El don de leer y escribir
A nuestro hijo mayor le encantaba el jardín de niños y parecía que le iba bien en la escuela. Sin embargo, durante el primer año de escuela primaria, nos dimos cuenta de que era evidente que no podía leer; leía algunas palabras sueltas, pero le costaba mucho esfuerzo hacer las tareas de lectura de primer nivel. Pasaron los meses y la habilidad de leer de nuestro hijo escasamente progresó, y mi esposo y yo cada vez nos preocupábamos más.
Un día, recordé algo que mi presidente de misión había enseñado años atrás. Me habían llamado a una misión donde hablaría un idioma extranjero. El aprender ruso presentaba diferentes desafíos para todos los misioneros, y nuestro presidente de misión nos aconsejó que leyéramos el Libro de Mormón en ruso todos los días. Nos prometió que el poder del Libro de Mormón nos ayudaría a mejorar nuestra habilidad para comunicarnos en ruso. Y tuvo razón. Con el tiempo, pude hablar y entender mejor el idioma y mi testimonio creció.
Años después de mi misión, me encontré pensando: “Si me fue útil en ruso, ¿por qué no le serviría a mi hijo en inglés?”. Después de contarle a nuestro hijo acerca de mis dificultades para aprender ruso y del consejo de mi presidente de misión, mi esposo y yo le dimos el reto de que leyera por su cuenta el Libro de Mormón todos los días. Él dedicaba tiempo a subrayar las palabras Dios y Señor a medida que las encontraba en las páginas. Poco después, pasó a la palabra Jesús. Más tarde, elegía palabras que había visto y nos preguntaba qué significaban. Fue diligente en su lectura diaria y, hacia el final del año, su nivel de lectura había superado nuestras expectativas.
Ahora nuestro hijo está en sexto año de la escuela primaria; lee de forma excepcional y nos ayuda a enseñarles a sus cinco hermanos menores acerca del don que recibió por medio de la lectura del Libro de Mormón. Cada uno de nuestros hijos ha desarrollado excelentes técnicas para leer y ha adquirido el hábito de leer el Libro de Mormón. Ellos están comenzando a sentir su poderoso espíritu de verdad a medida que su testimonio crece.