Lección 27
La fe, la esperanza y la caridad
Introducción
Los atributos de la fe, la esperanza y la caridad son necesarios para todos lo que deseen morar en la presencia de nuestro Padre Celestial. Estos atributos son dones de Dios que reciben aquellos que los buscan siguiendo el ejemplo de Jesucristo.
Lectura preparatoria
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Dieter F. Uchtdorf, “El poder infinito de la esperanza”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 21–24.
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Richard G. Scott, “El poder transformador de la fe y del carácter”, Liahona, noviembre de 2010, págs. 43–46.
Sugerencias para la enseñanza
Éter 12:28; Moroni 10:18–21
La fe, la esperanza y la caridad son esenciales para la salvación
Pida a los alumnos que nombren rápidamente atributos que crean que es importante que obtengamos en la vida terrenal. Luego pídales que determinen cuáles de esos atributos piensan que son sumamente vitales para heredar el Reino de Dios.
Recuerde a los alumnos que cuando Moroni estaba finalizando su obra en las planchas de oro, escribió algunas palabras finales de exhortación para aquellos que algún día leerían los anales. Como parte de su consejo, él destacó tres atributos que son esenciales para nuestra salvación. Invite a un alumno a leer en voz alta Moroni 10:18–21 y pida a la clase que preste atención a fin de determinar cuáles son esos tres atributos.
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¿Por qué piensan que las cualidades de la fe, la esperanza y la caridad son esenciales para nuestra salvación?
Para ayudar a los alumnos a contestar esa pregunta, invite a uno de ellos a leer en voz alta Éter 12:28 y pida a la clase que preste atención a fin de determinar la doctrina que enseña ese versículo.
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¿Qué doctrina está registrada en ese versículo? (Los alumnos deben reconocer lo siguiente: El cultivar la fe, la esperanza y la caridad nos acerca a Jesucristo).
Invite a los alumnos a que a lo largo de la lección presten atención a principios y doctrinas que puedan ayudarlos a entender y cultivar más plenamente esos importantes atributos.
Alma 32:26–29, 37–41; Moroni 7:21, 25–28, 33
La fe nos permite “[aferrarnos] a todo lo bueno”
Escriba Cómo aumentar nuestra fe en Jesucristo en la pizarra.
Recuerde a los alumnos que el profeta Alma utilizó la analogía del crecimiento de una semilla para enseñar a los zoramitas cómo cultivar la fe en Jesucristo. Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Alma 32:26–29 en voz alta. Inste a la clase a encontrar frases que describan qué podemos hacer para aumentar nuestra fe.
Invite a algunos alumnos a compartir una frase que hayan encontrado y a explicar qué enseña dicha frase acerca de cómo podemos aumentar nuestra fe. Conforme los alumnos compartan las frases, tal vez desee escribirlas debajo del título que aparece en la pizarra. Entre las frases se podrían incluir las siguientes: despertáis y aviváis vuestras facultades; experimentar con mis palabras; deseo de creer; dais lugar para que sea sembrada una semilla [la palabra] en vuestro corazón. Si fuere necesario, ayude a los alumnos a comprender que la palabra facultades se refiere a nuestra capacidad de pensar y actuar.
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En el versículo 29, ¿por qué creen que Alma enseñó que nuestra fe aún no sería perfecta después de realizar ese experimento?
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¿Qué más creen que se necesite para perfeccionar nuestra fe?
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Alma 32:37–41 y pida a la clase que preste atención a fin de determinar qué debemos hacer para cultivar la fe necesaria para obtener la vida eterna.
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¿Qué principio enseñó Alma en esos versículos acerca de cómo podemos seguir fortaleciendo nuestra fe? (Los alumnos deben reconocer el siguiente principio: Si nutrimos diligentemente la palabra de Dios en el corazón, nuestra fe en Jesucristo crecerá. Escriba esa verdad en la pizarra).
