2024
Cosas mejores aún están por venir 
Enero de 2024


Voces de los miembros

Cosas mejores aún están por venir 

Había una vez un joven que no entendía la importancia de practicar el piano. Cuando sus padres insistían en que practicara, él no siempre estaba contento, pero siempre obedecía. Más adelante en su vida, mientras compartía su talento musical, su madre lo ayudó a ver cómo practicar el piano lo bendecía a él y a los demás. Practicar ahora es como prepararse para cosas mejores que están por venir. El desafío es ver los beneficios futuros de nuestras acciones.

Los santos de Puerto Rico adoptaron esta perspectiva cuando, hace un año, muchos miembros se unieron a los coordinadores del evento, Héctor Álvarez y su esposa, Amarilis Santiago, para preparar los eventos previos al programa de puertas abiertas del Templo de Puerto Rico. Muchas conversaciones se centraron en los preparativos para ese día tan esperado. Los voluntarios dieron un paso al frente para servir en cualquier capacidad que los coordinadores necesitaran. A través de este servicio se plantaron muchas semillas de fe y surgieron diligencia y esperanza.

¿Entendieron todos los beneficios de sus acciones? Estaban allí para servir a los demás, pero ¿se dieron cuenta de los beneficios que obtuvieron?

Alma enseñó a un pueblo humillado que, si plantaban esa semilla de fe, comenzaría a crecer dentro de ellos y el Espíritu testificaría iluminando su entendimiento. Comenzaría a ser delicioso para ellos (véase Alma 32:28, 42–43).

Los miembros que rodeaban el Templo de Puerto Rico ejercieron su fe y, al igual que aquellas personas de la época de Alma, se sintieron elevados. Sus acciones les permitieron vislumbrar la perspectiva del Señor durante su servicio en el programa de puertas abiertas. Ahora su pasión por el templo los impulsa a seguir estando cerca del templo. Reconocieron las bendiciones que estaban recibiendo y se prepararon para realizar ordenanzas en el templo. Es importante saber que nuestras oraciones, la lectura diaria de las Escrituras, la asistencia diligente a nuestras reuniones, el servicio a los demás y el trabajo en el templo crean relaciones con nuestro Padre Celestial y Jesucristo, y nos preparan para cosas mejores que están por venir. Este es Su plan para todos nosotros.