2014
Preparado para servir
Julio de 2014


Preparado para servir

Élder Eduardo Gavarret

“Aprende en tu juventud a guardar los mandamientos de Dios” (Alma 37:35).

Me crié en la ciudad de Minas, Uruguay. Cuando tenía seis años, mi madre y mis hermanas mayores se bautizaron en la Iglesia. Mi padre nunca se unió a la Iglesia, pero siempre estaba contento de que asistiéramos; incluso guardaba la Palabra de Sabiduría y pagaba el diezmo.

Nuestra rama era muy pequeña y no teníamos una capilla, de modo que nos reuníamos en una casa alquilada que tenía una pequeña piscina afuera que utilizábamos para los bautismos.

Al acercarse el día en que cumpliría ocho años, me sentía emocionado porque iba a ser bautizado; pero el día de mi bautismo, estaba lloviendo y hacía mucho frío. Mi mamá dijo que quizás no debería bautizarme ese día por el clima tan frío; pero era mi cumpleaños y yo me quería bautizar ese día.

Recuerdo que me puse la ropa blanca y me metí en la piscina para ser bautizado. Sabía que el agua estaría fría, pero yo no sentí el frío; sabía que estaba haciendo lo correcto y tenía un sentimiento cálido en mi interior.

Poco tiempo después, se construyó una capilla para nuestra rama. En ese entonces, los miembros de la Iglesia ayudaban a construir los centros de reuniones. Mi trabajo era recoger los clavos y los tornillos que se caían al suelo para que pudieran usarlos otra vez. Era un trabajo sencillo, pero era muy importante para mí. Me enseñó a servir, y me ayudó a prepararme para prestar servicio en la Iglesia en el futuro. Recuerda que aunque seas pequeño, las cosas que haces ahora tienen importancia.