2022
¡Adivine quién la quiere, señora Banks!
Septiembre de 2022


¡Adivine quién la quiere, señora Banks!

Todo empezó con una flor…

old lady sitting outside her yellow house, holding flowers

A Roxy le encantaba mirar todas las casas del vecindario mientras caminaba a su casa de vuelta de la escuela. En una casa había un perro que ladraba y saltaba en la ventana, otra tenía pájaros que piaban en los árboles.

Y luego estaba la casa de la señora Banks, quien había sido su maestra de tercer grado y era la favorita de Roxy. Ella siempre saludaba a la señora Banks cuando la veía sentada en la silla en la entrada de la casa. La señora Banks siempre era amigable y feliz.

Sin embargo, hoy la silla estaba vacía. La casa parecía tranquila; incluso Chester, el gato de la señora Banks, había desaparecido.

Roxy recordó que su mamá le había dicho que la señora Banks estaba enferma y que tenía que ir al hospital todos los días para recibir tratamiento médico. Roxy se sintió triste y quería hacer algo especial por la señora Banks, pero ¿qué podía hacer?

Miró a su alrededor y vio abejas que volaban de flor en flor. ¡Entonces tuvo una idea!

Roxy corrió a su casa y escogió una rosa del jardín. Regresó a la casa de la señora Banks y la dejó en la entrada.

Al día siguiente, Roxy colocó un girasol en la silla de la señora Banks, y al otro día dejó una margarita junto a la puerta. Cada día, durante dos semanas, Roxy dejó una flor para la señora Banks y tuvo mucho cuidado de que nadie la viera.

girl hiding behind tree

Un día, de camino a casa, Roxy vio a la señora Banks sentada en la entrada de su casa con unas flores en la mano.

“Roxy”, dijo la señora Banks, “mira qué hermosas flores. Alguien las ha estado dejando para mí. Cada día había una flor nueva esperándome cuando regresaba del hospital”.

Roxy sonrió y dijo: “¿Sabe quién lo hizo?”.

La señora Banks también le sonrió y dijo: “Sea quien sea, me gustaría darle las gracias”.

“¡Probablemente fue alguien que la quiere!”, dijo Roxy.

“Bueno, cada día esperaba con ansias encontrar una flor nueva”, dijo la señora Banks. “La primera estaba en la entrada de la casa”.

“¿Cree que el gato la dejó?”, preguntó Roxy.

“A Chester le gusta dejarme sorpresas, pero nunca me ha dejado flores”, respondió la señora Banks riendo. “¿Y la flor que dejaron en mi silla?”.

“¿Quizás fue el perro de la otra casa?”, dijo Roxy sonriendo aún más.

“¿Y la de la puerta?”.

“¿Tal vez una ardilla?”.

“¡Oh, vaya!”, dijo la señora Banks, riendo. “¡No sabía que había tantos animalitos que me quieran!, pero las flores me ayudaron a sentirme verdaderamente especial”.

Roxy rebosaba de felicidad; estaba feliz de haber ayudado a la señora Banks a volver a sonreír.

Page from the September 2022 Friend Magazine.

Ilustraciones por Adobe Stock