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Lección 24: Doctrina y Convenios 64–65


Lección 24

Doctrina y Convenios 64–65

Introducción y cronología

El 27 de agosto de 1831, el profeta José Smith y un grupo de élderes regresaron a Ohio de su viaje a Sion, o sea, Independence, Misuri. Durante el viaje a Misuri y de regreso, algunos de los élderes tuvieron desacuerdos entre sí, pero la mayoría de ellos resolvieron sus sentimientos de contención. El 11 de septiembre, el Profeta recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 64. En ella, el Señor mandó a los miembros de la Iglesia perdonarse unos a otros y les enseñó sobre los sacrificios que Él requiere de los santos en los últimos días.

En septiembre de 1831, José Smith y su familia se mudaron de Kirtland a Hiram, Ohio, a unos 50 kilómetros al sureste de Kirtland. El 30 de octubre de 1831 el Profeta recibió la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 65, en la cual el Señor enseñó que el Evangelio llegará a toda nación en preparación para la segunda venida del Salvador, y que los santos deben orar por el crecimiento del Reino de Dios.

1º septiembre de 1831Ezra Booth e Isaac Morley regresan a Ohio de su misión a Misuri.

Septiembre–diciembre de 1831Ezra Booth escribe una serie de cartas en las que critica a José Smith y a la Iglesia, y las publica en el periódico Ohio Star.

11 de septiembre de 1831Se recibe Doctrina y Convenios 64.

12 de septiembre de 1831José y Emma Smith se mudan a Hiram, Ohio.

30 de octubre de 1831Se recibe Doctrina y Convenios 65.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 64:1–19

El Señor nos asegura en cuanto a Su disposición de perdonarnos y nos manda que nos perdonemos unos a otros

Invite a los alumnos a pensar en alguna ocasión en la que se hayan encontrado en una situación estresante o que exigía mucho de ellos y que hayan hecho cosas que hayan lamentado, tales como criticar a los demás o ser contencioso.

  • ¿Qué pensaron después de haber considerado lo que dijeron o hicieron?

Invite a los alumnos a pensar en alguna ocasión en que alguien los haya criticado o haya sido contencioso con ellos.

  • ¿Por qué podría resultar difícil perdonar a alguien que los trate de esa manera?

Mientras los alumnos estudian Doctrina y Convenios 64, invítelos a buscar verdades que les ayuden a entender cómo ser perdonados y por qué es importante perdonar a quienes los hayan herido.

Recuerde a los alumnos que el profeta José Smith y un grupo de élderes regresaron a Kirtland, Ohio, el 27 de agosto de 1831, después de su misión a Misuri. Durante su misión, algunos de los élderes tuvieron desacuerdos y sentimientos de contención entre sí. Por ejemplo, Ezra Booth estaba molesto de que él y su compañero de misión, Isaac Morley, tuvieron que viajar a pie a Misuri mientras que otros viajaron en carreta o en barco; Edward Partridge discutió con el profeta sobre la calidad de los terrenos que planificaban comprar en Misuri; y algunos de los élderes riñeron al sufrir agotamiento, temperaturas altas y las condiciones peligrosas del río Misuri. Unas dos semanas después de que los élderes regresaron a Ohio, José Smith recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 64.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 64:1–4 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que el Señor dijo a los élderes.

  • ¿Qué doctrina nos enseñan esos versículos acerca del Señor? (El Señor es compasivo, indulgente y misericordioso. Considere escribir esa doctrina en la pizarra).

  • Si ustedes hubieran sido uno de los élderes que se hubiera quejado o que hubiera sido contencioso, ¿cómo se sentirían al saber que el Señor tenía compasión por ustedes y que les había perdonado?

A fin de dar a los alumnos la oportunidad de explicar esta doctrina y testificar de ella, muestre las siguientes preguntas y pida a los alumnos que elijan una y compartan su respuesta con un compañero:

¿Cómo enseñarían esa doctrina a alguien que quiere arrepentirse pero que tiene temor de que el Señor no lo perdone?

¿Cómo saben que esa doctrina es verdadera?

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 64:5–7 en silencio, a fin de determinar lo que el Señor dijo sobre el profeta José Smith. Antes de que lean, explique que la frase “han buscado motivo contra él sin causa”, que está en el versículo 6, significa que algunos de los élderes criticaron al Profeta sin tener una buena razón.

  • ¿Qué dijo el Señor en cuanto a José Smith?

Explique que, como todas las personas, José Smith tenía debilidades y era necesario que procurara el perdón del Señor por sus pecados.

  • ¿Qué aprendemos del versículo 7 sobre lo que debemos hacer para obtener el perdón?

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 64:8–11 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque lo que el Señor enseñó a los élderes sobre el perdón.

  • De acuerdo con el versículo 8, ¿qué hicieron los discípulos del Salvador que también hicieron los élderes al Profeta y el uno al otro durante su misión?

