2023
Cómo Siedeh llegó a ser valiente
Enero de 2023


Cómo Siedeh llegó a ser valiente

Siedeh tenía demasiado miedo de hablar con sus compañeros de clase.

Imagen
Girl standing at the front of a classroom

Siedeh respiró hondo y entró en su nuevo salón de clases, era su primer día en cuarto grado.

El año anterior, Siedeh había estado en segundo grado. Le fue tan bien que su escuela le permitió saltarse el tercer grado. Siedeh estaba entusiasmada por hacer problemas más difíciles de matemáticas y leer más libros en cuarto grado, pero no se alegraba de tener que dejar a sus viejos amigos.

Al mirar alrededor del salón, Siedeh se sintió pequeña. Todos sus nuevos compañeros de clase parecían mayores y más altos que ella. ¿Y si no encajaba?

Buscó un escritorio y se sentó, y una niña alta se sentó junto a ella. “Hola”, dijo Siedeh.

“¿Qué haces aquí?”, preguntó la niña. “Creía que estabas en tercer grado”.

“La escuela me adelantó un grado”, respondió Siedeh, nerviosa.

La niña puso cara de mala. “Bueno, no me importa cuán inteligente seas, todavía eres una niñita”.

Siedeh se sentía muy mal. Durante el resto de la semana, tuvo demasiado miedo de hablar con cualquiera de sus compañeros de clase. Cada vez que escuchaba a alguien reírse o susurrar, fruncía el ceño; probablemente estaban hablando mal de ella.

Justo cuando pensó que las cosas no podían empeorar, Siedeh recibió el resultado de un examen de matemáticas. Cuando vio su calificación, quiso llorar. Las matemáticas eran su materia preferida y nunca antes había recibido una calificación tan baja en un examen.

Cuando llegó a casa, Siedeh no pudo contener las lágrimas. “No tengo amigos”, les dijo a sus padres. “No encajo en cuarto grado; no soy lo suficientemente lista”.

“Lamento que sea tan difícil”, dijo la madre de Siedeh, “pero sí eres lista y todavía estás aprendiendo”.

Ella se secó las lágrimas. “Ojalá pudiera ir a tercer grado”.

Su papá se quedó callado un momento. “¿Te gustaría recibir una bendición del sacerdocio?”, preguntó.

Siedeh asintió. Tal vez una bendición de papá la ayudaría a sentirse mejor.

Se sentó en una silla y su papá le puso las manos sobre la cabeza.

“Te bendigo para que no tengas miedo”, dijo el papá. “Y te bendigo para que ames a tus nuevos compañeros de clase. A medida que lleguen a conocerte, ellos también te amarán”.

Imagen
Father giving daughter a priesthood blessing

Un sentimiento de calma inundó a Siedeh y sintió que las palabras de su papá eran lo que el Padre Celestial quería que escuchara.

Después de la bendición, la mamá la ayudó a trabajar en sus problemas de matemáticas. Siedeh no tardó en sentirse un poco mejor.

Al día siguiente, en la escuela, ella recordó su bendición y trató de ser valiente. Sonrió a sus compañeros y, cuando mostró amor, ¡les tuvo menos miedo! Algunos de ellos incluso fueron muy amables. Se esforzó mucho por aprender y pronto sus calificaciones también mejoraron.

Al final del curso escolar, Siedeh tenía muchos amigos. Estaba contenta de que el Padre Celestial la hubiera ayudado a ser valiente y estaba agradecida de poder tener siempre la bendición del poder del sacerdocio para ayudarla.

Imprimir