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¿Qué creen que significa nutrir diligentemente la palabra? ¿Cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer de forma constante para nutrir la palabra de Dios y hacer que la fe crezca más profundamente en nuestro corazón?
Para ayudar a los alumnos a comprender cómo pueden nutrir la palabra de Dios, muestre la siguiente declaración del presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, e invite a un alumno a leerla en voz alta mientras la clase presta atención a fin de determinar los elementos más importantes para nutrir nuestra fe:
“No importa cuánta fe en Dios tengamos ahora, será preciso fortalecerla continuamente y mantenerla fresca. Eso se hace al decidir en este momento ser más prestos para obedecer y tener mayor determinación para perseverar. Aprender a comenzar con tiempo y perseverar son las claves de la preparación espiritual…
“… Edificamos la fe para pasar las pruebas de la obediencia a lo largo del tiempo y por medio de las decisiones diarias. Podemos decidir ahora hacer sin dilación lo que Dios nos pida y también podemos decidir ser firmes y constantes en las pequeñas pruebas de obediencia que edifican la fe que precisamos para superar las grandes pruebas, que ciertamente vendrán” (véase “La preparación espiritual: Comiencen con tiempo y perseveren”, Liahona, noviembre de 2005, págs. 38, 40).
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¿Qué dijo el presidente Eyring que debemos hacer para fortalecer y nutrir nuestra fe?
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¿Por qué creen que la obediencia constante y diaria a la palabra de Dios es vital para aumentar nuestra fe y confianza en Él?
Invite a algunos alumnos a compartir de qué manera el seguir los principios que Alma enseñó ha impactado su fe en Jesucristo.
Diga a los alumnos que el profeta Mormón testificó de la importancia eterna de la fe en Jesucristo. Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta el testimonio de Mormón en Moroni 7:21, 25–28, 33 mientras los miembros de la clase meditan qué pueden hacer para aumentar su fe en el Señor y “aferrarse” a las bendiciones que Mormón describe.
Éter 12:4, 8–9; Moroni 7:40–42
La esperanza es un ancla para el alma
Invite a un alumno a leer Éter 12:8–9 y a otro alumno a leer Moroni 7:40–42 en voz alta. Pida a los alumnos que determinen cuál es el atributo que podemos obtener al cultivar la fe.
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Según esos pasajes, ¿qué atributo viene por causa de la fe?
Lea las siguientes dos declaraciones y pida a los alumnos que determinen las diferencias entre uno y otro: (1) Espero que hoy no llueva. (2) Tengo esperanza en que si me arrepiento, seré perdonado mediante la expiación de Jesucristo.
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¿En qué sentido difieren esas expresiones de esperanza? (La primera es un deseo incierto sobre algo que no podemos controlar, y la segunda es una expresión de confianza que nos motiva a actuar).
Para ayudar a los alumnos a comprender el significado de la esperanza según las Escrituras, invite a uno de ellos a leer la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia:
“La esperanza… es la confianza perdurable de que el Señor cumplirá Sus promesas; es confiar en que si hoy vivimos de acuerdo con las leyes de Dios y las palabras de Sus profetas, recibiremos las bendiciones deseadas en el futuro; es creer y esperar que nuestras oraciones serán contestadas; es una expresión de confianza, optimismo, entusiasmo y paciente perseverancia” (véase “El poder infinito de la esperanza”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 22).
Invite a los alumnos a leer en silencio Moroni 7:41 y a prestar atención a fin de determinar en qué tendremos esperanza a medida que desarrollemos fe en Cristo.
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¿Qué principio enseñó Mormón en cuanto a la esperanza en ese versículo? (Los alumnos deben determinar lo siguiente: A medida que desarrollamos fe en Jesucristo, tenemos esperanza en que mediante Su expiación podemos ser resucitados a vida eterna).
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¿Por qué creen que la fe en Jesucristo y la esperanza guardan una relación tan estrecha?
Invite a un alumno a leer en voz alta Éter 12:4 y pida a la clase que preste atención a fin de averiguar la forma en que Moroni describe la esperanza.
