Como Adquirir Conocimiento Espiritual
“Obtener conocimiento espiritual no es un proceso mecánico, sino un privilegio sagrado basado en una ley espiritual. Testifico que te es posible recibir ayuda inspirada.~
Los excelentes y fieles miembros de la Iglesia me inspiran y motivan constantemente. Gracias por el entusiasmo que tienen, por su abnegación, su devoción y su determinación de ser dignos. También expreso gratitud a las personas que se han unido a nosotros para escuchar estas sesiones de la conferencia. Deseo que los mensajes que se den sean una bendición para ustedes.
Hace poco, en Sudamérica, invite a unos jóvenes a hacerme preguntas. Uno de ellos me preguntó, dando evidencia de su madurez y devoción: “¿Nos daría sugerencias que nos ayudaran a conocer mejor al Salvador y a seguir continuamente Su ejemplo?” Esa pregunta y otras por el estilo me han inspirado para dar este mensaje sobre “Cómo adquirir conocimiento espiritual”.
El presidente Benson ha hecho hincapié en la importancia del conocimiento espiritual. El dijo:
“… debemos hacer del estudio de las Escrituras una actividad de toda la vida … una de las cosas mas importantes que podéis hacer … es compenetraros en las Escrituras. Escudriñadlas cuidadosamente. Alimentaos con la palabra de Cristo. Aprended la doctrina. Dominad los principios que se encuentran en ellas … Debéis daros cuenta de que … escudriñar las Escrituras no es una carga impuesta por el Señor, sino … una bendición y una oportunidad maravillosas” (“Las características divinas del maestro”, Liahona, ene. de 1987, pág. 48).
El presidente Spencer W. Kimball explico por que debemos concentrarnos en adquirir conocimiento espiritual, diciendo:
“El conocimiento espiritual tiene precedencia sobre todo lo demás. Lo temporal sin la base de lo espiritual es … como una sombra que se desvanece. No tenemos por que limitarnos a escoger uno de los dos … hay oportunidad de adquirir ambos simultáneamente” (The Teachings of Spencer W Kimball, editado por Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, pág. 390).
Al procurar el conocimiento espiritual, busca los principios, separando el principio en si de la explicación de este. Un principio es una verdad concentrada y preparada para aplicarse en una amplia gama de circunstancias; cuando es verdadero, hace que las decisiones sean claras aun en medio de las condiciones mas confusas. Vale la pena que nos esforcemos por resumir las verdades que escuchemos en la sencilla declaración de un principio; eso es lo que he tratado de hacer con este tema y te lo doy a conocer con la esperanza de que sea el punto de partida para iniciar tu estudio:
A fin de adquirir conocimiento espiritual y obedecerlo, se debe:
-
Buscar con humildad la luz. divina.
-
Ejercer la fe en Jesucristo.
-
Prestar atención a Sus consejos.
-
Obedecer Sus mandamientos.
Al ir recibiéndolo, ese conocimiento espiritual debe comprenderse, valorarse, obedecerse, recordarse y ampliarse.
Explicaré esas palabras con ejemplos de las Escrituras, de los profetas, y de la escuela de la experiencia propia. Deseo que mis sugerencias te ayuden durante toda tu vida en esa búsqueda de la verdad espiritual. Después, cuando llegue el momento, quizás logres el objetivo del cual habló el presidente Joseph F. Smith:
“El mayor logro que el genero humano puede alcanzar en este mundo es familiarizarse tan completa y perfectamente con la verdad divina que ningún ejemplo ni conducta pueda apartarlos jamas del conocimiento que han recibido …
‘Desde mi niñez he deseado aprender los principios del evangelio de tal manera … que, no obstante quien se apartara de la verdad … mi fundamento permaneciera seguro … en las verdades que he aprendido … (véase Doctrina del Evangelio, pág. 4).
Como el presidente Smith, tu y yo necesitamos ese fundamento seguro a fin de mantener nuestra vida concentrada en la rectitud y evitar que nos arrastren las implacables olas de lo mundano. Los siguientes pasajes de las Escrituras nos enseñan por que debemos buscar la verdad divina:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105; cursiva agregada).
“… yo, el Señor … seré una luz para aquellos que oigan mis palabras” (2 Nefi 10:14; cursiva agregada).
“… soy yo el que hablo; soy la luz que brilla en las tinieblas, y por mi poder te doy estas palabras.
“… Pon tu confianza en ese Espíritu que induce a hacer lo bueno, si, a obrar justamente, a andar humildemente, a juzgar con rectitud, y este es mi Espíritu …
“… Te daré mi Espíritu, el cual iluminara tu mente y llenara tu alma de gozo;
“y … por este medio sabrás todas las cosas que de mi deseares, que corresponden a la rectitud, si crees con fe en mi que recibirás” (D. y C. 11:11–14; cursiva agregada).
