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7: Sean uno, trabajen juntos


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Sean uno, trabajen juntos

Meditar:¿Qué significa “ser uno”? ¿Qué relación tiene el “ser uno” con lograr ser autosuficiente?

“A la manera del Señor” (¿No tiene el video? Lea la página siguiente.)

Analizar:¿Qué enseña este mensaje en cuanto a servirse y ayudarse mutuamente?

Leer:Moisés 7:18; Doctrina y Convenios 104:15–17 (a la derecha)

Practicar:Realice la siguiente actividad:

  1. Individualmente y en silencio piense en los talentos, contactos u otros recursos con los que usted cuenta. ¿Cómo pueden sus talentos ayudar a otros miembros del grupo a ser más autosuficientes? Escriba sus ideas:

  2. Como grupo, comparta con los demás los talentos, contactos y otros recursos que usted enumeró. Tome nota de los contactos o recursos que otras personas tienen que pudieran ayudarle a usted.

  3. Ahora haga una lista de los recursos disponibles en el Centro de Autosuficiencia de la Iglesia, incluyendo mentores, computadoras, etc. ¿Por qué necesita estos recursos?

  4. ¿Con qué recursos cuenta que pudieran ayudarle a usted y a otros a ser autosuficientes?

  5. ¿Cómo ayudará a otros en su camino a la autosuficiencia?

  6. ¿Cómo puede utilizar la ayuda de otros en su propio camino?

Leer:Para practicar ser uno, puede hacer lo siguiente:

  • Ayude a los miembros de su familia a ser más unidos y a trabajar juntos.

  • Hable con los miembros de su barrio que son autosuficientes. Pregunte quiénes o qué recursos les ayudaron. ¡Pregúnteles si pueden ser su mentor!

  • Visite tres lugares en su comunidad que cuentan con recursos para ayudarle a ser más autosuficiente. Tome nota de los servicios que pueden prestar. ¡Comience a utilizarlos!

Comprométase:Comprométase a hacer las siguientes tareas durante la semana. Marque las casillas al completar cada tarea:

  • Practique trabajar con otros (trabaje con su familia, los miembros del barrio y los recursos de la comunidad que apuntó más arriba).

  • Enseñe este principio a su familia.

  • Continúe practicando los principios fundamentales anteriores.

A la manera del Señor

Si no le es posible ver el video, lea el siguiente guión.

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Presidente Henry B. Eyring

PRESIDENTE EYRING: Los principios básicos del programa de bienestar de la Iglesia no son sólo para una época ni para un lugar; son para todas las épocas y todo lugar. …

La manera de hacerlo es clara. Quienes han acumulado más deben humillarse para ayudar a los necesitados.

Quienes tienen mucho deben sacrificar voluntariamente su comodidad, tiempo, destrezas y recursos para aliviar el sufrimiento del necesitado. La ayuda debe facilitarse a fin de incrementar el poder de los receptores para cuidar de sí mismos [y luego de otros].

Si se hace a la manera del Señor, puede ocurrir algo notable: el que da y el que recibe son bendecidos.

(Henry B. Eyring, discurso pronunciado en la dedicación del Centro de servicios de bienestar en Sugarhouse, Utah, junio de 2011, lds.org; las palabras entre corchetes fueron agregadas por el presidente Eyring durante una entrevista en marzo de 2014)

PRESIDENTE UCHTDORF: Hermanos y hermanas, cada uno de nosotros tiene una responsabilidad bajo convenio de ser sensible a las necesidades de los demás y de prestar servicio como lo hizo el Salvador, tender una mano de ayuda, bendecir y elevar a quienes nos rodean.

A menudo, la respuesta a nuestra oración no viene cuando estamos de rodillas sino cuando estamos de pie sirviendo al Señor y a quienes están a nuestro alrededor. Los actos de servicio desinteresado y la consagración purifican nuestro espíritu, quitan las escamas de nuestros ojos espirituales y abren las ventanas de los cielos. Al convertirnos en la respuesta a la oración de alguien, con frecuencia hallamos la respuesta a la nuestra.

(Dieter F. Uchtdorf, “A la espera en el camino a Damasco”, Ensign o Liahona, mayo de 2011, págs. 75–76

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