“¿Recuerdan el relato de los pioneros?”, preguntó la mamá.
Sarah asintió; a ella le gustaban los pioneros.
“Tuvieron que caminar una distancia muy larga”, dijo la mamá. “A veces hacía mucho calor y a veces hacía mucho frío, pero siguieron caminando. Cuando llegaron a su nuevo hogar, edificaron casas y templos”.