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Lección 17 — Material de preparación para la clase: Permanecer fieles en medio de la oposición y la aflicción


“Lección 17 — Material de preparación para la clase: Permanecer fieles en medio de la oposición y la aflicción”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019

“Lección 17 — Material de la preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro

Lección 17 — Material de preparación para la clase

Permanecer fieles en medio de la oposición y la aflicción

Cold Missouri Night [La fría noche de Misuri], por Joseph Brickey

Todos tenemos experiencias que ponen a prueba nuestra fe. Uno de nuestros desafíos en la vida es permanecer valientes y firmes a Dios cuando afrontamos esas adversidades. A medida que estudies el siguiente material, busca principios que puedan guiarte durante las pruebas de fe.

Sección 1

¿Qué dificultades experimentaron los santos en Kirtland, Ohio, a finales de la década de 1830?

“[S]e debilitó la determinación de muchos de los hombres más fuertes de la Iglesia”, dijo Brigham Young en cuanto a la crisis que oprimió a la Iglesia en 1837 (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 336–337). Justo el año anterior los santos habían disfrutado de paz y de un torrente de revelación en la dedicación del Templo de Kirtland pero, pocos meses después de la dedicación, un “espíritu de especulación” que se había apoderado del país comenzó también a prevalecer entre los santos. Kirtland “parecía moverse con gran prosperidad”, escribió Heber C. Kimball, “y todos parecían decididos a enriquecerse, en mi opinión con riquezas artificiales e imaginarias. Esta apariencia de prosperidad condujo a muchos santos a creer que había llegado el momento de que el Señor los enriqueciera con los tesoros de la tierra, y esa creencia los motivó a realizar grandes esfuerzos, tanto que dos de los Doce —Lyman E. Johnson y John F. Boynton— fueron a Nueva York y compraron bienes por un valor de 20 000 dólares, y se embarcaron en negocios solicitando préstamos de grandes cantidades de dinero a Polly Voce y a otros santos de Boston y las regiones circunvecinas, los cuales nunca devolvieron” (en Orson F. Whitney, The Life of Heber C. Kimball, 1888, págs. 111–112).

Un espíritu de orgullo, de crítica y de apostasía comenzó a esparcirse entre muchos de los santos. Eliza R. Snow declaró:

Muchos de los que habían sido humildes y fieles en la ejecución de todo deber […] empezaron a volverse de espíritu soberbio y a enaltecerse en el orgullo de su corazón. A medida que los santos bebían del amor y del espíritu del mundo, el Espíritu del Señor se fue alejando de su corazón. (Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 336)

A pesar de la apariencia de prosperidad, la presión financiera que soportaba la Iglesia era grande debido a los gastos de la edificación del templo y a la compra de tierras, que había hecho que la Iglesia acumulara una deuda de decenas de miles de dólares. Ahora bien, en Kirtland y en Misuri los santos se esforzaban por seguir el mandamiento del Señor de adquirir aun más tierras y construir nuevos asentamientos en Far West y en el condado de Jackson. En un intento por aliviar la carga económica que soportaba la Iglesia, José Smith y otros líderes de la Iglesia crearon un pequeño banco llamado la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland. Varios santos compraron acciones en el nuevo banco, entre ellos José. Muchos de ellos creían que el futuro les daría prosperidad y riqueza si eran fieles.

Billete de cinco dólares del banco de Kirtland

Pero debido a la depresión económica generalizada que hubo a principios de 1837, muchos bancos en los Estados Unidos quebraron. El pánico económico que cundió en todo el país, unido a la fuerte oposición por parte de algunos ciudadanos que no eran miembros, contribuyó a la quiebra de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland unos siete meses después de su apertura. Doscientas personas que habían invertido en el banco lo perdieron casi todo, siendo José Smith el que perdió más que cualquier otro.

Aunque la mayoría de los santos respondieron con fe, permaneciendo fieles a su testimonio durante ese período de prueba, muchos otros, incluso algunos líderes de la Iglesia, consideraron a José Smith culpable de sus problemas económicos. Algunos afirmaron que era un profeta caído y quisieron nombrar un nuevo Presidente de la Iglesia en su lugar.

Sección 2

¿Qué puedo hacer para permanecer fuerte y firme cuando es probada mi fe?

mapa del noreste de los Estados Unidos

A principios de 1837, Thomas B. Marsh, que era Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, ayudaba a dirigir la Iglesia en Misuri. Cuando se enteró de que algunos miembros del Cuórum se habían vuelto críticos con José Smith y habían comenzado a discutir entre ellos, Thomas viajó a Kirtland, Ohio, con la esperanza de unificar a los Doce.

