Lección 8
La salvación viene por medio de Jesucristo
Introducción
Nuestros esfuerzos por seguir a Jesucristo y guardar Sus mandamientos son necesarios pero insuficientes para hacernos merecedores de la salvación. Esta es posible únicamente mediante los méritos, la misericordia y la gracia de Jesucristo. La doctrina de Cristo nos ayuda a comprender que mediante Su gracia podemos aprender el Evangelio, recibir ordenanzas y seguir adelante en el camino que conduce a la vida eterna.
Lectura preparatoria
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Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 107–110.
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L. Tom Perry, “El evangelio de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2008, págs. 44–46.
Sugerencias para la enseñanza
2 Nefi 2:6–9; 25:23; Mosíah 4:6–8
La salvación es posible gracias a Jesucristo
Muestre y lea la siguiente declaración del élder L. Tom Perry (1922–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“Mucha gente se pregunta: ‘¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿A dónde vamos?’. Nuestro Padre Eterno no nos envió a la tierra en un viaje sin propósito y carente de significado. Él nos proporcionó un plan para seguirlo. Él es el autor de ese plan que se diseñó para el progreso del hombre y por último para su salvación y exaltación” (“El plan de salvación”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 69).
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Cuando las personas descubren que Dios no las abandonó para que deambularan solas por la vida terrenal, sino que ha preparado un plan para su salvación, ¿qué creen que pueden llegar a sentir?
Invite a los alumnos a leer 2 Nefi 2:6–9 y determinar lo que dijo el profeta Lehi que hace que la salvación sea posible.
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Según Lehi, ¿qué hace que la salvación sea posible en el plan de Dios? (Los alumnos deben reconocer lo siguiente: Podemos ser salvos únicamente mediante los méritos, la misericordia y la gracia de Jesucristo. Tal vez desee compartir la siguiente definición de lo que significa ser salvo o recibir la salvación: “En su significado total y verdadero, salvación es sinónimo de exaltación o vida eterna, y consiste en obtener una herencia en el más alto de los tres cielos dentro del reino celestial. Con pocas excepciones, esta es la salvación de la que hablan las Escrituras” [Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, segunda edición, 1966, pág. 670]).
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¿Qué significa los méritos, la misericordia y la gracia de Jesucristo? (Los méritos de Jesucristo son Sus hechos justos, en particular Su expiación. La misericordia se refiere a la compasión y la paciencia que Él nos brinda a pesar de nuestros pecados. La gracia se refiere a la ayuda que Él nos brinda en forma de misericordia, amor, bondad y el poder habilitador que nos permite recibir la vida eterna y la exaltación después de que hayamos realizado nuestro máximo esfuerzo. Véase también la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Gracia”).
Para aumentar el conocimiento de los alumnos sobre esta doctrina, muestre la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf y pida a un alumno que la lea en voz alta:
“… No podemos ganarnos el cielo por nosotros mismos; las exigencias de la justicia se interponen como una barrera que nos es imposible superar.
“Pero no todo está perdido.
“La gracia de Dios es nuestra gran y sempiterna esperanza.
“Mediante el sacrificio de Jesucristo, el plan de misericordia apacigua las exigencias de la justicia [véase Alma 42:15]” (véase “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 108).
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¿Por qué la rectitud de una persona no es suficiente para satisfacer “las demandas de la justicia” y obtener la vida eterna? (Aunque con el tiempo aprendiéramos a guardar los mandamientos perfectamente, nadie excepto el Salvador ha tenido una vida perfecta [véase Romanos 3:23]. Aunque dejáramos de pecar, no podemos borrar el daño o la culpa de nuestras acciones pasadas. Por esa razón, la Expiación y la gracia son necesarias).
Recuerde a los alumnos que aunque somos salvos únicamente mediante los méritos, la misericordia y la gracia de Jesucristo, los profetas del Libro de Mormón enseñaron qué debemos hacer para acceder al poder redentor del Salvador.
