Extrañando a abuelita y abuelito
La autora vive en Colorado, EE. UU.
¿Cómo podía Zoe extrañar a alguien a quien nunca había conocido?
“[E]l corazón de los hijos se volverá hacia sus padres” (Doctrina y Convenios 2:2).
Zoe comió un pedacito de su galleta. “¡Qué rica!”.
“Son exactamente iguales a las famosas galletas de la abuela”, dijo Zach, el hermano mayor de Zoe. “¡Ella hacía las mejores galletas del mundo!”.
Los padres de su papá habían fallecido antes de que Zoe naciera. Sus hermanos y hermanas mayores y sus primos hablaban todo el tiempo de la abuelita y del abuelito.
“Tu abuelita era una gran cocinera”, dijo el papá mientras agarraba otra galleta. “Extraño esas cenas que el abuelito y ella preparaban los domingos. Siempre invitaban a toda la familia”.
¿Cómo habría sido conocer a la abuela y al abuelo?, se preguntó Zoe.
Zoe escuchó a su familia contar más historias sobre sus abuelos. Le encantaba escuchar cosas sobre ellos, pero también se sentía un poco fuera de lugar. Ella no tenía recuerdos que compartir.
Unos días más tarde fue a casa de Lily, su prima mayor. Sobre la cama de Lily había una muñeca de trapo.
“¡Es muy bonita!”, dijo Zoe, tocando con delicadeza el vestido de la muñeca.
“Me la regaló abuelita”, respondió Lily. “Ella siempre hacía cosas bonitas como esta. La extraño mucho”.
“Yo también la extraño”, afirmó Zoe. Entonces frunció el ceño, ¿cómo podía extrañar a alguien a quien nunca había conocido?
Durante la siguiente semana, Zoe continuó pensando en sus abuelos. Cada vez que alguien le hablaba de ellos, sentía un vacío en el corazón.
“Ni siquiera conocí a abuelita y abuelito”, le dijo Zoe una noche a su papá. “¿Por qué me siento tan triste porque no estén?”.
El papá sonrió, y dejó escapar un suspiro. “Tus abuelos amaban a su familia más que a cualquier otra cosa”. Entonces se le quebró la voz. “Sé que eso no cambió cuando murieron. Ellos te aman mucho y te están infundiendo aliento mientras creces”.
El papá hizo un chasquido con los dedos. “¡Tengo una idea! Tal vez deberíamos tener una lección familiar especial para ayudarte a conocer mejor a tus abuelos”.
“Me encantaría”, dijo Zoe.
El papá sonrió de nuevo. “Vas a enterarte de cosas muy divertidas, sobre cómo a la abuelita le gustaba escribir canciones graciosas para sus nietos”.
Zoe deseó que su abuela le hubiera escrito una canción.
Al día siguiente, la familia se reunió para compartir sus historias favoritas sobre la abuela y el abuelo. ¡Incluso compartieron algunas de las canciones graciosas que abuelita escribió!
Al final de la lección, la mamá se volvió hacia Zoe. “Sé que has estado pensando mucho en tus abuelos”, dijo. “Algún día podrás conocerlos. Hasta entonces, papá y yo hemos pensado que esto te ayudará a sentirte más cerca de ellos”. El papá le dio a Zoe una fotografía de la abuela y del abuelo.
Ella se sintió feliz al mirar la foto. ¡Algún día por fin podría conocerlos! ●
Me encanta aprender cosas sobre mi familia. Quiero conocer a mi familia y saber la historia de mis antepasados. Estoy contento de que otras personas puedan ayudarme a saber más acerca de mi familia.
Enzo R., 9 años, Rio Grande do Sul, Brasil