2022
Hierbas y malas palabras
Septiembre de 2022


Hierbas y malas palabras

“¿Qué tal si hacemos una promesa como familia?”, le preguntó la mamá.

mom and boy weeding together

“¿Podemos hablar?”, preguntó Jonas a su mamá. Se sentó en el césped junto a donde ella estaba quitando las hierbas de entre las flores.

“Sí, claro, ¿qué sucede?”, le preguntó la mamá. Ella se quitó los guantes de jardinería sucios.

“Hoy, en la escuela, algunos niños dijeron una palabra que yo no conocía. Se reían cuando la decían”, dijo Jonas. “Creo que es una mala palabra”.

“¿Cómo te sentiste cuando la escuchaste?”, preguntó la mamá.

“No me hizo sentir bien”.

Jonas le susurró la palabra a su mamá y ella le dijo lo que significaba. Jonas tenía razón, no era una buena palabra.

“Pero ¿por qué es mala?”, preguntó él.

“Es mala porque es descortés e irrespetuosa. Cuando usamos palabras como esa es difícil que el Espíritu Santo esté con nosotros. El Espíritu Santo te estaba diciendo que era algo malo. Por eso no te sentías bien en tu interior”.

Jonas frunció el ceño. “Pero los otros niños parecían estar divirtiéndose. ¿Por qué era yo el único que se sentía incómodo?”.

“¿Cómo sabes que los otros niños no se sentían de la misma manera?”, le preguntó la mamá.

“Porque todos se rieron y sonreían cuando alguien dijo la palabra”. Jonas se sentía confundido.

“A veces las personas se ríen o sonríen cuando se sienten incómodas”, dijo la mamá. “Y a veces, cuando escuchan o dicen malas palabras mucho, ya no les molesta, pero de todos modos no está bien decir esas palabras. Es algo parecido a estas hierbas. Las estoy sacando para mantener el jardín limpio y dejar que crezcan plantas buenas”.

“Me alegro de no haber dicho la palabra”, dijo Jonas.

“Yo también”, dijo la mamá. “Estoy muy orgullosa de ti, y tengo una idea. ¿Qué tal si hacemos una promesa como familia?”.

“¿De qué tipo?”, preguntó Jonas.

“Prometamos usar buenas palabras y no malas palabras. Puede ser un acuerdo de familia”.

A Jonas le gustó esa idea. Él y su mamá se dieron la mano. Jonas se sintió bien con la promesa que hizo con su mamá.

“Ahora, ¿qué tal si prometes ayudarme a terminar de quitar las hierbas?”, le preguntó la mamá. “Entonces, yo prometeré llevarte al parque”.

Jonas sonrió y recogió una pala. “Trato hecho”.

Jonas se sintió mucho mejor al ayudar a su mamá. Sabía que prometer no usar malas palabras era una buena decisión para su familia.

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Ilustración por Dan Widdowson