“Reunión de incidentes graves: Una referencia rápida para los líderes y organizaciones de la Iglesia”, Preparación para emergencias, 2023
Reunión de incidentes graves: Una referencia rápida para los líderes y organizaciones de la Iglesia
Introducción
Cuando incidentes graves como una muerte inesperada, un desastre natural, una guerra, accidentes o disturbios civiles afectan a muchos Santos de los Últimos Días, los miembros de la Iglesia pueden reunirse para informarse, unirse en duelo y consolarse unos a otros. Al preparar tales reuniones, delibere en consejo con los líderes de la Iglesia y busque la guía divina para comprender las necesidades de los hijos de Dios y planificar la manera de ayudar a satisfacerlas (véase Manual General, 4.3). Considere, con espíritu de oración, el propósito de la reunión y lo que se tratará. Los líderes también pueden consultar con un terapeuta de Servicios para la Familia de la Iglesia u otro terapeuta profesional de confianza.
Las tragedias y las pérdidas afectan a las personas de manera diferente. Al dirigirse a grupos grandes después de acontecimientos graves, pedirle a las personas que compartan sentimientos profundos o experiencias detalladas no suele ser útil. En lugar de ello, céntrese en brindar guía general, enseñar principios y brindar apoyo compasivo. Considere las siguientes recomendaciones.
Cree un ambiente seguro y acogedor
Útiles
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Tenga en cuenta la audiencia. Los niños, jóvenes y adultos pueden necesitar reuniones por separado.
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Salude a las personas con bondad e interactúe con ellos de manera acogedora y no intrusiva.
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Explique claramente el propósito de la reunión y lo que se va a tratar.
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Asegúreles a los participantes que pueden abandonar la reunión en cualquier momento si sus sentimientos los agobian. Pueden regresar cuando se sientan capaces de hacerlo.
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Invite a adultos de confianza a estar pendientes de quienes experimenten angustia intensa o abandonen la reunión para que, con delicadeza, puedan comprobar que están bien y les brinden apoyo y recursos en privado.
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Asegúrese de que haya pañuelos de papel.
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Proporcione agua y considere servir un refrigerio ligero.
Poco útiles
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No obligue a las personas a conversar o a compartir sus sentimientos.
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No se muestre demasiado jovial ni angustiado.
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No sea demasiado exigente o desorganizado.
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No intente racionalizar o darle una explicación a la pérdida.
En caso de fallecimiento: Reconozca a quienes han muerto y a todos aquellos que están de duelo. Considere guardar un momento de silencio.
En caso de suicidio: Con tantas preguntas sin respuesta, algunas personas sienten el dolor y la pérdida más intensamente. Recuérdeles a los asistentes que, a pesar de nuestro amor y nuestros mejores esfuerzos, no todos los suicidios se pueden evitar. No juzgamos.
Muestre compasión
Útiles
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“Lo amamos y nos preocupamos por usted”.
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“Sentimos compasión por lo que está viviendo”.
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“Estamos aquí porque usted nos importa”.
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“Puede contar con nosotros y podemos escucharlo”.
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Está bien solo sentarse en silencio con las personas. El solo estar ahí brinda apoyo.
Poco útiles
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No evite mencionar la pérdida o reconocer a las víctimas.
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No hagas gestos poco sinceros de interés.
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No haga contacto físico ni dé muestras de afecto físico no solicitado.
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No emita juicios sobre las circunstancias, las víctimas, los sobrevivientes, los rescatistas o las organizaciones.
Muestre empatía ante sus reacciones
Útiles
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Proporcione información sobre respuestas habituales (véase “Cómo hacer frente a los desafíos: Una guía de autoayuda”).
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“No entendemos del todo el dolor que cada uno de ustedes puede estar sintiendo, y reconocemos que esto puede ser difícil”.
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“Está bien sentir cualquier emoción que le sobrevenga”.
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“Es común sentir que nuestros pensamientos y emociones están más allá de nuestro control”.
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“Todas las personas responden de manera diferente. Es válido sentir que está bien y es válido sentir que está pasando por momentos difíciles”.
Poco útiles
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No diga que sabe cómo se sienten.
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No les diga a las personas cómo deben sentirse o qué deben creer.
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No haga afirmaciones del tipo “al menos” (como “al menos ya está bien ahora”, “al menos nadie más ha resultado herido” o “al menos no ha sido peor”).
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No desaliente las expresiones de emoción (como “No llore”, “No se sienta mal” o “No debería sentirte culpable”).
