Cantando y narrando cuentos
Cuando mi esposa Sandra y yo fuimos llamados a servir en la Misión Sudáfrica Durban, empezamos a buscar un proyecto de servicio a la comunidad. Yo había sido miembro del Coro del Tabernáculo Mormón durante más de veinte años, y mi esposa, que era ayudante de biblioteca, había estado a cargo del tiempo para narrar cuentos en una escuela primaria. Cuando nuestro presidente de misión decidió iniciar la obra misional en un pueblito cercano, supimos que ésa era nuestra oportunidad.
Visitamos el pueblito y descubrimos que en las escuelas no había bibliotecas; en el pueblo había sólo una pequeña biblioteca comunitaria. Los jóvenes élderes nos presentaron a la directora de la biblioteca, a quien le explicamos que deseábamos llevar a cabo un período de lectura para niños una vez por semana. Ella se mostró escéptica, pero, tras pensarlo, accedió a dar los planes a conocer y a que nosotros lo intentáramos.
El primer día asistieron cinco niños; al poco tiempo, empezaron a llegar más. Después de varios meses, conseguimos la ayuda de una jovencita que se había convertido hacía poco y que hablaba inglés y zulú perfectamente. La asistencia al período de lectura aumentó y la directora y los padres se entusiasmaron por lo que estaba sucediendo.
A los zulúes les gusta cantar, así que a nuestro período de lectura le agregamos canciones y rimas sencillas. Al finalizar nuestra misión, efectuábamos dos o tres sesiones de tiempo de música y lectura por semana para satisfacer las necesidades de los más de cien niños que asistían. ¡Qué gran bendición era el ver a los niños en alguna otra parte y que comenzaran a cantarnos nuestras canciones y a recitarnos nuestras rimas!
Nuestro servicio en esa área dio lugar a otra bendición. A medida que aumentaba el número de miembros de la Iglesia y se hizo necesario un lugar para comenzar a llevar a cabo las reuniones dominicales, la directora de la biblioteca insistió en que usáramos la biblioteca sin costo alguno.
Estamos muy agradecidos porque el Señor nos ayudó a encontrar la manera de usar nuestros talentos, servir a la comunidad y ayudar a iniciar la obra misional en un área de la misión. ■