Seminario
Lucas 2:1–39; Mateo 2:1–12


Lucas 2:1–39; Mateo 2:1–12

Testigo del Salvador

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Witnesses to the Savior’s birth

Los pastores, los magos, Simeón y Ana fueron algunos de los primeros testigos del Salvador. A medida que aprendas sobre sus experiencias, puedes desarrollar el deseo de buscar tu propio testimonio de Jesucristo, aumentarlo y regocijarte en él.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a reflexionar sobre estas preguntas: ¿Con qué firmeza creen que podrían testificar de Jesucristo? ¿Cómo pueden fortalecer su testimonio del Salvador?

Algunas posibles actividades de aprendizaje

El Espíritu Santo testifica de Jesucristo

Considere comenzar la clase cantando el himno “Yo sé que vive mi Señor” (Himnos, nro. 73). También puede ser útil compartir un testimonio personal sobre el Salvador.

Piensa en las siguientes preguntas:

  • ¿Qué es un testimonio?

Si a los alumnos les cuesta explicar qué es un testimonio, considere la posibilidad de utilizar la explicación de Temas del Evangelio que se halla en la sección “Comentarios e información de contexto”.

  • ¿Qué puedes hacer para obtener y fortalecer un testimonio?

  • Si bien a veces otras personas pueden ayudarte a hacer crecer tu testimonio, ¿por qué tus padres, hermanos o amigos no pueden darte un testimonio?

Un testimonio viene cuando el Espíritu Santo confirma la verdad a quien la busca con sinceridad. No te desanimes si obtener tu propio testimonio toma tiempo. A medida que sigas buscando con sinceridad un testimonio, el Señor te contestará en Su propio tiempo y a Su propia manera.

Si cree que esto ayudaría a los alumnos, considere hablar brevemente de cómo testifica el Espíritu Santo. Los siguientes pasajes de las Escrituras podrían ayudar: Juan 14:26 ; 16:13 ; Doctrina y Convenios 6:23 ; 8:2–3 .

Lee Juan 15:26 y la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson, y busca lo que enseñan acerca del testimonio de Jesucristo.

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Official portrait of President Russell M. Nelson taken January 2018

… [L]a verdad más importante que el Espíritu Santo podría testificarles es que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

(Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 96).

Reflexiona sobre las siguientes preguntas y considera la posibilidad de escribir tus ideas en el diario de estudio:

Recuerde a los alumnos que se les formularon las siguientes preguntas como preparación para esta lección. Deles un momento para reflexionar sobre las respuestas. Podrían analizar la segunda pregunta.

  • ¿Por qué crees que esta es la verdad más importante que el Espíritu podría testificarte?

  • ¿Cómo puedes fortalecer tu testimonio del Salvador?

En esta lección, aprenderás acerca de los testigos del nacimiento del Salvador. Conforme estudies sus relatos, busca las formas en que estos testigos llegaron a conocer al Salvador y qué hicieron con los testimonios que recibieron. Ten en cuenta esta verdad mientras estudies: Mi propio testimonio de Jesucristo llega mediante el testimonio del Espíritu Santo.

Considere copiar esta verdad en la pizarra e invitar a los alumnos a registrarla en sus diarios de estudio.

Simeón y Ana

Ocho días después del nacimiento de Jesús, María y José presentaron al bebé Jesús en el templo de acuerdo con la ley judía (véase Éxodo 13:2). Simeón y Ana, quienes estaban en el templo, reconocieron al bebé Jesús como su Salvador.

Lee Lucas 2:25–33, 36–38 en busca de evidencia de que el Espíritu Santo ayudó a Simeón y a Ana a recibir un testimonio de Jesucristo. La expresión “esperaba la consolación de Israel”, en el versículo 25, se refiere a que aguardaba que viniera el Mesías.

  • ¿Cómo ayudó el Espíritu Santo a Simeón a obtener un testimonio de Cristo?

