2007
Nuevos folletos que se centran en preparar ‘todo lo que fuere necesario’
Agosto de 2007


Nuevos folletos que se centran en preparar “todo lo que fuere necesario”

Durante años, el presidente Gordon B. Hinckley ha alentado a los miembros de la Iglesia a obedecer el consejo de D. y C. 109:8 referente a “prepara[r] todo lo que fuere necesario”. A fin de ayudar a los miembros de la Iglesia a tener presente este consejo, se están poniendo a la disposición de los miembros dos nuevos folletos dedicados al almacenamiento familiar en el hogar y a la economía familiar.

Agrupados bajo un mismo título, Preparad todo lo que fuere necesario, el folleto subtitulado El almacenamiento familiar en el hogar repasa principios básicos, como por ejemplo: cómo preparar una reserva de provisiones para tres meses, un aprovisionamiento de agua potable, una reserva económica y un aprovisionamiento a largo plazo de alimentos básicos en los lugares donde se permita. El otro folleto, que tiene por subtítulo La economía familiar, brinda consejos sobre el pago de diezmos y ofrendas, cómo evitar la deuda, cómo utilizar un presupuesto, cómo establecer una reserva y cómo enseñar los principios de la administración económica a los integrantes de la familia.

La esencia de dichos folletos es la autosuficiencia, un principio que el presidente Hinckley ha recalcado con frecuencia.

“Hermanos, los exhorto nuevamente sobre la importancia de la independencia económica de todo miembro y familia de la Iglesia”, declaró el presidente Hinckley en la conferencia general de octubre de 2002. “Ninguno de nosotros sabe cuándo puede ocurrir una catástrofe. Las enfermedades, los accidentes y el desempleo pueden afectar a cualquiera de nosotros. Tenemos un programa grandioso de bienestar, con instalaciones para esos casos, como silos de granos en varios lugares. Es importante que lo hagamos; pero el mejor lugar para tener algunos alimentos guardados es dentro de nuestra casa, junto con un poco de dinero ahorrado” (“A los hombres del sacerdocio”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 58).

Si bien se insta a los miembros a crear su almacenamiento y unas reservas económicas familiares, éstos sólo deben hacerlo allí donde no esté prohibido y sin caer en los extremos, dijo Kevin Nield, director de los Servicios del Almacén del Obispo.

El hermano Nield espera que los miembros den oído al consejo que contienen los folletos, aunque admite que al principio el objetivo debe ser lograr un aprovisionamiento de alimentos para tres meses en vez de intentar desarrollar todo el programa de almacenamiento de un golpe, ya que ésa podría ser una tarea agobiante. “Simplifiquemos”, añadió. “Los principios son muy sencillos si los abordamos gradualmente y los encaramos con sencillez”.

Los folletos se han enviado a los líderes del sacerdocio de todo el mundo y también estarán disponibles en los ejemplares de agosto y septiembre de las revistas Ensign y Liahona, y en Internet a través de ProvidentLiving.org.