“Relatos de bautismos”, El Amigo, julio de 2023, págs. 30–31.
Relatos de bautismos
“Pionero es alguien que es el primero en hacer algo”, dijo mamá.
Esta historia ocurrió en EE. UU.
Mary giró y admiró su vestido blanco en el espejo. Era el mismo vestido que su mamá había usado en su bautismo. La bisabuela Marluce lo había arreglado para que le quedara a Mary. ¡Ahora Mary podía usarlo en su propio bautismo!
“¡Te ves hermosa!”. Mamá tomó la mano de Mary y la hizo dar otra vuelta.
Mary se rio. “¿Puedo dejármelo puesto todo el día?”.
“Vamos a guardarlo para que se mantenga lindo y limpio para tu bautismo, ¿está bien?”, dijo mamá.
“De acuerdo”. Mary iba a ser bautizada cuando cumpliera ocho años y había estado preparándose ya por un tiempo. Había ido a la Primaria, leído las Escrituras e incluso asistido a los bautismos de sus amigos. ¡Pero su cumpleaños todavía parecía estar muy lejos!
Mary se acurrucó con su mamá en el sofá. “¿Mami, qué edad tenías cuando fuiste bautizada?”.
“Tenía 16 años”.
“¡Vaya! ¿Por qué esperaste tanto?”.
Mamá envolvió a Mary en un fuerte abrazo. “Porque no supe en cuanto a la Iglesia restaurada de Jesucristo hasta entonces, pero empecé a ir a las actividades de la Iglesia con unos amigos, y cuanto más aprendía, ¡más quería ser bautizada!”.
“¿Por qué?”, preguntó Mary.
“Porque quería tener una familia eterna”. Mamá señaló la imagen del templo que colgaba frente a ellas. “Aprendí que algún día podría sellarme a mi familia en un templo para siempre. Mi sueño era tener una familia eterna. ¡Y el bautismo era el primer paso! Ahora mi sueño se está cumpliendo”.
Mary sonrió. “¡Tienes a papá, a Mallory y a la bebé Maeva! Y a mí, por supuesto”.
“Sí, por supuesto. Y a la abuela Angela”.
“¿Se bautizó la abuela junto contigo?”.
“Ella esperó unos cuantos años, pero cada vez que viajábamos cerca de los templos, nos gustaba detenernos y mirarlos”.
Mary pensó en su mamá y la abuela mirando juntas los templos. “¿Y qué hay de papá? ¿Cuántos años tenía él cuando fue bautizado?”.
“Él tenía 11 años”.
“¿Y vivía en Brasil en ese tiempo?”.
“Así es”, dijo mamá. “Hay personas en todo el mundo que están aprendiendo acerca de Jesús y del bautismo. Muchas de ellas son pioneras”.
“¿Pioneras?”.
“Pionero es alguien que es el primero en hacer algo”, explicó la mamá.
Mary pensó en ello. “¿Como cuando tú fuiste la primera persona en tu familia en bautizarte?”.
Mamá asintió y sonrió.
En ese momento, papá entró en la habitación y se apretujó para sentarse en el sofá.
“Papá, ¿fuiste un pionero en tu familia?”.
“Algo así. Después de bautizarme, ¡me enteré de que la abuela Rosimere ya era miembro de nuestra Iglesia! Pero ella no había ido en años”.
“¿En serio? ¿Qué pasó?”.
“Comencé a ir a la Iglesia. Entonces mis hermanos empezaron a ir y la abuela Rosimere también. ¡Incluso la bisabuela Marluce se unió!”.
Mary se imaginó a su papá yendo solo a la Iglesia y que luego llevó consigo a más familiares.
“¡Vaya!”, dijo Mary. “Me gusta escuchar sus historias. Hacen que me entusiasme aún más para ser bautizada”.
“Gracias por hacernos todas estas preguntas, Mary”, dijo papá. “¿Ahora podemos hacerte una pregunta?”.
Mary asintió. ¿Qué le preguntarían?
“¿Por qué quieres bautizarte?”.
Mary pensó en lo que había aprendido de las Escrituras y en cómo se sentía en la Iglesia. “Porque quiero seguir a Jesús y estar con mi familia para siempre”.
Tanto mamá como papá sonrieron y Mary derribó a sus padres con un abrazo. “¡Apenas puedo esperar!”.
Ilustraciones por Tammie Lyon