2002
Informe de la Conferencia General Semestral número 171 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Enero de 2002


Informe de la Conferencia General Semestral número 171 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Discursos y acontecimientos que tuvieron lugar los días 6 y 7 de octubre de 2001 en el Centro de Conferencias, en Salt Lake City, Utah

“No es necesario recordarles que vivimos en tiempos peligrosos…”, dijo el presidente Gordon B. Hinckley el domingo por la mañana, 7 de octubre de 2001. “Ahora bien, no quiero ser un alarmista; no quiero ser un profeta de calamidades. Soy optimista. No creo que haya llegado el tiempo en el que una total destrucción acabe con nosotros. Ruego fervientemente que no sea así. Hay tanto aún por hacer de la obra del Señor. Nosotros, y nuestros hijos después que nosotros, debemos llevarla a cabo”.

Agregó: “No hay necesidad de temer. Podemos tener paz en nuestros corazones y paz en nuestros hogares. Cada uno de nosotros puede ser una influencia para bien en este mundo.”

Durante el discurso que pronunció el domingo por la tarde, el presidente Hinckley dijo: “Ahora, en el día de hoy, nos vemos ante problemas particulares, graves, arrolladores, difíciles y que nos producen honda preocupación. Sin duda, tenemos necesidad del Señor… Nuestra seguridad yace en la virtud de nuestras vidas. Nuestra fortaleza yace en nuestra rectitud. Dios ha indicado claramente que si no le abandonamos a Él, Él no nos abandonará a nosotros”.

Al clausurar la conferencia, el presidente Hinckley oró al Señor: “Bendice la causa de la paz y devuélvenosla pronto”.

Las sesiones de la conferencia general fueron dirigidas por el presidente Hinckley, el presidente Thomas S. Monson, Primer Consejero de la Primera Presidencia, y el presidente James E. Faust, Segundo Consejero.

Las medidas administrativas de la conferencia que se llevaron a cabo durante la sesión del sábado por la tarde afectaron a los Quórumes de los Setenta y a la presidencia general de la Escuela Dominical y a la de los Hombres Jóvenes. En la Presidencia de los Setenta se realizaron dos cambios; se relevó a cinco miembros del Primer Quórum de los Setenta y se les otorgó el estado de Autoridad General emérita; se relevó a cuatro miembros del Segundo Quórum de los Setenta; se relevó a veinticuatro Autoridades de Área Setenta y se llamó a tres nuevas Autoridades de Área Setenta; y se reorganizó la presidencia de la Escuela Dominical y la de los Hombres Jóvenes (véase la pág. 126 de este ejemplar).

Las sesiones de la conferencia se transmitieron a muchos centros de estaca de los Estados Unidos y Canadá, el Caribe, México y Centroamérica; diez países de Sudamérica; el Reino Unido e Irlanda; otros 19 países europeos; y Sudáfrica. Las sesiones generales se transmitieron vía satélite a aproximadamente 1.500 sistemas de televisión por cable y a estaciones de radio y televisión de los Estados Unidos y Canadá como servicio público. La conferencia también estuvo disponible a través del canal BYUTV en Dish Network. Las sesiones generales de la conferencia también se transmitieron en vivo por Internet en www.lds.org/broadcast en 38 idiomas. Las cintas video de las sesiones de la conferencia se pusieron a la disposición de las áreas de la Iglesia en las que no se recibió la transmisión. —Los editores