Enseñanzas para nuestra época 2002
Las reuniones del Sacerdocio de Melquisedec y de la Sociedad de Socorro que se llevan a cabo el cuarto domingo del mes se deben dedicar a “Enseñanzas para nuestra época”. Cada año, la Primera Presidencia asigna 10 temas con sus correspondientes materiales de consulta para que se utilicen en esas reuniones. A continuación se proporcionan los temas y los materiales de consulta para el año 2002. Las presidencias de estaca o de distrito escogerán los dos temas adicionales.
Los temas que se sometan a discusión en las reuniones del cuarto domingo deben basarse en uno o quizás en dos de los materiales de consulta designados que mejor satisfagan las necesidades de los miembros del quórum o de la clase, y se adapten a sus circunstancias. No es necesario que los maestros utilicen todos los materiales de consulta. Se alienta a los líderes y a los maestros a no hacer de los temas un sermón o una disertación, sino a ponerlos a discusión de clase; ellos deben pensar en la forma de alentar a los miembros del quórum o de la clase a aplicar los principios que se hayan analizado. En La enseñanza: el llamamiento más importante [36123 002] y en la Guía para la enseñanza [34595 002] se pueden encontrar sugerencias sobre cómo preparar y realizar análisis de quórum o de clase.
1. Jesús de Nazaret, Salvador y Rey
Mateo 1:18–21; Hechos 4:8–12; 3 Nefi 11:7–17.
“Testigos especiales de Cristo”, Liahona, abril de 2001, págs. 2–24 (video opcional, Testigos especiales de Cristo, artículo 53584 002).
Russell M. Nelson, “Jesús el Cristo: Nuestro Maestro y más”, Liahona, abril de 2000, págs. 4–19.
“Jesucristo, nuestro fundamento seguro”, lección 1 , La Mujer Santo de los Últimos Días, Parte B [31114 002].
2. Convertirse verdaderamente como familia y en forma individual
Lucas 18:18–30; Mosíah 4:6–7; 5:2; Alma 5:14–35.
Gordon B. Hinckley, “El milagro de la fe”, Liahona, julio de 2001, págs. 82–85.
L. Tom Perry, “Discipulado”, Liahona, enero de 2001, págs. 72–74.
Dallin H. Oaks, “El desafío de lo que debemos llegar a ser”, Liahona, enero de 2001, págs. 40–43.
“La caridad”, capítulo 30, Principios del Evangelio [31110 002].
3. Permanecer fieles a nuestros convenios bautismales
Mateo 3:13–17; 2 Nefi 31:5–20; Mosíah 18:7–10.
James E. Faust, “Nacer de nuevo”, Liahona, julio de 2001, págs. 68–71.
Robert D. Hales, “El convenio del bautismo: Estar en el reino y ser del reino”, Liahona, enero de 2001, págs. 6–9.
“El bautismo: Un convenio continuo”, lección 29, Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A [31111 002].
4. Encontrar gozo y paz por medio de la Expiación
Isaías 1:16–20; 2 Nefi 9:18–21; Alma 34:14–16; 38:8–9; D. y C. 18:10–13.
Boyd K. Packer, “‘El toque de la mano del Maestro’”, Liahona, julio de 2001, págs. 25–28.
Richard G. Scott, “El camino hacia la paz y el gozo”, Liahona, enero de 2001, págs. 31–33.
“El arrepentimiento”, capítulo 19, Principios del Evangelio.
5. Desarrollar un testimonio de las verdades del Evangelio
Juan 7:17; Alma 5:44–46; 32:27–28; Éter 12:6; Moroni 10:4–5; D. y C. 6:20–23.
James E. Faust, “Un testimonio cada vez mayor”, Liahona, enero de 2001, págs. 69–71.
Joseph B. Wirthlin, “Un testimonio puro”, Liahona, enero de 2001, págs. 27–30.
“Un testimonio del Evangelio de Jesucristo”, lección 26, Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A.
6. Proporcionar a los hijos una herencia de fe
Proverbios 22:6; Mateo 5:13–16; Tito 2:1–8; 1 Nefi 1:1; D. y C. 68:25–28.
Gordon B. Hinckley, “El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud”, Liahona, abril de 2001, págs. 30–41.
David B. Haight, “Sean un eslabón fuerte”, Liahona, enero de 2001, págs. 23–25.
“La familia puede ser eterna”, capítulo 36, Principios del Evangelio.
7. Fortalecer al hogar y a la familia en contra de la maldad
Isaías 52:11; Juan 15:1–4; Jacob 3:10–12; D. y C. 121:45.
Thomas S. Monson, “La pornografía: Ese propagador mortal”, Liahona, noviembre de 2001, págs. 2–6.
Neal A. Maxwell, “Los artificios y las tentaciones del mundo”, Liahona, enero de 2001, págs. 43–46.
“La pureza moral”, lección 34, Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A.
8. La participación en el servicio misional como familia y en forma individual
Marcos 16:15; D. y C. 18:15–16; 34:4–6; 60:1–2; 88:81; 123:12.
M. Russell Ballard, “Los miembros son la clave”, Liahona, septiembre de 2000, págs. 12–21.
Jeffrey R. Holland, “‘Me seréis testigos’”, Liahona, julio de 2001, págs. 15–17.
“La obra misional”, capítulo 33, Principios del Evangelio.
9. Encontrar y alimentar a las ovejas perdidas del Señor
Lucas 10:25–37; Efesios 2:19; Alma 31:34–35; D. y C. 18:15–16.
Thomas S. Monson, “Tu jornada eterna”, Liahona, julio de 2000, págs. 56–59.
Henry B. Eyring, “‘Velad conmigo’”, Liahona, julio de 2001, págs. 44–47.
“El hermanamiento es una responsabilidad del sacerdocio”, lección 10, Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte B.
10. Recibir las bendiciones del templo
Salmos 24:3–5; D. y C. 109:12–23; 110:6–10.
Boyd K. Packer, “El santo templo”, Liahona, junio de 1992, págs. 14–23.
Russell M. Nelson, “La preparación personal para recibir las bendiciones del templo”, Liahona, julio de 2001, págs. 37–40.
“La historia familiar y el llevar registros”, lección 8, Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte B.