“‘Te enviaré dos maestros’”, Historias mundiales: Tonga, 2018
“‘Te enviaré dos maestros’”, Historias mundiales: Tonga
“Te enviaré dos maestros”
El 15 de julio de 1891, cuando Brigham Smoot y Alva J. Butler llegaron a Nuku‘alofa, rápidamente se difundió la noticia de la llegada de los misioneros Santos de los Últimos Días. Al día siguiente, Smoot y Butler se reunieron con el rey George Tupou I. El rey, que recientemente había establecido la Iglesia libre de Tonga, escuchó la lectura de los Artículos de Fe en tongano y luego aceptó que los misioneros predicaran en su reino.
A pesar de la bondad del rey, a Smoot y a Butler se les opusieron ministros de otras religiones. El pueblo de Tonga, aunque por lo general era amigable, mostraba poco interés por el mensaje de los misioneros. Los misioneros dedicaban su tiempo a estudiar tongano y a entretener a visitantes curiosos, pero tenían pocos conversos. Durante seis años, los misioneros asignados a Tonga predicaron en muchas islas, pero con poco éxito. En 1897, se cerró la misión.
En marzo de 1907, Thomas S. Court, el presidente de la Misión Samoana, visitó Vava‘u para comprar caballos y estudiar la posibilidad de retomar la obra misional en Tonga. En Neiafu, Court conoció a ‘Iki Tupou, el capitán del puerto local, quien lo invitó a quedarse en su casa y lo ayudó a obtener dos caballos de tiro. A cambio, Tupou solicitó a Court que les enviara maestros para una escuela. “Te enviaré dos maestros”, prometió Court con gratitud.
En junio de 1907, Court envió a Heber J. McKay y William O. Facer a Neiafu con instrucciones de fundar una escuela. Tupou presentó a McKay y Facer a su primo, ‘Isileli Namosi, un converso que se había bautizado en 1896. Al poco tiempo, los misioneros se enteraron de que a Namosi se le había ofrecido el título nobiliario de Fulivai, el más importante de Vava‘u, pero que se le había retirado el ofrecimiento cuando se descubrió que era miembro de la Iglesia. A pesar de eso, Namosi se mantuvo fiel, invitó a los misioneros a vivir en su casa y les ofreció una habitación donde pudieran llevar a cabo clases escolares. El pueblo de Neiafu reaccionó con entusiasmo ante la nueva escuela y, al poco tiempo, la asistencia resultó demasiado alta para la casa de Namosi. Los misioneros alquilaron una habitación más grande en una casa que el rey visitaba con frecuencia, adonde trasladaron la escuela.
Llegaron muchas peticiones de muchas aldeas de Vava‘u para que los misioneros abrieran nuevas escuelas y predicaran el Evangelio. En 1909, el pueblo de Ha‘alaufuli invitó a los misioneros a su aldea y les proporcionó un lugar donde llevar a cabo las clases y un centro para celebrar las reuniones de la Iglesia. Al poco tiempo, se bautizaron setenta y cinco conversos y se organizó una rama. Poco después, los miembros de la Iglesia recaudaron dinero para comprar una escuela para la Iglesia vendiendo pulpa de coco deshidratado.
Ha‘alaufuli llegó a ser el centro de la actividad de la Iglesia en Vava‘u, y los miembros empezaron a compartir el Evangelio con su familia y sus amigos de otras islas. Los misioneros pronto empezaron a recibir peticiones de otras islas y se los envió a abrir escuelas y a predicar el Evangelio.
A medida que la Iglesia se extendía por Tonga, el rey George Tupou II y una delegación de altos jefes visitaron a Pita Afu, el alto jefe de Ha‘alaufuli y Santo de los Últimos Días. En una colina con vistas a Vava‘u, el rey ofreció a Afu la tierra que quisiera si renunciaba a su fe. “Con el debido respeto”, respondió Afu, “no hay suficiente tierra en todo el reino de Tonga que pueda tentarme a alejarme de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.