Seminario
Juan 13


Juan 13

“Que os améis unos a otros”

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Jesus washing Peter’s feet. Outtakes show similar scenes.

Después de participar de la cena de la Pascua judía, Jesús lavó los pies de Sus discípulos. Les enseñó acerca de servirse y amarse unos a otros. Esta lección puede alentarte a buscar la felicidad cuando sirves y amas a los demás como lo hizo Jesús.

Fomentar la multiplicidad de respuestas a las preguntas. Evite la tendencia a aceptar solo una respuesta a una pregunta y luego continuar con la lección. Invite a otros alumnos a responder o a hacer comentarios sobre una respuesta anterior. Busque la guía del Espíritu a medida que invita a los alumnos a participar en los análisis.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a encontrar una oportunidad de servir o mostrar amor cristiano por otra persona.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Tratar de ser como Jesús

Canta o lee la letra de “Yo trato de ser como Cristo” (Canciones para los niños, págs. 40–41). Al hacerlo, piensa en las razones por las que deseas tratar de ser como Jesús.

Music Video: I’m Trying to Be Like Jesus – Emily Brown

Considere invitar a los alumnos a compartir pensamientos o sentimientos que hayan tenido al cantar o leer la canción. Haga las siguientes preguntas; utilice la primera pregunta para invitar a la introspección en lugar de al análisis.

  • ¿De qué maneras estás tratando de ser como Jesús?

  • ¿Qué diferencias has visto en la vida de las personas cuando tratan de ser como Jesús? ¿Y en tu propia vida?

Al participar en esta lección, presta atención a las impresiones del Espíritu Santo que pueden inspirarte a seguir mejor el ejemplo y las enseñanzas del Salvador.

“[E]jemplo os he dado”

Considere mostrar la lámina del comienzo de esta lección para ayudar a los alumnos a visualizar lo que ocurre en este relato de las Escrituras.

Hacia el final de la vida del Salvador, Él reunió a Sus apóstoles para Su última cena de la Pascua judía. A los acontecimientos de esta noche a menudo se los llama la Última Cena.

Lee Juan 13:1–11 para saber lo que hizo Jesús después de que Él y Sus apóstoles hubieron comido la cena de la Pascua judía.

Habrá oportunidades de abordar los otros acontecimientos que ocurrieron durante la cena de la Pascua judía en las otras lecciones de esta semana.

Podría ser útil saber que, durante la época del Nuevo Testamento, las personas solían tener los pies muy sucios debido a que usaban sandalias y caminaban por caminos que, en su mayoría, eran de tierra. Por lo general, los siervos de menor nivel realizaban el lavamiento de los pies de otra persona.

  • ¿Qué aprendes acerca del carácter de Jesús a partir de Su acto de lavar los pies de los apóstoles?

  • ¿Cómo te habrías sentido o cómo habrías reaccionado si Jesús te hubiera ofrecido ese tipo de servicio humilde?

Al lavar los pies de Sus apóstoles, el Salvador no solo realizó un hermoso acto de servicio, sino que también instituyó una sagrada ordenanza (véase Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 1965, tomo I, págs. 708–709). Esta ordenanza se restauró en nuestra dispensación por medio del profeta José Smith (véanse Doctrina y Convenios 88:74–75, 137–141 ; Santos, tomo I, pág. 169). Debido a que esta es una ordenanza sagrada de la que rara vez hablan los profetas y apóstoles, los maestros no deben hablar sobre cómo se efectúa esta ordenanza en nuestros días. Los maestros y los alumnos no deben participar en ninguna actividad relacionada con lavarse los pies unos a otros. En vez de ello, haga hincapié en el gran ejemplo de amor que demostró el Salvador al haber servido a Sus discípulos de esa manera.

Lee Juan 13:12–17 y busca las lecciones que puedes aprender de las palabras del Salvador.

  • ¿Qué aprendes de las enseñanzas del Salvador en esos versículos?

  • ¿En qué ocasiones has experimentado felicidad al seguir el ejemplo de servicio de Jesús?