Las analogías con la luz física nos ayudan a entender el poder de la luz espiritual. Una lámpara en un cuarto Obscuro elimina la obscuridad; sin embargo, si las tinieblas son muy intensas, tal vez venzan a la luz, como sucedería si se sumergiera una bombilla eléctrica encendida en un recipiente de tinta negra. La luz espiritual vence a las tinieblas de la ignorancia y la incredulidad. Cuando la transgresión obscurece la vida de una persona, el concentrarse en las verdades espirituales del evangelio atraviesa la tinieblas como un rayo láser penetra la mas obscura de las tintas.
La humildad es esencial para adquirir conocimiento espiritual. El humilde siempre está dispuesto a aprender; la humildad permite que el Espíritu nos enseñe y que recibamos instrucción de las fuentes inspiradas por el Señor, como lo son las Escrituras. Las semillas del progreso y la comprensión germinan en el fértil suelo de la humildad; su fruto es el conocimiento espiritual que te guiara en esta vida y en la venidera.
El orgulloso no puede conocer las cosas del Espíritu. Pablo enseñó esta verdad, diciendo:
“… nadie conocía las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios …
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (l Corintios 2:11, 14).
El obtener y emplear un conocimiento valioso exige mucho esfuerzo; no puedes dedicarte a probar todos los escenarios de la vida que te resulten fascinantes. Por lo tanto, debes seleccionar unos cuantos aspectos vitales en los que concentraras tus energías para aprender y dar a conocer las verdades esenciales. Bien se que se requiere un gran esfuerzo para obtener un conocimiento valioso, y esto se aplica particularmente al deseo de lograr conocimiento espiritual. El presidente Kimball lo dijo con estas palabras:
“Los tesoros de conocimiento temporal y espiritual se hallan ocultos, pero solo están escondidos de aquellos que no los busquen en forma apropiada ni luchen por obtenerlos … El conocimiento espiritual no se obtiene con solo pedirlo; las oraciones no son suficientes en este caso, sino que es necesario persistir y dedicar la vida a buscarlos … De todos los tesoros de conocimiento, el mas esencial es el de conocer a Dios” (The Teachings of Spencer W Kimball, editado por Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, pág. 390).
El presidente Brigham Young aprendió la verdad escuchando con gran atención a José Smith y esforzándose por entender todo lo que se le enseñara mediante la palabra, el ejemplo y el Espíritu; las instrucciones que recibió han bendecido a generaciones enteras y lo prepararon a el para aprender otras y enseñar mucho mas de lo que personalmente había recibido del profeta José Smith. Sigan su ejemplo.
La necesidad de ejercer la fe en Jesucristo es absolutamente esencial; es el fundamento del plan de salvación. Cuando se une ese ejercicio de la fe con un esfuerzo sincero y basado en el deseo de escuchar Sus consejos, se obtiene el progreso y se reciben bendiciones. El Salvador dijo:
“Y ahora os doy el mandamiento … de estar diligentemente atentos a las palabras de vida eterna.
“Porque viviréis de toda palabra que sale de la boca de Dios.
“Porque la palabra del Señor es verdad, y lo que es verdad es luz, y lo que es luz es Espíritu, a saber, el Espíritu de Jesucristo.
“Y el Espíritu da luz a todo hombre que viene al mundo; y el Espíritu ilumina a todo hombre en el mundo que escucha la voz del Espíritu.
“Y todo aquel que escucha la voz del Espíritu, viene … [al] Padre” (D. y C. 84:43–47; cursiva agregada).
La función de la obediencia para obtener conocimiento espiritual es crucial, como lo confirma este comentario del presidente Joseph Fielding Smith:
“El Señor nos da dones; El nos aviva la mente, nos da … un conocimiento tan profundamente arraigado en nuestra alma que … jamás se desarraigará si buscamos la luz … y la comprensión que se nos prometen y que podemos recibir siempre que seamos verídicos y fieles a todo mandamiento y deber que correspondan al Evangelio de Jesucristo” (en “Conference Report”, oct. de 1958, pág. 22).
Para obedecer los mandamientos, tenemos que conocerlos, y la mejor fuente para ello son las Escrituras. El presidente Joseph Fielding Smith dio esta admonición:
“En la actualidad, nos encontramos asediados por personas malvadas que se esfuerzan por destruir el testimonio de los miembros de la Iglesia, y muchos … están en peligro porque les falta comprensión y no buscan la guía del Espíritu … es un mandamiento del Señor que los miembros … sean diligentes … y estudien … las verdades fundamentales del evangelio. Toda persona que se haya bautizado en la Iglesia puede tener un testimonio firme … pero este … se ira extinguiendo y desaparecerá sin … el estudio, la obediencia y la búsqueda asidua que se necesitan para conocer y comprender la verdad” (véase”Conference Report”, oct. de 1963, pág. 22).
