Bienvenidas a las Mujeres Jóvenes
Un mensaje especial para las niñas de once años de edad.
Mutual. Progreso Personal. Lema. ¿Te parecen conocidas estas palabras? Si eres una niña que está a punto de cumplir los doce años, no tardarás en oírlas todo el tiempo. Le pedimos a la hermana Susan W. Tanner, presidenta general de las Mujeres Jóvenes, y a su segunda consejera, la hermana Elaine S. Dalton, que nos dijeran todo lo que ustedes deben saber para ingresar en las Mujeres Jóvenes.
¿Lo primero?
“¡Les amamos!”, dice la hermana Tanner. “Ustedes son inocentes, bellas y entusiastas y desean hacer el bien. Nos da mucho gusto de que vayan a formar parte de las Mujeres Jóvenes y les daremos la bienvenida con los brazos abiertos”.
Su primer domingo
Ya han cumplido doce años. ¿Qué será diferente este domingo? En vez de ir al Tiempo para compartir, empezarán a ir a las Mujeres Jóvenes. La hermana Tanner dice: “Estarán allí personas cariñosas para recibirlas: líderes de las Mujeres Jóvenes que han estado observando su progreso y que están ansiosas por darles la bienvenida, la presidencia de la clase de Abejitas y otras amigas”.
Una abejita es una jovencita entre 12 y 13 años de edad, o, en otras palabras, ¡tú! A las jovencitas entre 14 y 15 años de edad se les llama Damitas, y a las que tienen entre 16 y 18 años se les llama Laureles.
A pesar de que la organización de las Mujeres Jóvenes es diferente de la de la Primaria, no tienes nada que temer. “Se te ha preparado con tierno cuidado en la Primaria, y te encuentras lista”, comenta la hermana Dalton. “Tienes los comienzos de un firme testimonio, el cual seguirá creciendo a medida que avances en las Mujeres Jóvenes”.
El lema y los valores de las Mujeres Jóvenes
“Somos hijas de un Padre Celestial que nos ama y nosotras lo amamos a Él”.
Has escuchado el mismo mensaje en la Primaria, explica la hermana Tanner, cuando aprendiste a cantar “Soy un hijo de Dios” (Canciones para los niños, págs. 2–3), pero no es una nueva estrofa, sino que es la primera línea del lema de las Mujeres Jóvenes.
“Es muy importante que ese mensaje se te quede grabado en el corazón”, dice la hermana Tanner. “El tener un firme testimonio de que eres una amada hija espiritual de nuestro Padre Celestial influye en todo lo que piensas y en la forma en que respondes a los desafíos de la vida; te brinda valor”.
La hermana Dalton agrega: “Si sabes quién eres, eso te dará la fuerza, el deseo y la dedicación para ser testigo de Dios, y eso es muy importante en estos últimos días”.
El formar parte de las Mujeres Jóvenes puede ayudar a prepararte para el futuro a medida que aprendes los siete valores que figuran en el lema: fe, naturaleza divina, valor individual, conocimiento, elección y responsabilidad, buenas obras e integridad.
Cuando te pongas de pie para recitar el lema, no te preocupes si aún no lo sabes; dentro de poco, no sólo sabrás las palabras de memoria, sino que tendrás el deseo de vivir de acuerdo con ellas.
Progreso Personal
“Me encanta el nombre Progreso Personal, porque es exactamente lo que dice ser”, afirma la hermana Tanner. “El plan de nuestro Padre Celestial es que cada una de nosotras progrese en la vida”.
Al igual que el programa de la Primaria: Fe en Dios, el Progreso Personal es un medio para “acercarte a nuestro Padre Celestial; puedes poner en práctica el cumplir promesas y aprender a guardar convenios”, dice la hermana Tanner. Pero el programa Progreso Personal es diferente del de Fe en Dios, ya que las metas se enumeran en siete categorías, o sea, siete valores.
