El hijo pródigo y el camino que conduce a casa
Extractos
¿Quién de nosotros no se ha apartado de la senda de la santidad, pensando de forma insensata que podríamos encontrar más felicidad en nuestro propio camino egocéntrico?
¿Quién de nosotros no se ha sentido humillado, desconsolado y desesperado por recibir perdón y misericordia?
Tal vez algunas personas se han preguntado: “¿Es siquiera posible regresar? ¿Me etiquetarán, rechazarán y evitarán para siempre mis anteriores amigos? ¿Es mejor permanecer perdido? ¿Cómo reaccionará Dios si trato de volver?”.
[La] parábola [del hijo pródigo] nos brinda la respuesta.
Nuestro Padre Celestial correrá hacia nosotros, con Su corazón rebosante de amor y compasión…
El cielo se regocijará con nuestro regreso…
Aunque las decisiones pudieran haberlos alejado del Salvador y de Su Iglesia, el Maestro Sanador se encuentra en el camino que conduce a casa, dándoles la bienvenida. Y nosotros, como miembros de la Iglesia de Jesucristo, procuramos seguir Su ejemplo y abrazarlos como nuestros hermanos y hermanas, como nuestros amigos. Nos regocijamos y celebramos con ustedes…
No quiero decir que regresar sea algo fácil de hacer. Puedo testificar de ello. De hecho, podría ser la decisión más difícil que jamás tomarán.
No obstante, testifico que en el momento en que decidan regresar y caminar en la senda de nuestro Salvador y Redentor, Su poder entrará en su vida y la transformará.