Para la Fortaleza de la Juventud
El discipulado: El qué y el cómo
Enero de 2024


“El discipulado: El qué y el cómo” , Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2024.

El discipulado: El qué y el cómo

Para saber quién eres en verdad y lo que puedes llegar a ser, acepta el qué y el cómo de ser discípulo de Jesucristo.

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“¿Quién soy?”.

Esta es una pregunta a la que muchos jóvenes buscan respuesta. A medida que creces, aprendes y te desarrollas de una manera propia y única, de forma natural te preguntas acerca de lo que te define, lo que te da tu identidad. El presidente Russell M. Nelson brindó una guía valiosa acerca de esta pregunta:

“¿Quiénes son ustedes? Primero y más importante, son hijos de Dios, hijos del convenio y discípulos de Jesucristo. Conforme asuman estas verdades, nuestro Padre Celestial los ayudará a alcanzar la meta final de vivir eternamente en Su santa presencia” (“Decisiones para la eternidad”, devocional mundial para jóvenes adultos, 15 de mayo de 2022, broadcasts.ChurchofjesusChrist.org).

El presidente Nelson enseñó que ninguna otra etiqueta debe ser más importante para ti que estos tres títulos que te identifican: (1) hijo de Dios, (2) hijo del convenio y (3) discípulo de Jesucristo.

La identidad de un discípulo

Hablemos un poco más acerca del tercero: el ser discípulo de Jesucristo. ¿Cómo aceptas verdaderamente esa identidad y cómo llegas a convertirte en discípulo?

Para seguir al Salvador y ser Su discípulo, debes centrarte en lo que haces y también en cómo lo haces.

Por ejemplo, el Salvador desea que compartamos con los demás y les sirvamos, pero Él nos invita a hacerlo de buena gana y con alegría, no a regañadientes. Cuando deseamos compartir y servir, recibimos las mayores recompensas de ser un verdadero discípulo (véanse 2 Corintios 9:7; Moroni 7:8).

Así pues, veamos qué hacen los discípulos y cómo lo hacen.

Lo que hace un discípulo

Estas son algunas de las muchas cosas que un discípulo de Cristo puede hacer para seguir al Salvador.

  • Ejercer la fe en la manera en que los discípulos ejercen la fe.

  • Servir en la manera en que los discípulos sirven.

  • Orar en la manera en que los discípulos oran.

  • Estudiar en la manera en que los discípulos estudian.

  • Arrepentirse en la manera en que los discípulos se arrepienten.

  • Pensar en la manera en que los discípulos piensan.

  • Amar a Dios en la manera en que los discípulos aman a Dios.

  • Amar a los demás en la manera en que los discípulos aman a los demás.

  • Enseñar en la manera en que los discípulos enseñan.

  • Perseverar en la manera en que los discípulos perseveran.

Cómo lo hace un discípulo

A continuación se presentan algunas descripciones de cómo un discípulo podría hacer estas cosas. Muchas de ellas podrían aplicarse a varios aspectos y algunas podrían aplicarse a todos ellos.

  • Con el corazón y la mente centrados en Jesucristo

  • De buena gana

  • Con humildad

  • Con amor

  • Con diligencia

  • Con frecuencia

  • Con todo el corazón

  • Con seriedad

  • Con sinceridad

  • Sin prejuicios ni intolerancia

  • Con paciencia

  • Con osadía

  • Con valor

  • Centrado en las necesidades de los demás

  • Centrado en las Escrituras

  • Sin dudar

  • Virtuosamente

  • Lleno de esperanza

  • Con el deseo de ser semejante al Padre Celestial y a Jesucristo

  • Sin distracciones

Podría serte de provecho pensar en qué estás haciendo para seguir al Salvador y también en cómo lo estás haciendo. Si consideras que deberías hacer algún cambio específico en cualquiera de las dos categorías, eso es genial. Es probable que el Espíritu te esté inspirando a llegar a ser un discípulo aún mejor.

Una identidad que debes aceptar y atesorar

Tal como dijo el presidente Nelson, ser discípulo de Jesucristo es una parte vital de tu identidad. A medida que aceptes y atesores esta identidad, tu Padre Celestial te ayudará a convertirte en la persona que Él sabe que puedes llegar a ser; la persona que, en el fondo, realmente deseas llegar a ser.