  • ¿Qué había hecho Ana que la ayudó a recibir un testimonio del Señor?

  • ¿Qué puedes aprender de Simeón y Ana que pueda ayudarte a buscar tu propio testimonio de Jesucristo, aumentarlo y regocijarte en él?

Considere dividir a los alumnos en grupos pequeños y asignar a cada grupo una de las siguientes actividades.

Además de Simeón y Ana, parece que los pastores y los magos también obtuvieron un testimonio de Jesucristo. De sus ejemplos, podemos aprender la forma en que recibir un testimonio del Salvador puede influir en nosotros. Si deseas aprender más acerca de cómo compartir tu testimonio, estudia a los pastores en la actividad A. Si deseas mejorar tu adoración y pensar en obsequios que podrías darle al Señor, estudia a los magos en la actividad B.

Actividad A. Los pastores (Lucas 2:15–20): compartir tu testimonio

En la noche del nacimiento del Salvador en Belén, los pastores estaban vigilando sus rebaños en los campos que rodeaban la ciudad. Un ángel se les apareció y anunció el nacimiento de Jesucristo trayendo “nuevas de gran gozo” para “todo el pueblo” ( Lucas 2:10).

Lee Lucas 2:15–20 para saber cómo reaccionaron los pastores ante el mensaje del ángel. También puedes ver el video “Se anuncia a los pastores el nacimiento de Cristo” (2:49), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

  • ¿Por qué crees que los pastores compartieron su testimonio del Señor con otras personas?

  • ¿Qué puedes aprender de este relato en cuanto a lo que ocurre cuando recibes tu propio testimonio de Jesucristo?

  • ¿En qué ocasiones has sentido el deseo de compartir tu testimonio de Jesucristo y Su evangelio con otras personas? Comparte una experiencia que hayas tenido acerca de compartir tu testimonio.

Actividad B. Los magos (Mateo 2:1–12): mejorar tu adoración

Los magos buscaron al Salvador desde el momento de su nacimiento hasta que fue un niño pequeño (véase Mateo 2:1–2).

Lee Mateo 2:9–11 y busca lo que hicieron los magos cuando encontraron al Salvador. Es posible que también desees ver el video “Los magos buscan a Jesús” desde el minuto 2:58 hasta el 4:37. Este video está disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

  • ¿Qué puedes aprender del ejemplo de los magos?

  • ¿De qué manera tu testimonio de Jesucristo influye en el deseo de adorarlo?

  • Los magos ofrecieron obsequios para adorar al pequeño Jesús. ¿Cuáles son algunas formas en que puedes adorar al Salvador?

Tu propio testimonio

Reflexiona sobre las impresiones y los sentimientos que has recibido del Espíritu Santo durante esta lección. A medida que continúes estudiando la vida del Salvador tal como está registrada en el Nuevo Testamento, presta atención a la forma en que el Espíritu Santo te testifica de Jesucristo.

Hay muchas formas en que los alumnos pueden compartir su testimonio de Jesucristo. Los alumnos no deben sentirse obligados a compartir, pero sí deben sentirse invitados. Las siguientes son algunas de las formas en que los alumnos pueden compartir.

Comparte tu testimonio del Salvador Jesucristo o lo que sabes de Él. Puedes compartir tu testimonio del Señor de muchas maneras. Por ejemplo, podrías publicar tu testimonio y una imagen del Salvador en las redes sociales, compartir tu testimonio en una reunión de testimonios o escribir tu testimonio en un ejemplar del Libro de Mormón y entregarlo a un amigo o familiar.

Comentarios e información de contexto

¿Qué es un testimonio?

Un testimonio es una confirmación espiritual que da el Espíritu Santo. El cimiento del testimonio es el conocimiento de que el Padre Celestial vive y ama a Sus hijos; de que Jesucristo vive, que Él es el Hijo de Dios y que llevó a cabo la Expiación infinita; de que José Smith es el profeta de Dios que fue llamado a restaurar el Evangelio; de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia verdadera del Salvador sobre la tierra; y de que un profeta viviente guía la Iglesia en la actualidad. Con ese cimiento, el testimonio crece para incluir todos los principios del Evangelio.

