“¿Te sientes estresado, ansioso o triste?”, Para la Fortaleza de la Juventud, septiembre de 2023.
Ayuda para la vida
¿Te sientes estresado, ansioso o triste?
Estas son algunas cosas que puedes hacer al respecto.
La prueba de estrés
¿Cuán triste o estresado te sientes?
Si estás experimentando desesperanza, pánico, depresión prolongada o ansiedad, debes buscar ayuda al hablar con un adulto de confianza. También podrías probar algunos consejos de la sección amarilla (¡especialmente los principios básicos!), pero a veces podrías necesitar más ayuda, y eso está bien.
Si estás pensando en el suicidio, obtén ayuda de inmediato. Comunícate con la línea local de ayuda para emergencias, el departamento de policía o un hospital.
Es normal sentirse ansioso, triste o estresado a veces. Esas emociones a menudo son provocadas por las circunstancias de la vida y van y vienen a medida que esta cambia. ¡Prueba algunos consejos que pueden ser de ayuda!
Los principios básicos
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Acude al Padre Celestial. Él escucha y contesta tus oraciones. Él te ayudará a enfrentar los desafíos que se te presenten.
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Céntrate en Jesucristo. “El gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene todo que ver con el enfoque de nuestra vida”1.
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Sirve a los demás. “Al perdernos en el servicio a los demás, descubrimos nuestra propia vida y felicidad”2.
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Mantén tu espíritu sano. Lee las Escrituras todos los días, asiste al templo cuando sea posible, participa de la Santa Cena, guarda tus convenios y arrepiéntete a diario. Pide bendiciones del sacerdocio cuando las necesites.
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Mantén tu cuerpo sano. Duerme lo suficiente, haz ejercicio y obedece la Palabra de Sabiduría.
Si tienes ansiedad
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Céntrate en el momento actual. No ayuda preocuparse por el futuro ni estresarse por el pasado. El momento presente es lo único que realmente puedes cambiar.
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Dedica tiempo a relajarte. “No se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten” (Mosíah 4:27).
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Piensa de forma positiva. Los sentimientos negativos pueden ser causados por pensamientos negativos. El pensar de forma positiva puede ayudarte a sentir menos temor o ansiedad.
Si te sientes triste
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Debes saber que las pruebas son parte del plan. Experimentar circunstancias difíciles no significa necesariamente que estés haciendo algo malo. Confía en que el Padre Celestial te fortalecerá y que tus desafíos obrarán juntamente para tu bien (Doctrina y Convenios 90:24; véanse también Romanos 8:28; Doctrina y Convenios 122:5–9).
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Céntrate en la gratitud. Anota las cosas por las que estás agradecido cada día y asegúrate de dar gracias al Padre Celestial (véase Doctrina y Convenios 98:1).
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Haz cosas que disfrutes. Pasa tiempo con amigos y familiares, prueba un nuevo pasatiempo, escucha música edificante o planifica una actividad divertida.
Si sientes que no eres lo suficientemente bueno
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Debes saber que no tienes que ser perfecto. “Aquí en la mortalidad, la perfección todavía está ‘pendiente’”3. No te compares con los demás, ni en la vida real ni en las redes sociales.
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Háblate a ti mismo con amabilidad. Sé amable contigo, como lo serías con un amigo. El Espíritu Santo también te hablará amablemente y nunca se burlará de ti ni te denigrará.
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Debes saber que el Salvador compensa las diferencias. Jesucristo murió por nuestros pecados y tomó sobre sí nuestros dolores, enfermedades y debilidades (véase Alma 7:11–12). Si somos humildes, Él ha prometido “ha[cer] que las cosas débiles sean fuertes” (Éter 12:27). Tal vez no seamos lo suficientemente buenos por nosotros mismos, pero podemos serlo con Él.
Conclusión
Probablemente habrá muchos días en los que te sientas seguro y listo para enfrentar los desafíos de la vida. Sin importar lo bien que te sientas, asegúrate de seguir haciendo lo básico.
Ora al Padre Celestial, aun cuando la vida sea fácil. Céntrate en lo que el Salvador ha hecho por ti, en Su vida y enseñanzas, aun cuando las cosas vayan bien. Entonces, cuando experimentes emociones difíciles, estarás mejor preparado para manejarlas.