Las verdades espirituales profundas no pueden simplemente transmitirse de la mente y el corazón de una persona a otra, sino que el conocerlas requiere fe y un esfuerzo constante. Recibimos la verdad poco a poco por medio de la fe, con grandes esfuerzos y, a veces, con denodadas luchas, el Señor lo ha dispuesto así a fin de que maduremos y progresemos. Moroni dijo: “… no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe” (Éter 12:6). Para explicar esa verdad, el presidente Harold B. Lee dio esta enseñanza:
“La sangre del Salvador, Su expiación, nos salvara, pero sólo después que nosotros mismos hayamos hecho todo lo posible por salvarnos obedeciendo Sus mandamientos. Todos los principios del evangelio son principios que llevan consigo una promesa, por medio de los cuales se despliegan ante nosotros los planes del Todopoderoso” (Ye Are the Light of the World, Salt Lake City: Deseret Book Company, 1974, pág. 245).
Al desplegarse ante nuestros ojos el conocimiento, es preciso comprenderlo, valorarlo, obedecerlo, recordarlo y ampliarlo. Lo explicaré:
-
Comprenderlo: Al enfrentarte con cada elemento de la verdad, debes examinarlo cuidadosamente relacionándolo con el conocimiento que tenías antes para determinar dónde aplicarlo. Reflexiona sobre el; examínalo por todas partes; estúdialo desde todos los ángulos para descubrir su significado escondido; contémplalo en su verdadera perspectiva para asegurarte de no haber caído en conclusiones falsas. La reflexión con la ayuda de la oración te dará mayor comprensión. Esa evaluación será particularmente importante cuando la verdad te llegue bajo la forma de una impresión del Espíritu.
-
Valorarlo: Expresando gratitud demuestras el valor que le das al conocimiento, especialmente cuando es en una oración sincera. El Señor dijo: “Y el que reciba todas las cosas con gratitud será glorificado; y le serán añadidas las cosas de esta tierra, hasta cien tantos, sí, y mas” (D. y C. 78:19).
-
Obedecerlo: La obediente aplicación de la verdad es la manera mas segura de tenerla contigo eternamente. El uso prudente del conocimiento llenara tu vida con su preciado fruto.
-
Recordarlo: A menos que proveas un medio para conservarla, esa potente dirección espiritual puede ser destruida o relegada a un rincón. Brigham Young dijo “Si amas la verdad, la recordaras” (Discources of Brigham Young, sel. por John A, Widtsoe, Salt Lake City: Deseret Book Company, 1954, pág. 10). El conocimiento que se archive cuidadosamente estará siempre disponible en momentos de necesidad. Debes mantener en un rincón sagrado de tu ser los datos que sean espiritualmente íntimos, un lugar que le comunique al Señor el valor que les das. Esa costumbre hará posible que recibas mas luz.
-
Ampliarlo: Con esto me refiero a los beneficios que recibirás al esforzarte por ampliar, extender y aumentar tu comprensión de la verdad. Emplea las Escrituras y las palabras de los profetas para expandir tu conocimiento Veras que cuando trates de darlo a conocer a los demás, muchas veces se te recompensara dándote mas, con una nueva luz que inunde tu mente y tu corazón (véase D. y C. 8:2–3).
Hemos llegado al fin de una gran conferencia. Sin mucho esfuerzo de tu parte, has recibido por medio de sus mensajes la verdad inspirada. Posesiónate de estas verdades por medio del estudio y de la aplicación reflexiva, y haciendo lo que hizo Spencer W. Kimball al finalizar una conferencia:
“Mientras me encontraba sentado en el estrado, tome la determinación de que al regresar a mi hogar tras la finalización de esta conferencia hoy, habrá muchos, muchos aspectos de mi vida que puedo perfeccionar; he hecho una lista mental de los mismos, y espero ponerme a trabajar en ellos tan pronto como esta conferencia termine” (véase “Las palabras de los lideres”, Liahona, feb. de 1976, pág. 95).
El privilegio de aprender la verdad absoluta es para mi muy sagrado. Me maravilla el que nuestro Padre Celestial y su Amado Hijo estén dispuestos, e incluso deseosos de que aprendamos de Ellos. Te pido que emplees lo que te he dicho con sumo cuidado y diligencia, debido al extraordinario privilegio que se da a todos los que estamos preparados para que se nos enseñe la verdad eterna. Obtener conocimiento espiritual no es un proceso mecánico, sino un privilegio sagrado basado en una ley espiritual. Testifico que te es posible recibir ayuda inspirada. Pídele humildemente a tu Padre Eterno; busca la luz divina; ejerce la fe en el Salvador; empéñate en prestar atención a Sus consejos y en obedecer Sus mandamientos. El te bendecirá y te guiara mientras caminas por este mundo, que muchas veces es traicionero.
Testifico que El guía Su Iglesia. El te conoce personalmente y te ama. Si andas con fiel obediencia, El te bendecirá, te inspirará y te guiará para obtener conocimiento y capacidad mayores. Certifico que El vive, en el nombre de Jesucristo. Amén.