Octubre 2002
Contenido
Sesión del sábado por la mañana
“¡Oh, si fuera yo un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón…!”
Gordon B. Hinckley
Llamados por Dios
L. Tom Perry
La Iglesia mundial es bendecida por la voz de los profetas
Dieter F. Uchtdorf
Una voz de alegría para nuestros hijos
Coleen K. Menlove
Rodeados por “los brazos de [Su] amor”
Neal A. Maxwell
¿Cómo me beneficia a mí?
James E. Faust
Sesión del sábado por la tarde
El sostenimiento de oficiales de la Iglesia
Thomas S. Monson
“¿No son diez los que fueron limpiados?”
David B. Haight
El diezmo: Una prueba de fe con bendiciones eternas
Robert D. Hales
Y si no
Lance B. Wickman
Por sacrificios se dan bendiciones
Robert K. Dellenbach
“Llamados a servir”
Jeffrey R. Holland
“Bienaventurados los pacificadores”
Russell M. Nelson
Sesión del sacerdocio
El patriarca de estaca
Boyd K. Packer
La generación más grandiosa de misioneros
M. Russell Ballard
Creo que puedo y sabía que podía
Paz, cálmense
A los hombres del sacerdocio
Sesión del domingo por la mañana
Modelos que debemos seguir
A donde me mandes iré
Dallin H. Oaks
Para que todos sean uno en nosotros
D. Todd Christofferson
La mujer de fe
Margaret D. Nadauld
Elévense a la altura de su llamamiento
Henry B. Eyring
El maravilloso fundamento de nuestra fe
Sesión del domingo por la tarde
¿Hallará [Él] fe en la tierra?
Joseph B. Wirthlin
Para quedar libre de las pesadas cargas
Richard G. Scott
El someterse al influjo del Santo Espíritu
Kenneth Johnson
Diversión y felicidad
Claudio R. M. Costa
¡A Sión venid, pues, prestos!
Keith B. McMullin
Papá, ¿estás despierto?
F. Melvin Hammond
Cada uno… una persona mejor
Reunión General de la Sociedad de Socorro
Con santidad de corazón
Bonnie D. Parkin
Bendigamos a nuestras familias por medio de los convenios
Kathleen H. Hughes
Caridad: Una familia y un hogar a la vez
Anne C. Pingree
Todas son enviadas del cielo