  • ¿Qué principios podemos señalar en esos versículos acerca del perdón? (Es posible que los alumnos reconozcan varios principios, incluso los siguientes: Cuando rehusamos perdonar a los demás, nos provocamos aflicción a nosotros mismos. Si no perdonamos a los demás, quedamos condenados ante el Señor. El Señor nos manda perdonar a todas las personas. Podemos confiar en que el Señor juzgará los actos de los demás y que los recompensará de manera justa).

  • ¿De qué manera los principios que el Señor enseña en los versículos 8–11 pudieron haber ayudado a los élderes que se sintieron ofendidos por los actos o las palabras de los demás?

Señale que para algunas personas —y en particular para aquellos que han sido seriamente heridos por alguien y que quizás necesiten tiempo para perdonar— puede ser difícil entender por qué somos condenados ante el Señor si no perdonamos a los demás. Explique que ser condenado ante Dios es “ser juzgados por Dios, ser hallados culpables”, lo cual significa que no hemos obtenido Su perdón (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Condenación, condenar”, escrituras.lds.org).

A fin de ayudar a los alumnos a entender la relación entre perdonar a los demás y recibir el perdón del Señor, invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Spencer W. Kimball (1895–1985), e inste a los alumnos a prestar atención a fin de reconocer conceptos en cuanto a la razón por la que somos condenados si no perdonamos a los demás.

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Presidente Spencer W. Kimball

“En vista de que el perdón es un requisito absoluto para lograr la vida eterna, el hombre naturalmente reflexiona: ¿Cuál es la mejor manera de obtener ese perdón? Uno de los muchos factores fundamentales se destaca de inmediato como indispensable: Uno debe perdonar para ser perdonado…

“El que no perdona a los demás destruye el puente que él mismo debe atravesar. Esa es una verdad que el Señor enseñó en la parábola del Siervo sin Misericordia, quien exigió que se le perdonara pero que no tuvo misericordia por aquel que le solicitó su perdón (Mateo 18:23–35)” (véase, de Spencer W. Kimball, El Milagro del Perdón, 1976, págs. 267–275).

  • ¿Qué conocimiento obtienen de las palabras del presidente Kimball en cuanto a la razón por la que debemos perdonar a los demás?

Explique que perdonar a los demás no significa que permitimos que nos sigan hiriendo o que no los hacemos responsables de sus actos. Más bien, perdonar significa dejar de lado la ira y el resentimiento y confiar en la justicia del Señor, permitiendo así que el poder sanador del Señor entre a nuestra vida.

Pida a los alumnos que consideren si hay alguien a quien tengan que perdonar. Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008), y pida a la clase que preste atención a fin de descubrir lo que pueden hacer si están teniendo dificultades para perdonar a alguien.

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Presidente Gordon B. Hinckley

“… les ruego que pidan al Señor la fuerza necesaria para perdonar… Tal vez no sea fácil, y no llegue en seguida, mas si buscan esto con sinceridad y lo cultivan, de seguro llegará” (véase, de Gordon B. Hinckley, “A vosotros os es requerido perdonar”, Liahona, noviembre de 1991, pág. 5).

Testifique que, aun cuando puede ser sumamente difícil perdonar y que puede tomar tiempo perdonar a quienes nos hayan lastimado o perjudicado, con la ayuda del Señor podemos hacerlo. Aliente a los alumnos a que oren pidiendo fuerza para perdonar a quienes los hayan perjudicado.

Explique que, en Doctrina y Convenios 64:12–14, el Señor reveló quién debe ser sometido a la disciplina de la Iglesia. El Señor explicó que aplicar la disciplina de la Iglesia no significa que no debemos perdonar personalmente a los demás. El propósito de la disciplina de la Iglesia es ayudar a quienes hayan pecado a arrepentirse, garantizar que se respeten las leyes de Dios y proteger a la Iglesia.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 64:15–17 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que el Señor dijo en cuanto a tres personas que contribuyeron a la contención durante la misión a Misuri y el regreso a Ohio.

  • Según lo que dice en los versículos 15–16, ¿a qué conclusiones llegan en cuanto a Ezra Booth e Isaac Morley?

Explique que Ezra Booth e Isaac Morley respondieron a esa corrección de diferente manera. Ezra no se arrepintió, y su resentimiento en contra de la Iglesia y el Profeta siguió aumentando hasta que apostató. Isaac se arrepintió de sus actos y fue perdonado. Se mantuvo fiel el resto de su vida y más adelante prestó servicio como obispo y patriarca.

  • ¿Qué promesa le hizo el Señor a Edward Partridge en el versículo 17 que también se aplica a nosotros?

Informe a los alumnos que Edward Partridge decidió arrepentirse y que prestó servicio fielmente como obispo hasta que falleció en 1840.

