Para la Fortaleza de la Juventud
¡Deja de compararte! Eres lo suficientemente bueno
Enero de 2024


“¡Deja de compararte! Eres lo suficientemente bueno”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2024.

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1 Nefi 27

¡Deja de compararte! Eres lo suficientemente bueno

Aquí encontrarás cuatro cosas que aprendemos de uno de los hermanos mayores de Nefi.

pesas

Ilustraciones por Corey Egbert

Hay un alumno en clase que siempre sabe la respuesta correcta. Es el muchacho del equipo de baloncesto que siempre encesta más que tú. Es la persona de la que todos desean ser amigos. En el mundo de las comparaciones, parece que siempre hay alguien mejor.

Las comparaciones pueden resultar especialmente difíciles cuando se trata de vivir el Evangelio. Tal vez pienses que los demás son más justos, que tienen un testimonio más fuerte o que sienten el Espíritu más claramente que tú, pero compararte así no es útil.

Es probable que sepas que Nefi fue un poderoso líder y profeta del Libro de Mormón, pero ¿cuánto sabes acerca de Sam, el fiel hermano mayor de Nefi? No era un líder ni un profeta como Nefi, pero no tenía que ser como él para ser lo suficientemente bueno.

hombres orando

1. Sam era creyente

Nefi oró y recibió por sí mismo la respuesta de que el Señor había mandado a su familia que partiera hacia el desierto. Y Sam “creyó en [las] palabras [de Nefi]” (véase 1 Nefi 2:16–17). Puede que Sam no tuviera un testimonio perfecto, puede que tuviera preguntas, pero decidió creer en las palabras de su hermano y luego actuó conforme a sus creencias. No compares tu fe o tu testimonio con el de otras personas. Al actuar con fe como lo hizo Sam, tu testimonio del Salvador crecerá de forma gradual (véanse también Doctrina y Convenios 46:13–14; Alma 32).

hombres conversando

2. Sam era humilde

Lamán y Lemuel no estaban contentos de que su hermano menor, Nefi, se estuviera convirtiendo en su líder, pero Sam, que también era mayor que Nefi, debió ser humilde. Escuchó a Nefi y siguió su consejo (véase 2 Nefi 5:3–6). Si a otras personas de tu entorno se les pide que sean líderes y a ti no, sé humilde y no compares. Apóyalas, aprende de ellas y haz todo lo que puedas por escoger lo correcto.

dos hombres enojados con otro hombre

3. Sam era paciente

Podría parecer que todos a tu alrededor tienen una vida perfecta, pero todos pasan por momentos difíciles y Sam no era la excepción. Lamán y Lemuel se volvieron contra Sam, tal como se habían vuelto contra Nefi. ¡Incluso golpearon a Sam con una vara, tal como golpearon a Nefi! (véanse 1 Nefi 3:28; 1 Nefi 7:6). Sin embargo, Sam soportó sus pruebas con paciencia. Pasar por momentos difíciles no significa necesariamente que estés haciendo algo mal. No compares tus pruebas con las de otras personas. Sé paciente y confía en el Señor; Él te ayudará.

un hombre

4. Sam fue bendecido

Lehi, el padre de Sam, le dijo: “… Tú serás bendecido todos tus días” (2 Nefi 4:11). Puede que Sam no fuera un líder o un profeta, pero aun así siguió fielmente a Jesucristo y fue bendecido por ello. Con la ayuda del Salvador, fue lo suficientemente bueno, y tú también puedes serlo.