2021
Compartir la dádiva de la Navidad
Diciembre de 2021


“Compartir la dádiva de la Navidad”, Para la Fortaleza de la Juventud, diciembre de 2021.

Compartir la dádiva de la Navidad

Amar – Compartir – Invitar

Compartir la dádiva del evangelio de Jesucristo de maneras normales y naturales es una de las formas en las que puedes participar de la más grandiosa obra de la tierra.

El nacimiento

Pintura por Michael Malm

El nacimiento, la vida, las enseñanzas, la expiación y la resurrección de Jesucristo son los mayores regalos de Navidad. Su evangelio trae gozo al mundo. Tu amor por Dios y por los demás1 te motiva a preguntarte: “¿Cómo puedo compartir con gozo este regalo con el mundo?”.

Elegir de un menú

¿Has ido alguna vez a un restaurante donde algunas de las comidas del menú no te son familiares? En 2018, mi esposa y yo fuimos a un restaurante de Osaka, Japón. El menú tenía muchas opciones, la mayoría de ellas desconocidas y extrañas para nosotros. Una persona de nuestro grupo eligió calamares; pero a mí no me gustaban los calamares y escogí algo diferente. Todos elegimos algo distinto del menú y todos disfrutamos de nuestra comida, porque cada uno eligió el plato que le apetecía.

Compartir la dádiva del Evangelio puede parecerse a comer en un restaurante; hay disponible un extenso menú de formas de compartir el Evangelio o de invitar a los demás a hacer algo que finalmente edificará la fe en Jesucristo.

Nadie tiene que hacerlo todo.

Todas las personas que estén dispuestas pueden hacer algo.

Nadie tiene que hacer algo que no elija hacer.

No tienes que comer calamares a menos que te gusten (dicho sea de paso, después de probar excelentes calamares japoneses, me han empezado a gustar). Puedes elegir invitar a los demás a aprender acerca del evangelio de Jesucristo de maneras que a ti te resulten cómodas y naturales, usando tus talentos y habilidades personales. Con el tiempo, puede que descubras que comienzas a sentirte cómodo con más cosas.

Tu menú para compartir

¿Cómo puedes empezar? Haz un “menú” de formas en las que puedes compartir el Evangelio o extender invitaciones. Estas deben ir desde las sencillas (como yo cuando como papas fritas con salsa kétchup, que siempre me han gustado) hasta las que sean un desafío (como cuando comí calamares, que al principio no me gustaban).

Crea la lista con tu familia, con el consejo de barrio para la juventud, con el cuórum o con la clase. ¡Sé creativo! Trata de pensar en 101 maneras en las que puedas compartir o invitar. Muestra tu menú en tu clase de las Mujeres Jóvenes o en tu cuórum del Sacerdocio Aarónico. Cada uno podrá elegir una o dos cosas que le resulten naturales. Será emocionante hablar sobre lo que haya pasado después de que cada persona haya realizado la actividad que haya elegido. Actuar de acuerdo con tu elección es actuar con fe y Dios te ayudará con Su obra.

Yo hice mi propio menú de formas de compartir el regalo del Evangelio. Luego de mirar mi menú, numera los puntos desde el que a ti te resulte más sencillo hasta el que te sea más difícil.

  • Cuéntale a un conocido que eres miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

  • Refiérete a la Iglesia como “mi Iglesia”.

  • Habla durante tres minutos con algún misionero que haya tenido que aprender tu idioma y ayúdalo con la pronunciación o la gramática.

  • Explica de manera precisa las actividades de la Iglesia a tus conocidos. Cuando te pregunten: “¿Cómo te fue el fin de semana?”, no digas solo: “Bien”. En cambio, di: “Dirigí un análisis con un grupo de mujeres jóvenes el domingo en mi Iglesia. Hablamos acerca de Jesucristo y eso me alegró el resto del fin de semana”. O: “Fui a mi Iglesia y el coro cantó un hermoso número musical. Lo he estado tarareando todo el día”.

  • Di a los misioneros: “Me gustaría asistir al siguiente servicio bautismal”.

  • Invita a un amigo a ver un video de la Iglesia en tu teléfono.

  • Participa en Manos que Ayudan.

  • Aprende los nombres de los miembros de tu barrio.

  • Saluda a alguna persona que no conozcas en la capilla; dile: “Hola, me llamo ______. Bienvenido”.

  • Invita a alguien a conocer a los misioneros.

  • Sonríele a alguien en la capilla.

  • Invita a un amigo a buscar algún antepasado en FamilySearch.

  • Cuando te pregunten: “¿Crees en Dios?”, en lugar de decir: “Sí”, di: “Confío en Él por todo lo que he aprendido en mi Iglesia”.

Ahora es tu turno

Crea tu propio menú, el cual podría incluir algunas de las mismas cosas, ¡pero el tuyo debe ser mucho más largo! Tu menú podría incluir publicar en tus cuentas de las redes sociales, invitar a un amigo a un evento de Navidad o conducir a alguien al sitio de la campaña navideña Ilumina el mundo2.

jovencita escribiendo

Aun el hacer las cosas más sencillas de tu menú puede tener efectos de gran impacto en tu vida y en la vida de los demás. Después de todo, “de las cosas pequeñas proceden las grandes”3. El Señor no necesita que seas experimentado o habilidoso para compartir o invitar. Todo lo que el Señor requiere es que tengas un “corazón y una mente bien dispuesta”4.

Comparte la dádiva

Compartir el Evangelio e invitar a los demás a actuar con fe debería ser normal y natural. El presidente Russell M. Nelson te ha invitado a ser parte del batallón de jóvenes del Señor5. Compartir la dádiva del Evangelio de esta forma es una de las maneras en las que puedes participar en la obra más grandiosa de la tierra. Y recuerda, el presidente Nelson declaró: “Cada vez que hacen algo que ayuda a cualquiera, a ambos lados del velo, a dar un paso hacia hacer convenios con Dios y recibir sus ordenanzas esenciales del bautismo y del templo, están ayudando a recoger a Israel. Es así de sencillo”6.

Puedes ser parte al amar a los demás, al compartir un mensaje sobre Jesucristo y Su Iglesia, y al invitar a otros a aprender más acerca del Evangelio. Dios hará Su obra; Él apresurará la obra en Su propio tiempo y utilizará a todos los que estén dispuestos a realizarla, incluso —y especialmente— a ti7.