Las bendiciones del diezmo
Pagar los diezmos trae grandes bendiciones, especialmente al ayudarnos a reconocer de mejor forma la mano del Señor en nuestra vida.
El Señor nos ha mandado pagar el diezmo. A cambio, Él promete que “abrir[á] las ventanas de los cielos y [derramará]… bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10). Sus bendiciones, sin embargo, llegan a la manera de Él, en el momento de Él, y pueden ser espirituales o temporales.
En tiempos de dificultades económicas o familiares, las bendiciones prometidas del Señor a aquellos que fielmente pagan el diezmo podrán parecer muy distantes. Pero, como lo indican los siguientes Santos de los Últimos Días, pagar el diezmo ayuda a los miembros de la Iglesia a reconocer de mejor forma la mano del Señor en sus vidas.