“Cuando esta Navidad es diferente”, Para la Fortaleza de la Juventud, diciembre de 2022.
Cuando esta Navidad es diferente
La paz en Navidad, o en cualquier época del año, por lo general es una cuestión de enfoque.
Repitiendo las palabras de un apóstol, David dijo: “El temor es una de las principales armas de Satanás para hacer infeliz a la humanidad”1.
David Ikegami, un diácono de Oahu, Hawái, tenía la asignación de hablar durante una conferencia de misión dominical. Hacía siete meses había vivido una de las peores Navidades de la historia, no solo para su familia, sino para todo el país. Decidió hablar en contra del temor.
Él sabía bastante acerca del temor; era el año 1942 y meses antes, la isla pintoresca donde vivía la familia de David había quedado destruida cuando Japón bombardeó Pearl Harbor. El día después de ese devastador ataque, Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial.
El temor por el futuro todavía se expandía por toda la tierra. Para hacer las cosas más difíciles, los japoneses-estadounidenses, como la familia Ikegami, convivían con graves prejuicios raciales después del bombardeo a Pearl Harbor. La vida no era sencilla ni fácil para este joven.
Entonces, ¿cómo halló paz? Por un lado, se centró en servir, se unió a un grupo que ayudó a construir senderos y despejar los espinosos árboles guarango de los senderos para los campamentos militares. Mientras tanto, su familia se unió a los esfuerzos de recaudación de fondos para ayudar a los soldados estadounidenses. Esos fondos se usaron para todo, desde comprar libros hasta pantallas de películas y proyectores para ayudar a elevar la moral.
Entonces David dijo, citando nuevamente al mismo apóstol, el élder John A. Widtsoe: “Hay seguridad dondequiera que el pueblo del Señor viva tan dignamente como para reclamar el sagrado estandarte de ciudadanos de la Sion de nuestro Señor”2.
David halló paz al centrarse en Jesucristo3.
Paz durante la Navidad
Encontrar paz es importante en cualquier época del año. Sin embargo, ciertas épocas del año a menudo tienen muchas tradiciones, expectativas y actividades que podrían no corresponder con la paz que todos esperamos. Por ejemplo, tal vez tengas tu lista favorita de cosas para hacer durante el verano, tal vez una lista para el invierno y casi con seguridad una lista para Navidad. ¿Qué hacemos con esas listas cuando la vida es difícil?
En particular, durante los días festivos, se hace evidente que las cosas no van bien para nosotros. Incluso los acontecimientos que tuvieron lugar mucho antes en el año, como una muerte en la familia, pueden volver a doler en los días festivos. En un año así, claramente algo importante es diferente en Navidad.
María, una joven brasileña de dieciséis años, estaba teniendo dificultades una Navidad después de perder a un segundo abuelo muy querido. Hacía unos años había muerto su abuelo materno, y ahora había perdido a su otro abuelo.
“Recuerdo que la Navidad siempre era una experiencia mágica e increíble”, dice María. “Recuerdo cantar himnos con mi familia, levantarme por la noche para ver mi regalo de Navidad, interpretar la obra del nacimiento de Cristo en la escuela primaria y muchas otras cosas que marcaron mi niñez”.
María siempre disfrutaba el tiempo en familia, pero ahora, con el fallecimiento de su segundo abuelo, había desaparecido parte de la alegría de la época navideña. Su camino a través del dolor, al igual que el de David, implicaba centrarse en Cristo.
“El centrarme en Jesucristo, especialmente en la época navideña, me da la certeza de que esos sentimientos de tristeza y nostalgia no durarán para siempre”, dice María. “Sé que Dios siempre está conmigo. Con el tiempo, he sentido que ese vacío en mi interior se llenó del amor del Salvador”.
María todavía tiene una abuela con vida, su abuela materna. “Disfruto todo el tiempo que paso con mi abuela”, dice. “Aunque mis otros abuelos y familiares ya no estén conmigo, sé que los volveré a ver algún día. Nos espera una eternidad juntos”.
La fuente de paz
Recientemente, la Primera Presidencia compartió este mensaje con el mundo: “Sabemos que la paz duradera se puede hallar por medio de Jesucristo. Él puede calmar y consolar nuestra alma aun en medio de terribles conflictos”4.
Si tu propio mundo parece desmoronarse a nivel personal o general, la solución es la misma. Céntrate en Jesucristo, la paz llegará.