De camino a Kirtland, Thomas supo que el Profeta había llamado a dos miembros del cuórum a servir misiones en Inglaterra. Thomas creía que, como Presidente del Cuórum, era su deber llamarlos a la misión. Cuando Thomas llegó a Kirtland compartió sus inquietudes con José Smith, y el Profeta recibió una revelación con consejos para Thomas (véase Revelaciones en contexto, 2016, págs. 60–61).

A medida que lees las palabras del Señor a Thomas, piensa en qué consejos y verdades de este pasaje podrían ayudar a alguien que tuviera dificultades con su fe. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Doctrina y Convenios 112:10, 12–15.

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Medita a fin de prepararte para la clase

¿Qué principios registrados en esta revelación pueden ayudarte a permanecer fuerte y firme durante tus pruebas de fe?

Sección 3

¿Cómo puede prepararnos la adversidad para algunas de las lecciones más importantes de nuestra vida?

Algunos de los que se habían apartado de la Iglesia en Kirtland trataron de matar a José Smith. Advertidos por el Señor en una revelación, Sidney Rigdon y él se fueron durante la noche y viajaron a Far West, Misuri, adonde llegaron en marzo de 1838. En el verano y el otoño de ese año, los malentendidos y las tensiones entre los ciudadanos de Misuri y los miembros de la Iglesia condujeron a un conflicto armado al norte de Misuri. Confiando en informes exagerados de ese conflicto, el gobernador de Misuri emitió una orden de exterminio para expulsar a los santos del estado por la fuerza. Poco después, en noviembre de 1838, el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia fueron arrestados, acusados falsamente de traición al Estado, y finalmente encarcelados en la cárcel de Liberty, en el condado de Clay, Misuri.

foto de la cárcel de Liberty

Fotografía histórica de la cárcel de Liberty en Liberty, Misuri.

La vida en la cárcel consumió a José; había hostigadores que se asomaban por las ventanas enrejadas para mirarlo con expresiones burlonas en el rostro o gritarle obscenidades. Con frecuencia, tanto él como los demás prisioneros no tenían más que una pequeña hogaza de pan de maíz para comer. El heno que habían utilizado a manera de colchones desde diciembre se hallaba aplanado y ya no era para nada cómodo. Si encendían una fogata para tratar de evitar el frío, el calabozo se inundaba de humo y se ahogaban […].

Desde que había recibido su llamamiento divino, José había seguido adelante y había afrontado la oposición, esforzándose por obedecer al Señor y congregar a los santos. Aun así, y por mucho que la Iglesia hubiera prosperado con los años, ahora parecía hallarse al borde del colapso.

Los populachos habían expulsado a los santos de Sion, en el condado de Jackson; las disensiones internas habían dividido la Iglesia en Kirtland y habían dejado el templo en manos de los acreedores; y ahora, tras una terrible guerra con sus vecinos, los santos estaban dispersados a lo largo de la costa oriental del río Misisipí, desalentados y sin techo […].

[José sentía que los] santos eran buenas personas que amaban a Dios; no merecían que se les arrastrara fuera de sus hogares, se les golpeara y se les abandonara en espera de la muerte. (Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 393–394)

José Smith en la cárcel de Liberty, por Greg K. Olsen

En una carta a los líderes de la Iglesia y a los santos en casa, José clamó en oración: “Oh Dios, ¿en dónde estás? […] ¿Hasta cuándo se detendrá tu mano, y tu ojo […] contemplará desde los cielos eternos los agravios de tu pueblo y de tus siervos, y penetrarán sus lamentos en tus oídos?” (Doctrina y Convenios 121:1–2).

Piensa en alguna ocasión en la que afrontaste adversidad y clamaste a Dios en busca de ayuda. A medida que estudies las siguientes palabras que el Señor le dijo a José en la cárcel de Liberty, imagina que el Señor te las está diciendo a ti. Si lo deseas, marca las frases y los principios que te llamen la atención.

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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Doctrina y Convenios 121:7–10 y Doctrine y Convenios 122:7–9.

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Anota tus ideas

En tu diario o en el espacio que se da a continuación, anota las palabras y los principios que te han impresionado de los anteriores pasajes de las Escrituras. Prepárate para compartir en clase lo que aprendiste. ¿Cómo has experimentado por ti mismo la veracidad de los principios que el Señor enseñó a José Smith en la cárcel de Liberty?