Hermanos y hermanas en Cristo
Extractos
El Evangelio de Jesucristo enseña que todos somos hijos e hijas espirituales engendrados por padres celestiales que de verdad nos aman y que vivimos como familia en la presencia de Dios antes de nacer en esta tierra. El Evangelio también enseña que todos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios; por tanto, somos iguales ante Él…
Como discípulos de Cristo, se nos invita a aumentar la fe en la hermandad con nuestros hermanos y hermanas espirituales, y el amor por ellos, al entrelazar sinceramente nuestros corazones con unidad y amor, sin importar nuestras diferencias, y así aumentar nuestra capacidad de fomentar el respeto por la dignidad de todos los hijos e hijas de Dios.
… No hay lugar para pensamientos o actos prejuiciosos en la comunidad de los santos…
Ruego que armonicemos nuestro corazón y mente con el conocimiento y testimonio de que todos somos iguales ante Dios, que todos estamos totalmente investidos con el mismo potencial y legado eternos. Que disfrutemos más de la afinidad espiritual que existe entre nosotros y valoremos los diferentes atributos y variados dones que todos tenemos…
Les testifico que si continuamos fluyendo de ese modo durante la vida terrenal, un nuevo día comenzará con una nueva luz que alumbrará nuestra vida e iluminará las maravillosas oportunidades de valorar más la diversidad creada por Dios entre Sus hijos y ser más plenamente bendecidos por ella. Ciertamente nos convertiremos en instrumentos en Sus manos para fomentar el respeto y la dignidad entre todos Sus hijos e hijas.