“¿Cómo puedo dejar de cuestionar mi autoestima?”, Para la Fortaleza de la Juventud, julio de 2021, págs. 30–31.
Preguntas y respuestas
“¿Cómo puedo dejar de cuestionar mi autoestima?”
A través de los ojos del Padre Celestial
“Todos los días, oro al Padre Celestial y le pido que me ayude a verme como Él lo hace. Luego escucho atentamente mientras el Espíritu me transmite mensajes positivos de Dios sobre mi valor e identidad, y me repito esas palabras ante el espejo. Esta sencilla actividad es una manera de conectarnos con el cielo y aprender que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos aman y creen en nosotros”.
Madeleine M., 14 años, Nueva York, EE. UU.
Amar nuestras diferencias
“Siempre hago lo posible por recordar que soy una amada hija de Dios. Trato de no compararme con otras personas, porque eso hace que me resulte más difícil creer en mi valía personal. Dios nos hizo a todos únicos y hermosos a nuestra manera, y esas diferencias son algo bueno”.
Brooke D., 14 años, Alberta, Canadá
Una bendición encubierta
“A menudo pensamos que ser débiles o tener defectos nos hace inútiles. En realidad, somos bendecidos para poder superarlos y convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos a través de la humildad y la superación personal. Si trabajamos en las cosas que son difíciles para nosotros, el Señor verá y recompensará nuestros esfuerzos. Solo hay que intentarlo y nunca darse por vencido”.
Ricardo R., 17 años, Chihuahua, México
Nuestra naturaleza divina
“Nada es comparable con saber que, como hijos del Dios viviente, podemos llegar a ser como Él. ¡Eso lo cambia todo! Cuando tengamos malos pensamientos que nos hagan cuestionar nuestro valor, recordemos que esos pensamientos provienen de Satanás, no de Dios. Tenemos un potencial infinito y una naturaleza divina, al igual que nuestro Padre Celestial. Él confía en nosotros y nos ama a cada uno de nosotros individualmente”.
Alexandre S., 16 años, Minas Gerais, Brasil
Gran responsabilidad
“Al esforzarme por estudiar y meditar acerca de las Escrituras y las palabras de los profetas vivientes, puedo sentir el Espíritu Santo conmigo, lo que me recuerda que soy una hija amada de padres celestiales y que Dios tiene grandes planes para mí. El presidente Nelson siempre nos muestra las grandes responsabilidades que tenemos en estos últimos días y que Dios confía en nosotros y sabe de lo que somos capaces”.
Mirian P., 16 años, Paraná, Brasil
Haz algo que te encante
“Cuando comenzamos a cuestionar nuestra autoestima, siempre podemos buscar ayuda de otras personas, pero, primero, podemos empezar a trabajar en nuestra propia actitud. Podemos hacer ejercicio, socializar con amigos y familiares de manera saludable o realizar una actividad que nos guste. Esto nos ayuda a darnos cuenta de que somos hijos de Dios, quien nos ha dado valor y talento”.
Carlos V., México
Conócete a ti mismo
“Descubrí que es más fácil amarme a mí misma porque dediqué tiempo a descubrir quién soy. Mi abuelo me dijo una vez: ‘Tienes que vivir contigo misma por la eternidad, así que deberías ser alguien con quien te guste estar’. Seguí ese consejo y traté de llegar a ser la mejor versión de mí misma. Ahora me siento más segura porque sé lo que me gusta, en lo que soy buena y lo que defiendo. Me siento feliz cuando trato de convertirme en la persona que el Padre Celestial quiere que sea”.
Sarah Nielson, Utah, EE. UU.
Recuerda quién eres
“Pienso en la canción de la Primaria ‘Soy un hijo de Dios’. Me recuerda que se me han dado dones y talentos para ayudar al mundo a prepararse para la segunda venida del Señor. La participación de todos en esta obra es única y esencial, y todos somos milagros en la vida de los demás. De hecho, eres un milagro en esta vida para todos los que te rodean. Si alguna vez lo olvidas, piensa en todas las cosas que Jesús hizo en la tierra y trata de seguir Su ejemplo. Siempre que te sientas triste o sin ningún valor, busca ayudar a alguien que sienta lo mismo y te sentirás edificado”.
Brigham M., México
Aprobación divina
“Cuando escucho a Dios, Él me ayuda a dejar de cuestionar mi valía personal. Otras personas no pueden entender completamente mi valía, pero Dios sí, y yo confío en Él. Si dejo que las personas que están a mi alrededor decidan mi valía, todo lo que hago es preocuparme por sus palabras y pensar mal de mí misma. Sin embargo, cuando dejo de lado sus palabras negativas, ya no necesito cuestionar mi autoestima. He descubierto que ya no necesito su aprobación. Todos tenemos un valor inherente como hijos de nuestro Padre Celestial. Tenemos que recordarnos eso, especialmente si nadie más lo hace”.
Anna G., 23 años, Washington, EE. UU.
Confianza en el Evangelio
“En las redes sociales veo a todo tipo de personas que parecen perfectas, o al menos mejores que yo. Vivir el Evangelio me ayuda a desarrollar una actitud de gratitud por la persona que soy. Cuando vivo los principios del Evangelio como la fe o el arrepentimiento y medito sobre las Escrituras, me siento única. No siento la necesidad de compararme con los demás y, en definitiva, tengo mucha más confianza”.
Alexandra R., México
Perdónate a ti mismo
“No siempre pensamos que merecemos el perdón, porque sabemos los errores que hemos cometido, pero somos humanos, cometemos errores y seguiremos cometiéndolos. Tenemos que perdonarnos a nosotros mismos, porque todo el mundo merece una segunda oportunidad. Tenemos que vernos a través de los ojos de las personas que nos aman. Veremos a una persona única y sorprendente que merece amor incondicional, pase lo que pase”.
Valerie J., México