2023
Kofta para almorzar
Julio de 2023


“Kofta para almorzar”, El Amigo, julio de 2023, págs. 12–13.

Kofta para almorzar

“¿Qué es esa cosa rara que estás comiendo?”

Esta historia ocurrió en EE. UU.

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niño sentado a la mesa del comedor

Roy se sentó a la mesa y abrió su bolsa para el almuerzo. Su familia se acababa de mudar y ese era el primer día en su nueva escuela. Su mamá había hecho su comida armenia favorita, kofta. ¡Tenía muchas ganas de comerla!

Roy desenrolló el papel de cera que envolvía la kofta. Era como una albóndiga larga y delgada. Le encantaba el olor de las especias horneadas en la carne y el agujero en el medio hacía que fuera como un pequeño silbato. Se lo puso en los labios y sopló. Luego le dio un bocado. ¡Delicioso!

“Hola”, dijo un niño al otro lado de la mesa. “¿Qué es esa cosa rara que estás comiendo?”.

Roy sintió que sus mejillas enrojecían. “Es mi almuerzo”.

“Bueno, pues no parece muy rico”. El niño se rio.

Roy no supo qué decir. Él no sabía que allí nadie más comía kofta. ¡Él no quería que pensaran que él era raro! Así que dejó su almuerzo y salió corriendo para el recreo.

Después de la escuela, Roy encontró a su mamá desembalando cajas.

“Ya no quiero llevar kofta a la escuela”, dijo Roy.

“¿Por qué?”, preguntó su mamá. “¡Es tu comida favorita!”.

Roy le contó lo que le sucedió en la escuela. “¡Sentí mucha vergüenza!”.

“Lamento lo que ocurrió”, dijo la mamá. “La mayoría de las personas de aquí nunca han visto la kofta. ¿Y si les diéramos a los otros niños la oportunidad de probarla?”.

“¿Para qué?”, preguntó Roy, “ellos no la comerán”.

“Bueno, ¡no lo sabrás a menos que les preguntes! Sé que es difícil hacer nuevos amigos, pero todos somos hijos de Dios. A veces solo tenemos que conocernos más los unos a los otros”.

Roy pensó en ello. No quería que se rieran de él, pero él quería darles a los niños en el almuerzo una mejor oportunidad de entender, y la kofta realmente era sabrosa.

Él asintió. “Bien, hagamos más”.

Al día siguiente, durante el almuerzo, Roy respiró profundo. Se sentó junto al niño que se había reído de él.

Roy abrió su bolsa para el almuerzo. “¿A alguno de ustedes le gustaría probar algo de comida armenia?”.

Los otros niños se pusieron alrededor mientras Roy desenvolvía la kofta.

“Probaré un poco”, dijo el niño.

“Yo también”, agregó una niña. Roy pasó la kofta para que todos pudieran probarla. Entonces todos dieron un bocado.

“¡Esto está muy bueno!”, dijo el niño. “¿Cómo se llama?”.

“Kofta”, dijo Roy.

“¡Genial!”, el niño sonrió. “Soy John. ¿Quieres jugar en el recreo?”.

Roy solo pudo asentir con la boca llena. Su mamá tenía razón, ¡todos eran hijos de Dios también! El compartir le ayudó a hacer amigos después de todo.

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Ilustración por Mark Robison

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