Invite a un alumno a leer Mosíah 4:6–8 en voz alta y pida a la clase que preste atención a fin de determinar lo que enseñó el rey Benjamín que debemos hacer para recibir la salvación mediante la expiación de Jesucristo.
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Según el rey Benjamín, ¿qué debemos hacer para recibir la salvación mediante la Expiación? (Llegar al conocimiento de Dios y de la Expiación, poner nuestra confianza en Dios, guardar diligentemente los mandamientos y perseverar fielmente hasta el fin de nuestra vida).
Pida a los alumnos que lean 2 Nefi 25:23.
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¿Qué doctrina enseñó Nefi con respecto a nuestra salvación? (Los alumnos deben reconocer la siguiente doctrina: Gracias a la expiación de Jesucristo, podemos salvarnos por la gracia después de hacer cuanto podamos. Ayude a los alumnos a entender que únicamente mediante Jesucristo podemos llegar a ser santos y semejantes a nuestro Padre Celestial.
Para ayudarlos a comprender mejor esa doctrina, invite a uno de ellos a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Ezra Taft Benson (1899–1994):
“‘Después de hacer cuanto podamos’ significa hacer nuestro máximo esfuerzo, e incluye vivir de acuerdo con los mandamientos.
“‘Después de hacer cuanto podamos’ incluye amar a nuestros semejantes y orar por quienes nos consideran sus enemigos; significa vestir al desnudo, dar de comer al hambriento, visitar al enfermo y socorrer ‘a los que necesiten [nuestro] socorro’ (Mosíah 4:16), teniendo presente que lo que hagamos al más pequeño de los hijos de Dios, se lo haremos a Él mismo.
“‘Después de hacer cuanto podamos’ significa llevar una vida casta, limpia y pura, ser escrupulosamente honrados en todos nuestros asuntos y tratar a los demás de la manera en que nos gustaría que nos trataran a nosotros” (véase “Después de hacer cuanto podamos”, Liahona, diciembre de 1988, págs. 5–6).
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¿En qué ocasión han sentido que la gracia del Salvador los ha ayudado más allá de las habilidades que ustedes poseen cuando han realizado su máximo esfuerzo por venir a Él?
A fin de ayudar a los alumnos a meditar esa pregunta antes de que respondan, utilice la siguiente declaración, también del presidente Ezra Taft Benson:
“Como Iglesia, estamos de acuerdo con lo que dijo Nefi: ‘… pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos’ (2 Nefi 25:23) …
“Por gracia, el Salvador llevó a cabo Su sacrificio expiatorio para que todos los seres humanos logren la inmortalidad.
“Por Su gracia, y por nuestra fe en Su expiación y por el arrepentimiento de nuestros pecados, recibimos fortaleza para llevar a cabo las obras necesarias que, de otra manera, no podríamos realizar por nosotros mismos.
“Por Su gracia se nos colma de bendiciones y de fortaleza espiritual mediante las cuales, si perseveramos hasta el fin, podremos alcanzar la vida eterna.
“Por Su gracia llegamos a ser más semejantes a Su personalidad divina” (véase “Después de hacer cuanto podamos”, pág. 5).
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¿Qué piensan que podemos hacer para demostrar nuestra gratitud por lo que Jesucristo hace posible?
Testifique que solo mediante la gracia que la expiación de Jesucristo hace posible podemos superar los efectos de la caída de Adán y Eva, obtener la remisión de pecados, superar imperfecciones y progresar hacia la perfección. Inste a los alumnos a meditar si están haciendo todo lo que está a su alcance para recibir las bendiciones de la gracia del Señor.
