“¡Ve por la Luz!”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2024.
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Portada del Libro de Mormón; Introducción al Libro de Mormón
¡Ve por la Luz!
El Libro de Mormón aporta luz y poder a tu vida para guiarte en los días difíciles y emocionantes que están por venir.
De niño, me encantaba el relato del hermano de Jared que se encuentra en el Libro de Mormón. Podía imaginarme su experiencia como si fuera una película y casi me parecía que estaba sucediendo a medida que leía.
El Señor mandó al hermano de Jared que construyera barcos para que él y su familia pudieran cruzar el mar hasta “una tierra de promisión” (Éter 2:9), pero los barcos no tenían luz. Dado que no quería viajar en la oscuridad, el hermano de Jared pidió ayuda al Señor, y Él le preguntó: “… ¿Qué quieres que yo haga?” (Éter 2:23).
Con gran fe, el hermano de Jared llevó dieciséis piedras a la cima de una montaña y oró, pidiéndole al Señor que tocara las piedras “para que brill[ara]n en la obscuridad” (Éter 3:4). Entonces el Señor extendió Su mano y tocó cada piedra con Su dedo, llenándolas de luz. A lo largo de mi vida, he imaginado al Señor tocando esas piedras.
Así como al hermano de Jared se le dio luz, el Señor Jesucristo te dará luz a ti. Él es “la luz y la vida del mundo” (véase 3 Nefi 11:11). ¡Te invito a ir por la Luz! El estudio del Libro de Mormón fortalecerá tu fe en Jesucristo y te ayudará a mantenerte conectado con Su luz.
Una guía y una luz
He leído el Libro de Mormón y en muchas ocasiones he sentido un testimonio de que es verdadero. Nunca lo he dudado. Cuando no siento el Espíritu, cuando estoy un poco desconectado espiritualmente, tengo un sentimiento de oscuridad, pero cuando leo el Libro de Mormón, la luz regresa. A veces solo me hace falta leer un versículo para volver a sentir la luz, pero siempre siento luz cuando lo leo.
Sentir que la luz vence las tinieblas es algo real para mí. El presidente Russell M. Nelson ha dicho: “Si cada día estudian el Libro de Mormón con espíritu de oración, cada día tomarán mejores decisiones”1. Esto se debe a que el Libro de Mormón aumenta tu fe en Jesucristo, aporta luz y poder, y sus enseñanzas te guiarán en los días difíciles y apasionantes que están por venir.
Sentir la Luz
Tengo la bendición de servir junto al presidente Nelson. Cuando el profeta entra en una habitación, el lugar inmediatamente se llena de luz. Él lleva consigo la luz de Cristo.
A veces cuesta estar seguro de si lo que se está sintiendo es la luz de Cristo. No se ve con los ojos físicos; llega en forma de sentimientos espirituales. Es la sensación de lo que es correcto e incorrecto, de lo que es verdadero y falso (véase Moroni 7:13–19).
Cada vez que eliges ser más semejante a Jesucristo, caminas en la luz de Cristo. Leer el Libro de Mormón fortalece esa Luz.
“¡Claro que es verdadero!”
Creo sinceramente que cuando en las Escrituras leemos “recordad, recordad” (véase Helamán 5:12), eso significa que no debemos limitarnos solo a recordar a Jesucristo ni recordar que una vez sentimos Su luz. Debemos sentir Su luz ahora y una y otra vez. Eso es lo que un joven, llamado Eric, descubrió cuando leyó el Libro de Mormón por primera vez.
Después de mudarse a un nuevo lugar y comenzar la escuela secundaria, Eric tenía dificultades en sus clases y le resultaba difícil encajar. También comenzó a preguntarse si tenía un testimonio.
“Empecé a leer el Libro de Mormón en serio por primera vez en mi vida”, dijo Eric. “Leía y oraba todos los días”.
Cuando Eric oró y le preguntó al Padre Celestial si el Libro de Mormón era verdadero, estaba seguro de que iba a recibir una respuesta, pero no sucedió nada.
Un tiempo después, mientras caminaba por el bosque detrás de su casa, Eric volvió a preguntar. En esa ocasión recibió una impresión, como si el Padre Celestial le preguntara: “Eric, ¿qué ha sucedido en tu vida desde que empezaste a leer el Libro de Mormón y a orar todos los días?”.
Eric pensó en cómo había hecho buenos amigos y le iba mejor en la escuela. Sin darse cuenta, el Libro de Mormón había llevado luz y poder a su vida.
Entonces sucedió.
“No escuché una voz”, dijo Eric, “pero el Espíritu me llenó el corazón cuando me vinieron a la mente estas palabras: ‘¡Claro que es verdadero!’. Me sobrevino un sentimiento de paz y seguridad. Sabía que finalmente había encontrado mi respuesta”2.
Avanzar en la Luz
Desde su primera página hasta la última, el Libro de Mormón testifica de que “Jesús es el Cristo”3 y nos enseña “lo que debe[mos] hacer para lograr la paz en esta vida y la salvación eterna en la vida venidera”4.
Al estudiar el Libro de Mormón, espero que sientas que fue escrito para ti. Las doctrinas del Libro de Mormón y los valientes ejemplos de Nefi, Lehi y Saríah, Abinadí, Alma, Amulek, Abish, los hijos de Mosíah y muchos otros te elevarán, guiarán y darán poder para ser un mejor discípulo de Jesucristo, y te conducirán a andar con confianza en Su luz.
Testifico que el Libro de Mormón es un testimonio valioso y certero de que Jesucristo vive y es nuestra fuente de consuelo, esperanza, paz, gozo y luz. Ruego con todo mi corazón que vayas por la Luz que se encuentra en el Libro de Mormón, que te acerques más a Jesucristo y sientas la calidez de Su luz y amor más de lo que la has sentido hasta ahora.