“Que os améis unos a otros”

Después de lavar los pies de Sus apóstoles, el Salvador dedicó tiempo a enseñarles. Lee Juan 13:34–35 para descubrir la importante doctrina que Él enseñó.

Ayude a los alumnos a reconocer una verdad similar a la siguiente: Para ser verdaderos discípulos de Jesucristo, debemos amarnos unos a otros como Él nos ama.

Es posible que algunos alumnos tengan dificultades para amar a alguien que los haya lastimado. Busque la guía del Espíritu Santo para saber qué adaptaciones podrían ser necesarias para ayudar a los alumnos a sentir el amor de Jesucristo por ellos y por los demás.

  • Al leer y pensar en estos versículos, ¿qué pensamientos, sentimientos o preguntas tienes?

Considere invitar a los alumnos a realizar la siguiente actividad de a dos o en grupos pequeños. Los alumnos podrían agregar sus ejemplos a una lista en la pizarra.

Piensa en relatos de las Escrituras en los que el Salvador mostró amor a los demás.

  • ¿Cómo mostró Jesucristo Su amor de diferentes maneras a diferentes personas?

Dedica un tiempo a pensar y escribir acerca de las ocasiones o las formas en que sientes el amor que Jesús tiene por ti. Intenta estar tranquilo y pedir al Padre Celestial que te ayude a reconocer esas ocasiones.

  • ¿De qué manera el reconocer y sentir el amor del Salvador por ti influye en tu deseo de mostrar amor a los demás?

Es posible que a algunos alumnos les resulte difícil pensar en la forma en que el Salvador les demuestra amor de maneras personales. Podría compartir ejemplos de cómo Él muestra amor, tales como ofrecer perdón, ayudarlos a ver su valor o hacerles saber que Él entiende por lo que están pasando. Considere relatar una experiencia personal para ayudar a los alumnos a ver que Él continúa demostrando la misma bondad amorosa por nosotros que demostró en los relatos de las Escrituras. También podría ser útil mostrar el mensaje del élder Dieter F. Uchtdorf en el video “Lo ‘escucho a Él’ al sentir Su amor por mí” (2:01), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

Tenga en cuenta que la próxima lección de “Evalúa tu aprendizaje” dará seguimiento a este plan. Si se hacen adaptaciones aquí, asegúrese de adaptar la lección “Evalúa tu aprendizaje” en consecuencia.

Haz un plan sobre cómo podrías seguir el ejemplo del Salvador de amar y servir a los demás, así como de cuándo te gustaría hacerlo. Podría ser de utilidad pensar en las siguientes ideas a medida que haces tu plan.

  • Haz algo hoy mismo por un familiar, amigo o alguien de la comunidad.

  • Haz algo para mostrar amor y bondad a alguien que es diferente a ti o incluso a alguien con quien te haya costado llevarte bien en el pasado.

  • Identifica a alguien hacia quien sientas la impresión de mostrar mayor amor o respeto.

  • Considera cómo podrías invitar el amor del Salvador en tus esfuerzos.

Comentarios e información de contexto

Juan 13:26 . ¿Qué es el pan mojado?

El “pan mojado” que se describe en Juan 13:26 era un pequeño trozo de pan que los que comían utilizaban para servirse caldo y carne de un cuenco. Dado que era una expresión de amabilidad y respeto que el anfitrión mojara un trozo de pan y lo diera a su invitado, con este gesto el Salvador ofreció a Judas una muestra de amistad, tal vez una última oportunidad para que renunciara a sus planes de traición.

¿Cómo podemos ayudar a los demás a sentir el amor de Jesucristo mediante el servicio que les prestamos?

El presidente Henry B. Eyring compartió el siguiente relato:

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Official Portrait of President Henry B. Eyring taken March 2018.

