“Siete pinceladas para una vida más feliz”, Para la Fortaleza de la Juventud, julio de 2021, págs. 8–11.
Siete pinceladas para una vida más feliz
Los sencillos pasos que das cada día se van sumando para conseguir una vida feliz.
“¡Mira! ¡Hice esto para ti!”, exclamó mi hijo poniendo su dibujo frente a mi cara. El papel me tocaba la nariz y era una imagen colorida y borrosa. Era imposible ver algo con claridad.
Cuando alejé el dibujo, el manchón de colores borrosos se hizo más nítido.
“¿Qué opinas?”, me preguntó.
Mi hijo había dedicado horas a pintar lo que él pensaba que era una representación realista de nosotros dos, salvo que mi cabello no es amarillo.
“No tenía suficiente pintura marrón”, agregó para aclarar. “De todos modos, el amarillo es un color más feliz”.
Al fijarme en su proyecto con más atención, pude ver con cuánto amor mi hijo había hecho ese dibujo. No podía contar el número de pinceladas; eran demasiadas. Y tenía razón, yo me veía bastante feliz, cabello amarillo incluido.
Piensa en alguna pintura que hayas visto. Verás que no hay una única pincelada que la haga hermosa. De hecho, si te fijas en una sola pincelada, no resulta para nada impactante. Sin embargo, cuando las combinas a todas, tienes una impresionante obra de arte1.
Encontrar la felicidad en la vida se parece a pintar. Hay pinceladas pequeñas e intencionales, o actividades diarias, que podemos llevar a cabo para crear una vida llena de felicidad. Puestas en práctica aisladamente, o hechas solo una vez, estas cosas no parecerán increíblemente extraordinarias; pero cuando las combinamos una y otra vez en esfuerzos diarios y semanales, pueden dar lugar a una vida de abundante felicidad.
Estas son siete pinceladas o actividades que puedes desarrollar para crear más felicidad en tu vida.
Pincelada 1: Rodéate de personas que te eleven.
La felicidad tiene mucho que ver con las personas con las que interactúas. Esto no quiere decir que no puedas tener amigos que a veces se sientan infelices. De hecho, todos de vez en cuando experimentamos la desdicha;
pero asegúrate de pasar tiempo con personas que te eleven y te inspiren. Los buenos amigos que te ayudan a vivir las normas del Señor pueden marcar una gran diferencia en tu felicidad. Y trata de ser un amigo que eleve a los demás. También puedes marcar una gran diferencia en la vida de los demás.
Pincelada 2: Usa la música para aumentar tu felicidad.
La música tiene un efecto poderoso en tu mente. Literalmente, puede producir cambios químicos en tu cerebro. La buena música te ayudará a sentirte positivo, feliz e inspirado. Crea una lista de reproducción de canciones alegres, alentadoras y que fomenten la fe y que escuches con frecuencia.
Pincelada 3: Sal al aire libre.
Disfrutar de las creaciones de Dios resulta muy sanador para nuestro espíritu y nuestro cuerpo. Es muy importante para tu felicidad que de vez en cuando pases un tiempo lejos de las pantallas de la televisión, la computadora y el teléfono para salir al aire libre y disfrutar de la luz del sol, las plantas y los animales que te rodean. Pasea con tu familia y tus amigos, y juega, lee y estudia al aire libre. Cuando lo hagas, te asombrará cuán bien te hará sentir.
Pincelada 4: Duerme lo suficiente.
El Señor dijo que el sueño es necesario para la salud de tu mente y cuerpo (véase Doctrina y Convenios 88:124). Tal como una batería de teléfono necesita recargarse, tu cerebro necesita del sueño para funcionar correctamente. Así como estableces un horario para despertarte por la mañana, asegúrate de fijarte también una hora para irte a dormir (¡y no te lleves el teléfono a la cama!).
Pincelada 5: Ten conversaciones profundas en persona.
Usar los mensajes de texto y las redes sociales para hablar con tus amigos y familiares puede ser maravilloso, pero tener conversaciones en persona hace algo por tu mente y tu espíritu que la comunicación electrónica no puede hacer. Asegúrate de interactuar con tu familia y tus amigos. Dedica tiempo a escuchar y hablar con quienes te rodean.
Pincelada 6: Haz ejercicio con regularidad y trata de comer alimentos saludables.
Tu cerebro solo puede funcionar con el combustible que le das. Los alimentos que están muy procesados y tienen mucha azúcar (a veces conocidos como comida chatarra o basura) pueden tener buen sabor, pero a menudo hacen que tu mente y tu cuerpo se sientan aletargados. La buena noticia es que, cuando comes más fruta, verduras y granos integrales, disminuye tu antojo por la comida chatarra. El Señor nos dio solo un cuerpo, ¡así que será mejor que lo cuidemos!
Pincelada 7: Ora y medita.
El Señor y Sus profetas y apóstoles nos han aconsejado con frecuencia que dediquemos tiempo a orar y a permanecer en silencio. La oración y la meditación influyen positivamente en las áreas del cerebro en las que experimentas felicidad. Si dedicas tiempo regularmente a meditar y a orar, tu felicidad irá aumentando poco a poco. Luego de un buen tiempo, notarás una gran diferencia en la paz y la confianza que sentirás.
¿Quieres más ideas?
Estas siete pinceladas representan solamente algunos de los pasos diarios que todos podemos dar para llenar de felicidad nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Para obtener más ideas, busca en el librito Para la Fortaleza de la Juventud principios que te hayan hecho feliz a ti o a otras personas en el pasado. ¿Qué te sientes inspirado a hacer para incorporar estas cosas de forma más constante a tu vida cotidiana?
Recuerda siempre que la fuente suprema de felicidad es nuestro Salvador Jesucristo. Sean cuales sean tus circunstancias, Él está listo para bendecirte y ayudarte durante tus dificultades. Él te ayudará a encontrar la felicidad que anhelas.