2023
“Haz una oración, Helamán”
Enero de 2023


“Haz una oración, Helamán”

Imagen
Miguel and his friends blessing their food at school.

Era el primer día de escuela de Helamán. Llevaba su camisa preferida y tenía un lápiz nuevo. Su nueva maestra le permitió sentarse a la mesa con sus amigos Sylvester, Jorge y Miguel. Era un buen día.

“Guarden sus cosas”, dijo la señora Martínez. “Es hora de almorzar”.

La familia de Helamán siempre oraba junta antes de las comidas. Él levantó la mano y dijo: “Señora Martínez, ¿vamos a orar antes de comer?”.

La señora Martínez sonrió a Helamán. “Si quieres, puedes hacer una oración por tu comida”.

Helamán y sus amigos abrieron sus almuerzos.

“¿Qué es una oración?”, preguntó Sylvester.

“Es hablar con el Padre Celestial”, dijo Helamán. “Así le agradecemos nuestra comida”.

“¿Puedes hacer una oración por todos nosotros?”, preguntó Miguel.

Helamán cruzó los brazos; sus tres amigos también cruzaron los brazos. Helamán cerró los ojos e inclinó la cabeza, y sus amigos hicieron lo mismo.

Luego, Helamán hizo una oración, tal como lo hacía su familia. Dio las gracias al Padre Celestial por el buen día que estaban teniendo y por sus almuerzos. Pidió una bendición para los alimentos, terminó en el nombre de Jesucristo y dijo: “Amén”.

Sylvester, Jorge y Miguel miraron hacia arriba.

“Ustedes también pueden decir amén”, dijo Helamán.

Sus amigos sonrieron y dijeron: “Amén”.

Al día siguiente, a la hora del almuerzo, Sylvester dijo: “Haz una oración, Helamán”.

“Sí, haz una oración, Helamán”, dijo Miguel. Jorge asintió.

Así que Helamán oró de nuevo. Esta vez dijo que estaba muy agradecido porque su mamá le había preparado un sándwich de jamón y queso, su preferido. Le pidió al Padre Celestial que los ayudara a aprender en clase ese día.

Cada día, durante el almuerzo, los amigos le decían: “Haz una oración, Helamán”. Y cada día, Helamán ofrecía una oración. Oró con sus amigos cada día durante una semana.

El siguiente lunes, a la hora del almuerzo, Miguel dijo: “Hoy oraré yo”.

Imagen
Close up of two boys, Miguel and Helaman saying a prayer.

Helamán se sorprendió. Cruzó los brazos, cerró los ojos, inclinó la cabeza y escuchó mientras Miguel oraba.

Para comenzar, Miguel dijo “Querido Padre Celestial”. Le agradeció la comida y le pidió que la bendijera, terminó en el nombre de Jesucristo y dijo: “Amén”.

“¡Amén!”, dijeron Helamán y Jorge.

“Amén”, dijo Sylvester. “No sabía que podías orar”.

“Aprendí escuchando a Helamán”, dijo Miguel. “Les pregunté a mis padres si podía hacer una oración en nuestras comidas en casa. Dijeron que sí, así que oro como lo hace Helamán”.

“¡Vaya!”, dijo Sylvester. “Creo que voy a preguntar a mis padres si también puedo hacer una oración en nuestras comidas”.

“¡Yo también!”, dijo Jorge.

Imagen
Miguel smiling as he thinks about sitting with his family at dinner. Miguel is saying a prayer for their dinner.

Helamán sonrió. Se alegró de haber podido ayudar a sus amigos a aprender a hablar con el Padre Celestial. Sabía que el Padre Celestial lo amaba y que el Padre Celestial también amaba a sus amigos.

Imprimir