2023
La limpieza del jardín
Julio de 2023


“La limpieza del jardín”, El Amigo, julio de 2023, págs. 4–5.

La limpieza del jardín

“¿A quién podemos invitar para que nos ayude?”

Esta historia tuvo lugar en Inglaterra.

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Madre y niño con guantes de jardinería y tijeras

Jonah comió su último bocado de comida y sonrió. La cena siempre era más divertida cuando las misioneras venían.

“Nos gustaría compartir un mensaje con ustedes sobre el servicio”, dijo la hermana Kearl. “¿Por qué es importante servir a los demás?”.

“¡Porque hace feliz a Jesús!”, dijo Eliza, la hermana pequeña de Jonah.

“¡Tienes razón! Lo hace muy feliz. Y cuando ayudamos a los demás, también nos hace felices”, dijo la hermana Christensen. “¿Conoces a alguien que necesite ayuda?”.

Jonah pensó un minuto. “No se me ocurre una persona, pero al jardín de nuestra escuela no le vendría mal la ayuda”.

“Buena idea”, dijo la mamá.

La escuela de Jonah tenía un jardín donde podían hacer actividades al aire libre, pero nadie había cuidado del jardín por mucho tiempo. Los arbustos estaban demasiado crecidos y también había muchas malas hierbas.

“¡Nos encantaría ayudarte con eso!”, dijo la hermana Kearl. “¿A quién podemos invitar para que nos ayude a limpiarlo?”.

“¡A nuestros primos!”, dijo Jacob, hermano de Jonah.

“Y a nuestra clase de la Primaria”, dijo Jonah.

Al día siguiente, la mamá habló con alguien de la escuela para obtener permiso. Escogieron un día para limpiar el jardín. Entonces la mamá ayudó a Jonah y a sus hermanos a llamar a sus primos y a la clase de la Primaria.

Unas semanas después, Jonah y su familia se reunieron con las misioneras en la escuela. Sus primos y amigos de la Primaria también estaban allí. ¡Era hora de ponerse a trabajar!

Jonah se puso un par de guantes grandes de plástico para el jardín. “Mira, mamá. ¡Mis manos son enormes!”.

Su mamá se rio. “Puedes usar esas enormes manos para ayudar a cortar estos arbustos”.

Le entregó a Jonah unos cortadores que parecían tijeras gigantes. Entonces ella lo ayudó a cortar las ramas caídas.

“Esto es divertido”, dijo Jonah.

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Jovencitas y hermanas misioneras sosteniendo palas

Mientras Jonah cortaba, Eliza ayudó a cavar en el jardín. Jacob ayudó a papá a construir una nueva casa para pájaros. Los demás sacaron malas hierbas, juntaron ramas y las pusieron en grandes bolsas de plástico azul. Incluso el hermano menor de Jonah, Ezra, ayudó a recoger rocas.

Al poco tiempo, el jardín estaba limpio. Jonah contó las bolsas que habían llenado. “¡Hay trece bolsas!”, dijo él. “Sacamos mucha basura”.

La hermana Christensen sonrió. “Ahora necesitamos los músculos grandes de todos para que nos ayuden a llevarlas al auto”.

Jonah, Jacob y Eliza tomaron una bolsa cada uno. Jonah se sintió feliz al poner la última en el auto. Ayudar a las misioneras había sido divertido. Él también quería ser misionero algún día. Hasta entonces, había muchas maneras en que podía servir. ¡Apenas podía esperar a pensar en su próximo proyecto!

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Ilustración por Samara Hardy

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