Guiándote a casa
De un discurso de la conferencia general de abril de 2010.
Nuestro amoroso Padre Celestial quiere llevar a cada uno de Sus hijos espirituales de regreso a Él. Envió a Su Hijo Jesucristo para hacer posible un viaje seguro. También ha puesto guías y rescatadores para ayudar a Sus hijos a lo largo del camino. Los padres, hermanos, abuelos y tíos son guías y rescatadores poderosos.
Las personas con llamamientos en la Primaria también ayudan a guiar a los niños. Una mujer, cuando era más joven, formó parte de la mesa general de la Primaria que ayudó a crear el lema HLJ. Ella enseñó en la Primaria de su barrio hasta casi los noventa años. Los niñitos podían sentir su amor y, sobre todo, debido a su ejemplo, aprendieron a sentir el Espíritu Santo y a reconocerlo.
Una tarde, mi esposa había llevado a nuestro hijo mayor a la casa de una señora que le estaba enseñando a leer. Nuestro plan era que yo lo fuera a recoger camino de regreso a casa del trabajo.
La clase terminó antes de lo que esperábamos y, como él se sentía seguro de que conocía el camino de regreso a nuestra casa, empezó a caminar. Después de haber caminado casi un kilómetro, empezó a oscurecer. Todavía estaba muy lejos de casa.
Las luces de los autos que pasaban cerca de él se veían borrosas a causa de las lágrimas. Se dio cuenta de que necesitaba ayuda, así que se alejó de la calle y encontró un lugar para arrodillarse.
En medio de los arbustos, oyó voces que se acercaban hacia él. Dos jóvenes lo habían oído llorar. Le preguntaron: “¿Podemos ayudarte?”. Les dijo que estaba perdido y que quería regresar a casa. Le preguntaron si sabía el número de teléfono o la dirección de su casa, pero él no los sabía. Lo llevaron al lugar cercano donde vivían, y encontraron nuestro apellido en la guía telefónica.
Cuando recibí la llamada, me apresuré a ir al rescate, agradecido de que se hubiera puesto a gente bondadosa en su camino de regreso a casa. Y siempre he agradecido que se le enseñó a orar con fe para que recibiera ayuda cuando estuviera perdido.
Testifico que el Señor los ama a ustedes y a cada hijo de Dios. Al seguir la dirección inspirada que hay en ésta, la Iglesia verdadera de Jesucristo, llegaremos a salvo a nuestro hogar con el Padre Celestial y el Salvador.