[S]e me asignó visitar la reunión sacramental de una residencia de ancianos, donde se me pidió que repartiera la Santa Cena. En vez de pensar en el proceso o en la precisión de mi manera de repartir la Santa Cena, observé el rostro de cada anciano. Vi que muchos de ellos derramaban lágrimas. Una mujer me tomó de la manga, dirigió su rostro hacia mí y dijo en alto: “Oh, gracias, gracias”.

El Señor había bendecido mi servicio efectuado en Su nombre. Aquel día había orado para que se produjese ese milagro en vez de orar por lo bien que podría hacer mi parte. Oré para que las personas sintieran el amor del Señor a través de mi servicio amoroso. He aprendido que esta es la clave para prestar servicio y bendecir a los demás en Su nombre.

(Henry B. Eyring, “Bendecir en Su nombre”, Liahona, mayo de 2021, pág. 69)

Actividades de aprendizaje complementarias

Otra manera de comenzar la lección

Muestre el siguiente diagrama en la pizarra:

Lea las siguientes preguntas en voz alta e invite a los alumnos a reflexionar sobre cómo las contestarían (explique que no hace falta que respondan en voz alta):

¿Dónde se colocarían en esta escala?

¿Les gustaría ser más felices de lo que son actualmente?

¿A quién les gustaría ayudar a que sea más feliz?

Conforme los alumnos estudien Juan 13 , invítelos a buscar principios que los ayuden a saber lo que pueden hacer para ser más felices.

¿Cómo puedes demostrar que eres cristiano?

Al comienzo de la sección “Que os améis unos a otros”, la siguiente actividad podría ayudar a que los alumnos vuelvan a entusiasmarse con la lección:

Pregunte a los alumnos si alguna vez los han acusado de no ser cristianos o de no ser verdaderos discípulos de Jesucristo por ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Si a alguno de los alumnos le ha ocurrido eso, pregunte cómo respondió ante esa situación. Invite a los miembros de la clase a analizar las siguientes preguntas:

¿Cómo responderían si alguien les dijera que no son cristianos?

¿Cuáles son algunas de las formas en que podrían demostrar que son seguidores de Jesucristo?

Juan 13:35 . “En esto conocerán todos que sois mis discípulos”

Considere la posibilidad de hacer hincapié en la verdad que se encuentra en Juan 13:34 : Que conforme nos amemos unos a otros como nos ama Jesucristo, los demás sabrán que somos discípulos Suyos.

Para ilustrar esa verdad, comparta la siguiente historia, relatada por el élder Paul E. Koelliker cuando prestaba servicio como miembro de los Setenta:

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Final official portrait of Elder Paul E. Koelliker of the First Quorum of the Seventy, 2005. Granted emeritus status at the October 2013 general conference.

Dos jóvenes misioneros tocaron a una puerta esperando encontrar a alguien que recibiera su mensaje. La puerta se abrió y un hombre bastante alto los recibió con una voz nada amigable: “Pensé que les había dicho que no tocaran otra vez a mi puerta. Les advertí antes que si alguna vez regresaban, no sería una experiencia agradable. Ahora déjenme en paz”; y rápidamente cerró la puerta.

Al alejarse los élderes, el misionero mayor y más experimentado puso su brazo sobre el hombro del misionero menor para consolarlo y animarlo. Sin ellos saberlo, el hombre los observó por la ventana para asegurarse de que habían entendido su mensaje. Él esperaba verlos reírse y tomar a la ligera su cortante reacción al intento de visitarlo; sin embargo, al ver la expresión de amabilidad entre los dos misioneros, su corazón se enterneció de inmediato, volvió a abrir la puerta y les pidió a los misioneros que regresaran y compartieran su mensaje con él […].

Este principio de tener amor los unos por los otros y desarrollar nuestra capacidad de centrarnos en Cristo al pensar, hablar y actuar es fundamental para llegar a ser discípulos de Cristo y maestros de Su evangelio.

(Paul E. Koelliker, “Él en verdad nos ama”, Liahona, mayo de 2012, págs. 17–18)

Invite a los alumnos a considerar por qué esa interacción entre los misioneros tuvo semejante impacto en el hombre.

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