Jóvenes adultos
No están solos, créanme
Fotografía de una mujer por Getty Images
Para cuando llegué a ser joven adulta, pensé que lo sabía todo en cuanto a la soledad. Me había mudado muchas veces al crecer, así que tenía bastante experiencia en cuanto a salir de mi zona de confort y hacer amigos; y cuando me casé con el mejor hombre del mundo, sabía que nunca más me sentiría sola, ¿verdad?
No es así.
Sentir soledad cuando uno es joven adulto es prácticamente inevitable, aunque solo sea por poco tiempo. Estamos abrumados con obligaciones que nos mantienen corriendo a un ritmo acelerado. Asumimos nuevas responsabilidades: estudiante, cónyuge, empleado(a), padre o madre. Nos mudamos lejos de nuestro hogar y familia, y se nos bombardea con enormes decisiones que debemos tomar y que, incluso, pueden aislarnos. Además, todavía tenemos que afrontar tanto las pruebas cotidianas como las pruebas inesperadas de la vida. Todo eso se suma para hacer que la soledad sea uno de los sentimientos más prevalentes entre los jóvenes adultos hoy en día. Afortunadamente, hay formas de combatir esa soledad, y de eso se trata esta sección.
En la página 44, Shaila comparte la forma en la que, en última instancia, unirse a la Iglesia la ayudó a superar la soledad. En la página 48, Mindy nos enseña la manera en la que podemos entablar y valorar amistades como lo hizo Cristo. Y, en los artículos solo en formato digital, Bella describe cómo las buenas amistades pueden influir en nosotros y da algunas sugerencias para quienes se sientan solos cuando estén lejos de sus seres queridos durante la Navidad.
Hay formas de sobreponerse a la soledad, ya sea salir y hacer nuevas amistades, establecer conexiones genuinas cada día o estrechar nuestra relación con el Salvador. Cuando nos demos cuenta de que Jesucristo siempre está con nosotros, al ver que realmente nunca estamos solos, tendremos la fuerza para salir de nuestro encierro, forjar relaciones saludables y bendecir la vida de quienes están a nuestro alrededor.
De alguien que cree en ti,
Alexandra Palmer