“En San Diego, EE. UU.”, Para la Fortaleza de la Juventud, julio de 2021, págs. 20-21.
Cómo adoramos
En San Diego, EE. UU.
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¡Hola! Me llamo Chace B., tengo catorce años y vivo en San Diego, que está situado en el extremo sur del estado de California, EE. UU. Su paisaje es muy diverso. En San Diego hay puertos, mesetas, valles, cañones y colinas. Suele ser bastante cálido y soleado todo el año.
Conoce a mi familia
Mi familia vive en las montañas de San Diego. Vivo con mi madre, mi hermana Payslie, que tiene diez años, mi abuelito y mi abuelita. Vivimos en una granja con muchos animales. Tratamos de llevar un estilo de vida muy simple y tradicional.
Hacer que la Santa Cena sea especial
Durante la cuarentena del COVID-19, el domingo podía volverse demasiado informal en casa, en nuestros sofás y con nuestra ropa cómoda. Quería hacer algo para asegurarme de que el domingo fuera especial. Como una de mis metas espirituales del nuevo programa Niños y Jóvenes, decidí hacer una bandeja sacramental para mi familia.
Primero, tomé una pieza de madera y taladré agujeros para los vasitos, en una mitad. Luego tallé en la otra mitad una bandeja para el pan. Mi abuelita me ayudó a pulirla hasta que quedó perfectamente lisa. Luego le pusimos un asa y sellamos la madera.
El primer domingo fuimos a preparar la Santa Cena y no pudimos encontrar los vasitos que encajaban en los agujeros de la bandeja. Todos nosotros los buscamos durante horas y horas. Después de un tiempo, decidí que, con o sin los vasitos perfectos, todavía podíamos participar de la Santa Cena. No íbamos a dejar que eso se interpusiera en nuestro camino para santificar el día de reposo.
Ese domingo, cuando participamos de la Santa Cena, lo hicimos con más quietud, intención y reverencia. Me sentí complacido con la meta que me había fijado y logrado. Supe y pude sentir que mi Padre Celestial estaba orgulloso de mí por la meta que me fijé y logré.