2024
Un camino más elevado y excelente
Marzo de 2024


Mensaje del Área

Un camino más elevado y excelente

En el siglo pasado, mis abuelos paternos enfrentaron una gran crisis, perdieron su hogar y su próspero negocio. Además, su quinto hijo de un año, enfermó gravemente y los médicos no pudieron hacer nada más por él. Al regresar sin esperanzas a su hogar, encontraron a su nueva vecina, una hermana fiel y miembro de la Iglesia de Jesucristo, quien les ofreció una bendición del sacerdocio a través de los misioneros. El niño que esa noche se curó milagrosamente, hoy es mi padre.

Mis abuelos aprendieron que aún en los momentos más oscuros, existe un poder más grande y una senda más excelente. Sus vidas y las de su posteridad mejoraron por seguir adelante, confiando en la senda del Salvador, al hacer y luego cumplir sus convenios.

El Libro de Mormón contiene enseñanzas claras y necesarias para este tiempo. Desde su portada aprendemos que Dios ha hecho siempre convenios con Su pueblo, para extenderles promesas y bendecirlos.

A través de las ordenanzas, nos unimos por convenio a nuestro Salvador, quien nos guía en nuestra búsqueda de salvación y exaltación.

En el Libro de Mormón, Nefi nos insta a seguir adelante con firmeza en Cristo:

“Por tanto, debéis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, si marcháis adelante, deleitándoos en la palabra de Cristo, y perseveráis hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna. […]

“Esta es la senda; y no hay otro camino, ni nombre dado debajo del cielo por el cual el hombre pueda salvarse en el reino de Dios” (2 Nefi 31:20–21).

El estrecho y angosto camino que conduce a la vida eterna, esta senda, aunque desafiante, es también fuente de alegría y protección ya que nos conducirá a la salvación.

Nuestro profeta, Russell M. Nelson, nos recuerda:

“Si ustedes y yo vamos a resistir los peligros y las presiones venideras, es imprescindible que cada uno de nosotros tenga un firme cimiento espiritual edificado sobre la roca de nuestro Redentor, Jesucristo”1.

Nuestro Salvador dio Su vida por nosotros y por medio de Su sacrificio nos ofrece un plan de misericordia para ayudarnos a sobrellevar los desafíos de la vida. Mediante Su amor y el poder divino del Padre, podemos vivir un camino más elevado y excelente.

“Dios ha preparado un camino más excelente; y es por la fe que se ha cumplido” (Éter 12:11).

Estas bendiciones y promesas son accesibles para nosotros si aceptamos Sus ordenanzas sinceramente, procuramos comprenderlas, hacemos convenio de observarlas y hacemos todo cuanto podamos por perseverar.

Al hacer convenios con el Padre, el Espíritu nos sellará como suyos. Es esencial revisar periódicamente nuestra senda de los convenios y recordar cómo nos conectan con nuestro Salvador. Los convenios son:

Bautismo y confirmación: Prometemos guardar los mandamientos, mantener a Jesucristo en nuestros pensamientos diariamente y ser sus discípulos. A cambio, recibimos el poder y la compañía constante del Espíritu Santo. Cada domingo renovamos ese convenio por medio de la Santa Cena.

Sacerdocio: Cuando los varones reciben el sacerdocio, realizan dos convenios, tal como se encuentra registrado en el libro de Doctrina y Convenios.

D. y C. 13, el Sacerdocio Aarónico: Desde jovencitos o adultos bautizados, toman el compromiso de ayudar, enseñar, orar y servir a las familias del barrio. Además de administrar la Santa Cena y efectuar bautismos. A cambio, reciben la promesa de ser ministrados por ángeles a medida que se esfuerzan y actúan.

D. y C. 84, el Sacerdocio de Melquisedec: Reciben las llaves del conocimiento de Dios y la autoridad para administrar todas las ordenanzas, incluso las más elevadas.

Las hermanas también son bendecidas con este mismo poder y estas promesas para sus familias al participar en la obra del Padre. A través de los convenios en el templo, ellas son investidas con este poder.

Investidura en el templo: Recibimos cinco convenios con promesas de conocimiento por revelación. También recibimos protección y fortaleza al esforzamos por cumplirlos.

Nuevo y sempiterno convenio del matrimonio: Este es el convenio más elevado, que nos ofrece promesas del Padre, incluyendo la posibilidad de tener familias eternas.

Testifico que los cielos están abiertos. Al unirse a Jesucristo por convenio, recibirá Su guía, poder divino y un vínculo que trasciende esta vida. ¡Elija las cosas que nunca perecen!
En el nombre de Jesucristo. Amén.

Notas

  1. Presidente Russell M. Nelson, “El templo y el cimiento espiritual de ustedes”, Liahona, noviembre de 2021.