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No haga preguntas que inviten a las personas a compartir pensamientos profundos, emociones o experiencias detalladas en una reunión concurrida.
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No etiquete las respuestas como signos de depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT), etc.
Hable sobre estrategias prácticas para afrontar las dificultades
Útiles
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Proporcione información sobre estrategias saludables para afrontar las dificultades (véase “Cómo hacer frente a los desafíos: Una guía de autoayuda”).
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“¿Cuáles son sus estrategias para afrontar las dificultades?
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“¿Qué le ha ayudado a hacer frente a las dificultades en el pasado?”
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“A veces podemos sentirnos atraídos por estrategias nocivas que adormecen. Hable con un familiar, un amigo o un líder de confianza para centrarse en formas saludables de seguir adelante”.
Poco útiles
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No trate de remediar o aplacar su sufrimiento.
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No se centre en sus propias experiencias.
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No hable inmediatamente de soluciones. Muchas personas necesitan tiempo para procesar la tragedia antes de estar preparadas para empezar a aplacar su sufrimiento.
En caso de suicidio: Los pensamientos sobre intentar suicidarse son comunes cuando conocemos a alguien que ha muerto por suicidio. Proporcione información y recursos para ayudar a apoyar a los demás. Por ejemplo, comparta este sitio web de la Iglesia Prevención del suicidio y ministración.
Enseñe cómo ayudar a otras personas
Útiles
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Ayúdeles a entender que cada persona tendrá respuestas únicas y recorrerá diferentes caminos hacia la recuperación.
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Anímelos a ser pacientes, comprensivos y respetuosos de las diferencias.
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Analice formas en las que pueden ayudar a sus seres queridos, entre ellos familiares, amigos, vecinos, adultos mayores, jóvenes y niños.
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Comparta el recurso “Guía de análisis: ¿Cómo puedo ministrar a los demás durante una crisis?”
Poco útiles
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No pida ni espere que las personas abrumadas sirvan a los demás.
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No comparta maneras ni consejos para “arreglar” la situación.
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No sugiera que el duelo sigue ciertas etapas o plazos.
Recursos adicionales acerca del suicidio:
Infunda esperanza
Útiles
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“Estamos con usted; lo escuchamos”.
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“Conocemos a personas que pueden ayudar”.
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“Nos mantendremos en contacto con usted”.
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“Le daremos el espacio que necesita. También estaremos disponibles para ayudarlo y acompañarlo”.
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“Resolveremos esto juntos”.
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No decir nada y simplemente estar con la persona puede brindar esperanza.
Poco útiles
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“Es parte del plan de Dios”.
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“Ellos están en un lugar mejor”.
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“Hay un motivo para todo”.
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“Dios deseaba tenerlo a Su lado”.
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“Era su hora de partir”.
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“Se le necesita más allí que aquí”.
Durante las situaciones de crisis intensa, considere el momento adecuado para las expresiones profundas de fe y esperanza. Puede que no sean útiles en un momento de crisis.
Proporcione recursos
Útiles
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Comparta folletos, aplicaciones, sitios web, números para casos de crisis e información de contacto de Servicios para la Familia de la Iglesia o recursos comunitarios confiables.
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Proporcione información sobre cómo saber cuándo buscar ayuda profesional. Hable acerca de los recursos disponibles a nivel local.
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Invite a quienes quieran hablar de sus sentimientos y experiencias a reunirse con otras personas que tengan experiencias similares.
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Ponga en contacto con un terapeuta a los interesados.
Poco útiles
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No sugiera que la mayoría de las personas necesitarán terapia o que deben hablar con un profesional.
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No enseñe que los recursos espirituales y de la Iglesia son todo lo que necesitan.
Reúnanse como consejo de líderes después de la reunión
Útiles
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Hable sobre las cosas que salieron bien y las que cambiaría para futuras reuniones de crisis.
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Indique las familias y personas que puedan necesitar seguimiento o apoyo continuo.
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Realice asignaciones de ministración.
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Analice sus propios planes de autocuidado.
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Programe un tiempo para informar sobre los esfuerzos de ministración y autocuidado.
Gracias por consolar a los que necesitan de consuelo (véase Mosíah 18:9).
Vínculos relacionados
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“Consejos para mejorar su cuidado emocional” en Preparación para emergencias, Biblioteca del Evangelio
-
“Consejos para la preparación emocional”, en Preparación para emergencias, Biblioteca del Evangelio