Doctrina y Convenios 64:20–43

El Señor da los requisitos para el establecimiento de Sion

Invite a los alumnos a pensar en alguna ocasión en la que hayan hecho un sacrificio para obedecer al Señor. Pida a varios alumnos que compartan sus experiencias con el resto de la clase.

Explique que en Doctrina y Convenios 64:20–43 el Señor describe el sacrificio que requiere de cada uno de nosotros. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 64:20–21 en voz alta, y pida a la clase que busque el sacrificio que el Señor pidió que Isaac Morley y Frederick G. Williams hicieran. Pida a un alumno que dé un informe de lo que haya encontrado.

Explique que Isaac Morley era propietario de una granja grande de unas 32 hectáreas en Kirtland, Ohio; y después de esa revelación, Isaac vendió voluntariamente su granja y se estableció en Independence, Misuri. Aun cuando a Frederick G. Williams no se le pidió vender su granja, aún así demostró su disposición a sacrificar. Utilizó su granja para albergar y alimentar a los santos y más adelante consagró toda su granja a la Iglesia sin recibir pago alguno.

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 64:22 en silencio, en busca de lo que el Señor requiere de nosotros.

  • Según el versículo 22, ¿qué requiere de nosotros el Señor? (El Señor requiere nuestro corazón. Escriba esa verdad en la pizarra).

Para ayudar a los alumnos a entender mejor esa verdad, invítelos a explicar con sus propias palabras lo que piensan que significa.

A fin de resumir Doctrina y Convenios 64:23–32, explique que el Señor mandó a Su pueblo sacrificar mediante el pago del diezmo. En ese tiempo la palabra diezmo se refería a todas las contribuciones de los santos a la Iglesia, y no a un porcentaje de sus ganancias. El Señor también dijo a Newel K. Whitney y a Sidney Gilbert que no vendieran su tienda en Ohio, sino que la conservaran para que pudieran proveer para los santos “a fin de que obtengan una heredad en… Sion” (D. y C. 64:30). También aprendieron que, cuando estaban realizando la obra del Señor, estaban atendiendo Sus asuntos.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 64:33–34 en voz alta, y pida a la clase que preste atención a fin de averiguar lo que el Señor enseñó a los élderes.

  • ¿Qué significado tiene para ustedes el mensaje del Señor del versículo 33?

  • ¿Qué requiere el Señor de nosotros además de nuestro corazón? (Agregue las siguientes palabras, de manera que la verdad de la pizarra diga lo siguiente: El Señor requiere nuestro corazón y una mente bien dispuesta).

  • ¿Qué significa para ustedes que el Señor requiere una mente bien dispuesta?

Señale que en los versículos 34–36 el Señor enseñó que, si no le obedecemos con el corazón y con la mente, no gozaremos de las bendiciones de Sion. A fin de resumir Doctrina y Convenios 64:37–43, explique que el Señor testificó del glorioso futuro de Sion.

Invite a los alumnos a considerar el grado en que su propio corazón está dedicado al Señor. Anímelos a meditar, con espíritu de oración, en cómo pueden dar su corazón y su mente más plenamente al Señor.

Doctrina y Convenios 65

El Señor declara que el Evangelio llenará toda la tierra

Escriba la siguiente frase incompleta en la pizarra, y pida a los alumnos que piensen en cómo la completarían: Una de las responsabilidades importantes que tengo como miembro de la Iglesia es…

A medida que los alumnos estudien Doctrina y Convenios 65, invítelos a buscar una verdad que les ayude a completar esa frase.

Invite a varios alumnos a que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 65:1–6, y pida a la clase que preste atención para encontrar una palabra o frase que se repita y que nos ayude a entender qué responsabilidad importante tenemos. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.

  • ¿Qué creen que signifiquen las frases “preparad la vía del Señor” y “disponed la cena del Cordero” en el versículo 3? (Ambas frases se refieren a prepararse para la segunda venida del Señor).

  • Según el versículo 5, ¿qué nos dijo el Señor que hiciéramos para prepararnos para la segunda venida de Jesucristo?

  • Basado en esos versículos, ¿cuál es una manera de completar la frase de la pizarra? (Una vez que los alumnos respondan, escriba la siguiente verdad en la pizarra: Tenemos la responsabilidad de prepararnos y de preparar a los demás para la segunda venida de Jesucristo).

  • ¿De qué maneras podemos ayudar a prepararnos y a preparar a los demás para la segunda venida de Jesucristo?

Para terminar la lección, testifique de la importancia de prepararnos y de preparar a los demás para la segunda venida del Señor. Testifique que las llaves del Reino están sobre la tierra en manos de los profetas vivientes (véase D. y C. 65:2) y que el evangelio restaurado de Jesucristo rodará hasta los extremos de la tierra a fin de preparar al mundo para la Segunda Venida. Invite a los alumnos a procurar prepararse y a preparar a los demás para la segunda venida del Señor.

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