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¿Qué nos enseña acerca de la esperanza el uso que Mormón hace de la imagen de un ancla? ¿En qué sentido la vida de una persona que no tiene fe podría ser como un barco sin ancla?
Invite a algunos alumnos a testificar de la esperanza que viene a nuestra vida a causa de la fe en Jesucristo.
Éter 12:33–34; Moroni 7:43–48
La caridad es el amor puro de Cristo
Invite a un alumno a leer en voz alta Moroni 7:43–44 y pida a la clase que determine qué atributo declaró Mormón que debemos desarrollar una vez que tengamos fe y esperanza.
Muestre la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) y pida a un alumno que la lea en voz alta:
“Si de verdad deseamos ser más semejantes a nuestro Salvador y Maestro, entonces nuestra mayor meta debería ser amar como Él ama. Mormón dijo que la caridad ‘es mayor que todo’ (Moroni 7:46)” (véase “Las características divinas del maestro”, Liahona, enero de 1987, pág. 49).
Para aclarar por qué la caridad es un atributo tan importante, invite a algunos alumnos a turnarse para leer Moroni 7:45–47 en voz alta. Señale que esos versículos nos ayudan a entender la caridad al describir lo que es y lo que no es.
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¿Qué palabras y frases de esos versículos expresan la importancia de la caridad?
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¿Qué pensamientos o ideas pueden compartir acerca de las características de la caridad que se mencionan en el versículo 45?
Invite a un alumno a leer Moroni 7:48 en voz alta.
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¿Qué nos aconsejó Mormón que hiciéramos a medida que procuramos el don de la caridad? (Ayude a los alumnos a reconocer el siguiente principio: Si oramos con toda la energía de nuestro corazón y seguimos a Jesucristo, podemos ser llenos de caridad).
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¿De qué manera el procurar el don de la caridad nos ayuda a ser mejores seguidores de Jesucristo?
Invite a un alumno a leer en voz alta Éter 12:33–34 mientras la clase presta atención a fin de determinar cuál es la relación entre la caridad y la expiación de Jesucristo.
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¿Qué relación existe entre la caridad y la Expiación?
Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“La definición más amplia de ‘el amor puro de Cristo’… no es lo que nosotros como cristianos intentamos, la mayoría de las veces sin éxito, demostrar a los demás, sino lo que Cristo logró completamente demostrarnos a nosotros. La caridad verdadera se ha visto solo una vez. Quedó demostrada en forma perfecta y pura en el inagotable y supremo amor expiatorio de Cristo por nosotros… Es el amor que Cristo nos tiene el que ‘todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta’. Es en Cristo que queda demostrada ‘la caridad [que] nunca deja de ser’. Es esa caridad —Su amor puro por nosotros— sin la cual no seríamos nada, no tendríamos esperanza y seríamos los hombres y las mujeres más desdichados. En verdad, a los que en el postrer día posean las bendiciones de Su amor —la Expiación, la Resurrección, la vida eterna, la promesa eterna— ciertamente les irá bien” (Christ and the New Covenant, 1997, pág. 336).
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¿De qué manera les ayuda el élder Holland a comprender por qué “la caridad nunca deja de ser” y por qué es el “mayor” de los dones espirituales?
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¿Qué podrían hacer para compartir con otras personas el amor puro de Jesucristo que Él les ha dado a ustedes tan generosamente?
Pida a los alumnos que repasen Moroni 7:45 y que se fijen la meta de orar y de esforzarse para desarrollar más plenamente una de las características de la caridad. Testifique de la ayuda divina que usted ha recibido al esforzarse por desarrollar la caridad.
Material de lectura para el alumno
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Alma 32:26–29, 37–41; Éter 12:4, 8–9, 28, 33–34; Moroni 7:21, 25–28, 33, 40–48; 10:18–21.
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Dieter F. Uchtdorf, “El poder infinito de la esperanza”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 21–24.