La hermana Dalton señala: “Al trabajar en tu Progreso Personal, utilizarás las Escrituras, lo que te servirá para sentir el Espíritu”. Empezarás a tener una mejor comprensión de las Escrituras, de tu propia valía y de tus convenios bautismales; entonces estarás preparada para concertar los convenios del templo.
“Es por eso que el librillo del Progreso Personal tiene un templo en la cubierta”, afirma la hermana Tanner; “te recuerda que el Progreso Personal es la manera de prepararte”.
Actividades y charlas fogoneras
La noche de actividades, o la Mutual, se lleva a cabo cada semana. Por lo general te reunirás con las Mujeres Jóvenes o sólo con tu clase de Abejitas, pero una vez al mes esa actividad incluirá también a los Hombres Jóvenes. Podrán disfrutar de una actividad cultural, prestar servicio, aprender una destreza, jugar a un deporte y ¡divertirse siempre!
El ser parte de las Mujeres Jóvenes te puede dar también la oportunidad de asistir a charlas fogoneras, a conferencias para la juventud y a otras reuniones. Cada año, el sábado antes de la conferencia general de abril, disfrutarás de una sesión especial que se transmite por todo el mundo, semejante a la conferencia general: es la reunión general de las Mujeres Jóvenes. Allí oirás consejos de nuestros profetas y líderes, dirigidos especialmente a ti.
Campamento
“Éste es el momento en que dejas atrás al resto del mundo para entrar en el bello mundo de nuestro Padre Celestial y sentir Su amor por ti”, dice la hermana Tanner. No sólo te divertirás mucho al aire libre, sino que también sentirás “que formas parte de la familia eterna de nuestro Padre Celestial”. Podrás realizar caminatas, cantar, reír, aprender y hacer manualidades; pero muchas jovencitas están convencidas de que la reunión de testimonios es lo mejor de todo.
¡Espera, hay más!
Por ser parte de las Mujeres Jóvenes, no sólo recibirás muchos dones, sino que también podrás dar de ti misma.
La hermana Dalton dice: “En las Mujeres Jóvenes podrás cultivar más tus talentos y utilizarlos para bendecir a los demás. Ahora mismo puedes prepararte para las Mujeres Jóvenes con tus propios talentos”. Por ejemplo, si tomas clases de piano, tal vez se te pida tocar durante los ejercicios de apertura de las Mujeres Jóvenes o de la Mutual.
Aún más, es posible que recibas tu primer llamamiento en las Mujeres Jóvenes. Cada clase, si es lo suficientemente grande, cuenta con una presidenta, dos consejeras y una secretaria. La hermana Dalton comenta: “La presidencia de la clase velará por ti y se asegurará de que seas feliz y de que se te informe de todas las actividades. Al observarlas, asegúrate de prestar atención ya que en algún momento serás llamada a ser parte de la presidencia de alguna clase. En esa función, podrás aprender cualidades de liderazgo que te servirán durante toda tu vida”.
Otra forma de contribuir es estar animada. La hermana Tanner afirma: “Comparte tu entusiasmo cuando formes parte de las Mujeres Jóvenes. Visité a un grupo de las Mujeres Jóvenes en el que había unas siete jovencitas; la menor levantaba la mano cada vez que se hacía una pregunta y contribuía con buenas ideas. Pensé: ‘¡No es tímida!’ ”.
No tengas miedo de dar de ti misma, y recibirás aún más.
Miembro de las Mujeres Jóvenes dondequiera que estés
Tal vez tu barrio o rama sean muy pequeños para que en tu clase haya una presidencia; quizás vives muy lejos para asistir a las actividades todas las semanas, ¡pero aún puedes participar en las Mujeres Jóvenes! A pesar de que seas la única mujer joven de tu barrio o rama, puedes repetir el lema cada semana; puedes aprender a vivir de acuerdo con sus valores y siempre puedes trabajar en tu Progreso Personal.
La hermana Tanner dice: “No importa dónde estés, y no importa cuáles sean tus circunstancias, eres una jovencita de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Siempre puedes progresar personalmente hacia las metas del templo y venir a Cristo”.
Y precisamente de eso trata las Mujeres Jóvenes.