(Véase Temas del Evangelio, “Testimonio”, topics.ChurchofJesusChrist.org).

¿De qué manera influye en nosotros el testimonio de Jesucristo?

El presidente Henry B. Eyring, quien formó parte de la Primera Presidencia, explicó la forma en que el Espíritu Santo testifica de Cristo:

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Official Portrait of President Henry B. Eyring taken March 2018.

El Espíritu Santo es quien testifica que Jesucristo es el Hijo Amado de un Padre Celestial que nos ama y que desea que vivamos eternamente con Él como familias. Incluso con los indicios de ese testimonio, sentimos el deseo de servirle y de guardar Sus mandamientos, y cuando persistimos en hacerlo, recibimos los dones del Espíritu Santo para brindarnos poder en nuestro servicio. Entonces vislumbramos más claramente la mano de Dios, tanto que con el tiempo no solo lo recordamos, sino que llegamos a amarlo y, mediante el poder de la Expiación, a ser más semejantes a Él.

(Véase Henry B. Eyring, “¡Oh recordad, recordad!”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 68–69).

¿Qué obsequios puedes ofrecerle a Jesucristo?

El presidente Russell M. Nelson enseñó:

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Official portrait of President Russell M. Nelson taken January 2018

… El obsequio más grande que podrían darle al Señor es mantenerse sin mancha del mundo, dignos de asistir a Su santa casa. Lo que Él les obsequiará será la paz y la seguridad de saber que son dignos de comparecer ante Él, cuando sea que llegue el momento.

(Russell M. Nelson, “El futuro de la Iglesia: Preparar al mundo para la segunda venida del Salvador”, Liahona, abril de 2020, pág. 9).

El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

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Official portrait of Elder Dieter F. Uchtdorf of the Quorum of the Twelve Apostles, 2006. Called as Second Counselor in the First Presidency, 3 February 2008. Made official portrait in 2008 replacing portrait taken in 2004.

Al igual que los magos de la antigüedad, debemos buscar a Cristo y entregarle el más preciado de los obsequios: un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Debemos ofrecerle nuestro amor. Debemos entregarle nuestra disposición a tomar sobre nosotros Su nombre y caminar por la senda del discipulado. Debemos prometer recordarle siempre, emular Su ejemplo y andar haciendo bienes (véanse Doctrina y Convenios 20:77, 79 ; Hechos 10:38).No podemos ofrecerle el obsequio de la perfección en todas las cosas, porque ese es un obsequio que se encuentra más allá de nuestra capacidad, al menos por ahora. Pero Él sí requiere que le demos como obsequio nuestros mejores esfuerzos por andar por las vías que Él ha preparado y enseñado.

(Dieter F. Uchtdorf, “True Gifts of Christmas”, New Era, diciembre de 2018, pág. 3).

¿Por qué María ofreció tórtolas o pichones en el templo?

La ley de Moisés dictaba que las mujeres eran impuras después de dar a luz. A fin de purificarse, la madre que acababa de dar a luz tenía que entregar en el templo un cordero para holocausto y un pichón o una tórtola como ofrenda por los pecados (véase Levítico 12:5–6). “Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos pichones” (Levítico 12:8). El hecho de que María haya llevado tórtolas o pichones en lugar de un cordero evidencia que Jesucristo nació de una madre con escasos medios económicos.

Actividad de aprendizaje complementaria

Al igual que los magos, podemos ofrecerle obsequios al Salvador

Después de hablar sobre los magos, invite a los alumnos a pensar en obsequios que podrían ofrecerle al Salvador. Considere compartir las declaraciones del presidente Nelson y el élder Uchtdorf que se incluyen en la sección “Comentarios e información de contexto” de esta lección.

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