2 Nefi 31:2, 10–21; 3 Nefi 11:31–40; 3 Nefi 27:13–22
La doctrina de Cristo
Escriba las siguientes referencias en la pizarra:
Asigne a un grupo de alumnos a estudiar 2 Nefi 31:2, 10–21, a un segundo grupo a estudiar 3 Nefi 11:31–40 y a un tercer grupo a estudiar 3 Nefi 27:13–22. Antes de que los alumnos comiencen, señale que esos pasajes contienen los términos “doctrina de Cristo”, “mi doctrina” o “mi evangelio”. Explique que la doctrina o evangelio de Cristo consta de lo que Jesucristo ha hecho y continúa haciendo para conducirnos al Padre. También comprende lo que nosotros debemos hacer para recibir las bendiciones de la expiación de Jesucristo. Invite a cada grupo a encontrar y marcar lo que enseñan sus versículos asignados acerca de la doctrina de Cristo: lo que Cristo ha hecho y lo que nosotros debemos hacer.
Después de que los alumnos hayan tenido algunos minutos para estudiar su pasaje asignado, pídales que escriban en la pizarra, junto a cada una de las referencias, lo que hayan encontrado; luego pregunte:
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¿Qué ha hecho Jesucristo para conducirnos al Padre?
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¿Cuáles son algunas de las cosas que debemos hacer para tener acceso a las bendiciones de la expiación de Cristo? (Debemos tener fe, arrepentirnos, ser bautizados, recibir el don del Espíritu Santo, perseverar hasta el fin, y recibir revelación personal y obedecerla).
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¿Cómo expresarían en pocas palabras la importancia de vivir la doctrina o el evangelio de Jesucristo? (Los alumnos deberían reconocer un principio como el siguiente: Cuando vivimos de conformidad con la doctrina de Cristo, podemos tener acceso a las bendiciones de la Expiación y recibir la vida eterna).
Según las necesidades de sus alumnos, considere hacer preguntas como las siguientes para ayudarlos a analizar más profundamente los pasajes de las Escrituras que leyeron:
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¿Qué frase de 2 Nefi 31:20 es particularmente significativa para ustedes, y de qué modo les ayuda a tener acceso a las bendiciones de la Expiación?
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Según se enseña en 2 Nefi 31:13–14, 17, ¿qué significa ser bautizado “por fuego”? (Se recibe la remisión de pecados y la purificación que viene por medio del Espíritu Santo).
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Según 3 Nefi 11:39–40, ¿por qué es tan importante que cada persona acepte la doctrina de Cristo? (Puede invitar a los alumnos a correlacionar ese pasaje con Helamán 5:12).
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Según 3 Nefi 27:14–16, ¿qué nos sucede cuando vivimos de conformidad con la doctrina o evangelio de Jesucristo?
Para concluir, muestre la siguiente declaración de Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional. Invite a los alumnos a leerla y a prestar atención a las maneras en que vivir la doctrina de Cristo puede bendecirlos a lo largo de su vida.
“Las personas y las familias comienzan a seguir a Cristo cuando ejercen fe en Él y se arrepienten de sus pecados. Reciben una remisión de los pecados mediante el bautismo y la recepción del don del Espíritu Santo de alguien que tiene la autoridad de Dios para realizar esas ordenanzas. Entonces perseveran hasta el fin, o, en otras palabras, durante el transcurso de su vida continúan ejerciendo la fe en Jesucristo, arrepintiéndose y renovando los convenios que han hecho. Estos no son pasos que se dan una sola vez, sino que al repetirlos en el transcurso de la vida, esos principios se convierten en un modelo de vida que brinda cada vez más recompensas. De hecho, es la única forma de vida que brinda una conciencia tranquila y permite a los hijos de nuestro Padre Celestial regresar a vivir en Su presencia” (Predicad Mi Evangelio, 2004, pág. 6).
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¿De qué manera el vivir la doctrina de Cristo se ha convertido para ustedes en “un modelo de vida que brinda cada vez más recompensas”?
Inste a los alumnos a reflexionar sobre qué tan bien están viviendo la doctrina de Cristo. Pídales que piensen en lo que podrían mejorar para tener acceso a las bendiciones que vienen de vivir la doctrina de Cristo.
Material de lectura para el alumno
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2 Nefi 2:6–9; 25:23; 31:2–21; Mosíah 4:6–8; 3 Nefi 11:31–40; 27:13–22.
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Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 107–110.