las verdades de Doctrina y Convenios 130”. Invite a los miembros de la clase a seguir los pasos para preparar la lección como una guía. Dado que Doctrina y Convenios 130:22–23 es un pasaje del Dominio de la doctrina, tal vez sea necesario pedir a algunos alumnos que trabajen en ese tema para asegurarse de que esos versículos se enseñarán durante la lección.

A medida que los alumnos se preparen, camine por el salón y ayúdelos según sea necesario. Podría ofrecerles algunas sugerencias de lo que podrían utilizar para ayudar a los demás a participar activamente. Por ejemplo, que incluyan preguntas de análisis, ayudas visuales, objetos, que relaten experiencias personales o incluyan ejercicios de escritura.

Enseñar las verdades de Doctrina y Convenios 130.

Preparación de la lección:

Paso 1: Elige uno de los siguientes temas de estudio y estudia los recursos proporcionados. Presta atención a los pensamientos, ideas e impresiones del Espíritu Santo acerca de lo que estás leyendo. También podrías buscar otros recursos para profundizar tu comprensión del tema que has escogido.

Paso 2: Haz un bosquejo de la lección de cinco a siete minutos sobre el tema escogido. Podrías utilizar algunas de las preguntas siguientes como ayuda para prepararte:

  • ¿De qué manera estas verdades influyen o pueden influir en nuestra relación con el Padre Celestial y Jesucristo?

  • ¿Cómo puedo utilizar las Escrituras y las palabras de los profetas para ayudar a los demás a comprender mejor este tema?

  • ¿Qué puedo hacer para ayudar a otras personas a participar en la lección de manera activa?

  • ¿Qué experiencias puedo relatar o de qué puedo testificar?

  • ¿Qué puedo hacer para ayudar a los demás a poner en práctica este tema en su vida?

Temas de estudio y recursos:

Opción 1: El conocimiento y la inteligencia se levantarán con nosotros en la Resurrección.

Recursos para estudiar:

Doctrina y Convenios 130:18–19; véanse también Doctrina y Convenios 88:11893:36.

El élder Neal A. Maxwell (1926–2004), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

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Élder Neal A. Maxwell

Si reflexionamos sobre qué es lo que se levantará con nosotros en la resurrección, está muy claro que nuestra inteligencia se levantará con nosotros, lo que significa más que nuestro cociente intelectual, ya que es también nuestra capacidad para recibir y aplicar la verdad. Nuestros talentos, atributos y habilidades se levantarán con nosotros; y por cierto, también nuestra capacidad para aprender, nuestro grado de autodisciplina y nuestra capacidad para trabajar (Neal A. Maxwell, We Will Prove Them Herewith, 1982, pág. 12).

Opción 2: Recibimos bendiciones de Dios al obedecer Sus leyes.

Recursos para estudiar:

Doctrina y Convenios 130:20–21; véanse también Juan 7:17; Doctrina y Convenios 82:10.

El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:

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Presidente Russell M. Nelson

Si realmente deseas una bendición en específico, deberías descubrir cuáles son las leyes que gobiernan esa bendición y luego esforzarte para llegar a ser obediente a esas leyes (Russell M. Nelson, “The Mission and Ministry of the Savior: A Discussion with Elder Russell M. Nelson”, Ensign, junio de 2005, pág. 19).

Opción 3: El Padre Celestial y Jesucristo tienen un cuerpo de carne y huesos. El Espíritu Santo es un personaje de espíritu.

Recursos para estudiar:

Doctrina y Convenios 130:22–23; véanse también Mateo 3:13–17; Hechos 7:55–56.

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

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Élder Jeffrey R. Holland

Creemos que esas tres personas divinas que constituyen una sola Trinidad están unidas en propósito, en su modo de ser, en testimonio, en misión. Creemos que poseen el mismo sentido divino de misericordia y amor, justicia y gracia, paciencia, perdón y redención. Creo que es acertado decir que creemos que son uno en todo aspecto significativo y eterno que se podría imaginar, excepto en que son tres personas combinadas en una sustancia […]. Declaramos que las Escrituras no dejan ninguna duda de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son personas distintas, tres seres divinos (Jeffrey R. Holland, “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 40, 41).

Experiencia de enseñanza

Haga saber a los alumnos que se valoran sus contribuciones: A medida que los alumnos compartan las lecciones que prepararon, ayúdelos a saber que sus contribuciones a la lección son valoradas y apreciadas. Para practicar más, véase la capacitación titulada “Comunicar que se valora a los alumnos antes de que hagan un comentario o cuando levantan la mano para hacerlo” que se encuentra en Habilidades para el desarrollo del maestro: Amar a quienes se enseña.

Una vez que haya dado tiempo a los alumnos para preparar un bosquejo de la lección, considere la posibilidad de invitar a algunos de ellos a enseñar sus lecciones delante de la clase. También podría organizar a los alumnos en grupos pequeños, y ellos podrían tomar turnos para enseñarse unos a otros. Durante las presentaciones de los alumnos, anime a los miembros de la clase a mostrar respeto y participar plenamente en el proceso de aprendizaje. Si alguno de los alumnos se siente incómodo enseñando en Seminario o si el tiempo se acaba antes de que todos tengan una oportunidad de enseñar, anímelos a intentar enseñar su lección en casa, en la iglesia o con un amigo. Para terminar, podría hacer preguntas como las siguientes:

  • ¿Qué aprendiste acerca del Padre Celestial y Jesucristo que pueda ayudarte en tus circunstancias actuales?

  • ¿Qué aprendiste hoy sobre la enseñanza del Evangelio del Salvador?

  • ¿De qué manera el aprovechar oportunidades para enseñar el Evangelio de Jesucristo puede beneficiarte ahora y en el futuro?

Doctrina y Convenios 130:22–23 es un pasaje del Dominio de la doctrina. Podría invitar a los alumnos a marcar los pasajes del Dominio de la doctrina de una forma particular para que puedan encontrarlos con facilidad.

Memorizar

Quizás quiera ayudar a los alumnos a memorizar la referencia y la frase clave del pasaje de Doctrina y Convenios 130:22–23 y repasarlas en lecciones futuras. La frase clave de este pasaje es: “El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos […]; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo […] es un personaje de Espíritu”. En los materiales del apéndice que se encuentran bajo el encabezamiento “Actividades de repaso del Dominio de la doctrina” hay ideas para las actividades de memorización.

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