2023
El club para mejorar las cosas
Julio de 2023


“El club para mejorar las cosas”, El Amigo, julio de 2023, págs. 20–21.

El club para mejorar las cosas

Josie conocía una manera de seguir el ejemplo de Jesucristo.

Esta historia ocurrió en EE. UU.

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Dos niñas que sostienen un cartel

Josie se sentó con su prima Ashlyn debajo de un árbol afuera de su casa.

“Desearía que hubiera algo divertido que pudiéramos hacer para ganar dinero”, dijo Josie.

“Tal vez podríamos ganar dinero haciendo cosas por las personas”, dijo Ashlyn.

“¿Y si hiciéramos un club?”, Josie saltó entusiasmada. “Como un club para cuidar mascotas o un club para pasear perros”.

“Podríamos hacer todo tipo de cosas”, dijo Ashlyn. “Las personas siempre necesitan ayuda y nos pagarían”.

Ashlyn tenía razón, Josie veía todos los días a personas que necesitaban ayuda.

De repente, Josie tuvo otra idea y sintió calidez en su interior. Eso le recordó a su bautismo el año anterior. Ella había prometido recordar siempre a Jesús y seguir Su ejemplo y conocía una manera en que podía hacerlo.

“¿Y si formamos un club que ayude a las personas de manera gratuita?”, preguntó Josie. El sentimiento de calidez se hizo más fuerte.

Los ojos de Ashlyn se abrieron más. “Eso sería muy divertido”, dijo ella. “Podemos ayudar a las personas en la escuela y en la Iglesia, prácticamente en todas partes”.

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Una niña saluda a otra niña

“¡Podemos llamarlo el club para mejorar las cosas!”, dijo Josie. “Comencemos mañana en la escuela”.

Al día siguiente, en el recreo, Ashlyn y Josie corrieron hasta una orilla del patio de juegos.

“¿Ves a alguien a quien podamos ayudar?”. Ashlyn se puso de puntillas y miró hacia el tobogán de arcoíris.

“Todavía no”. Josie buscó en el juego de las barras y en los columpios. Los niños se deslizaban y se balanceaban. Rebotaban balones y jugaban con cuerdas para saltar. Nadie parecía necesitar ayuda, todos parecían tener un amigo. Entonces, vio a una niña más pequeña que estaba sola con una cuerda para saltar.

Josie tomó el brazo de Ashlyn. “¡Mira por allá!”.

Josie y Ashlyn buscaron cuerdas para saltar y fueron caminando hasta donde estaba la niña.

“Hola, soy Josie”.

“Y yo soy Ashlyn, ¿cómo te llamas?”.

La niña parecía sorprendida. “Soy Leslie”.

“¿Quieres jugar con nosotras?”. Josie sostuvo la cuerda para saltar.

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Unas niñas saltan juntas la cuerda

Leslie sonrió. “¡Sí!”.

Ashlyn y Josie le enseñaron a Leslie algunas nuevas maneras de saltar la cuerda. Cuando sonó el timbre, ellas se despidieron. Josie se sintió bien. Ella sabía que eso era el Espíritu Santo.

Después de esa ocasión, cada vez que Josie y Ashlyn veían a Leslie en el pasillo, la saludaban.

Josie y Ashlyn buscaron más personas para ayudar. A veces ellas decían cosas amables a las personas y trataban de animarlas. Otras veces invitaban a los niños a jugar con ellas.

Un día, Josie le sonrió a un niño afuera de la escuela. “Me gusta tu camiseta”, dijo ella.

El niño sonrió y miró su camiseta. “¡Gracias!”.

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Una niña habla con un niño

Cuando Josie se sentó, se dio cuenta de que ¡ni siquiera había pensado en hacer eso por el club! Simplemente lo había hecho.

Josie pensó en todos los amigos que había hecho desde que ella y Ashlyn comenzaron su club. A Josie le gustaba mucho ayudar a las personas. Esto la hizo querer hacer más cosas buenas por los demás. El club para mejorar las cosas estaba haciendo que ella fuera alguien mejor y eso se sentía grandioso.

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Ilustraciones por Tania Rex

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