Doctrina y Convenios 2021
19 – 25 abril. Doctrina y Convenios 41–44: “Mi ley, para gobernar mi iglesia”


“19 – 25 abril. Doctrina y Convenios 41–44: ‘Mi ley, para gobernar mi iglesia’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)

“19 – 25 abril. Doctrina y Convenios 41–44”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical

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Jesucristo

19 – 25 abril

Doctrina y Convenios 41–44

“Mi ley, para gobernar mi iglesia”

No será posible analizar durante la clase cada uno de los principios que se enseñan en Doctrina y Convenios 41–44. Procure inspiración que le ayude a seleccionar los principios que sean más relevantes para la clase.

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Invitar a compartir

Cuando se publicaron las revelaciones de la sección 42, José Smith escribió que los santos las “recibieron con alegría” (“Letter to Martin Harris”, Feb. 22, 1831, josephsmithpapers.org). Anime a los miembros de la clase a que compartan algo de su estudio personal o familiar de esta semana que hayan recibido con alegría.

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Enseñar la doctrina

Doctrina y Convenios 41–42

Las leyes de Dios gobiernan Su Iglesia y pueden gobernar nuestra vida.

  • En Doctrina y Convenios 41 el Señor les ayudó a los santos a prepararse para recibir Su ley, la cual Él revelaría unos días después (véase la sección 42). ¿De qué manera podría haber ayudado la revelación de la sección 41 a preparar a los santos para que recibieran la ley de Dios? A fin de ayudar a los miembros de la clase a contestar esta pregunta, podría invitarlos a que lean Doctrina y Convenios 41:1–6 y encuentren principios que puedan ayudarnos a recibir la ley de Dios. ¿Cómo podemos aplicar esos principios cada vez que tenemos oportunidades de recibir instrucción del Señor?

  • En la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar se sugiere que se divida la sección 42 en cinco grupos de versículos, en cada uno de los cuales se presenta un principio importante del Evangelio. Esos grupos podrían facilitarle la tarea de analizar esa sección como clase. Por ejemplo, podría escribir las referencias en la pizarra e invitar a cada miembro de la clase a que seleccione un grupo. Pida a los miembros de la clase que lean sus versículos y que busquen algo que crean que sea importante para nosotros en el presente. Después ellos podrían dar ejemplos de su propia vida que ilustren la forma en que somos bendecidos al gobernar nuestra vida conforme a esas leyes.

Doctrina y Convenios 41:9–11

El Señor pide a Sus siervos que se sacrifiquen.

  • A Edward Partridge, quien fue el primer obispo de la Iglesia restaurada, se le mandó que dejara su profesión y “dedicar[a] todo su tiempo” a servir en su llamamiento. A pesar de que eso no se nos pida a nosotros, ¿qué encontramos en esos versículos que podríamos aplicar en nuestro servicio a Dios? (Para obtener más información sobre Edward Partridge, véase “Un ‘obispo de mi iglesia’”, Revelaciones en contexto, págs. 82–88).

Doctrina y Convenios 42:61, 65–68; 43:1–7.

La revelación trae paz, gozo y vida eterna.

  • Al igual que los primeros líderes de la Iglesia, los miembros de la clase podrían tener preguntas que parecieran ser “misterios” porque requieren la guía del Señor. Podría animarlos a que escriban una pregunta que tengan o un problema para el cual necesiten recibir revelación personal. ¿Qué encontramos en Doctrina y Convenios 42:61, 65–68 que pudiera ayudarnos a medida que procuramos recibir revelación?

  • Para ayudar a los miembros a comprender la forma en que Dios brinda revelación para guiar a Su Iglesia, podría invitarlos a leer Doctrina y Convenios 43:1–7. También podrían ver el video “Los profetas y la revelación - Escuchar Su voz” (ChurchofJesusChrist.org).

Doctrina y Convenios 43:8–10

Nos reunimos para “instruir[nos] y edificar[nos] unos a otros”.

  • ¿Cómo podríamos hacer uso de Doctrina y Convenios 43:8–10 para enseñarle a alguien que sienta que no es necesario asistir a las reuniones de la Iglesia? La lista que se encuentra en “Recursos adicionales” podría ayudar a centrar el análisis en los propósitos divinos de los cuórums del sacerdocio y la Sociedad de Socorro (la lista también se aplica a las clases de las Mujeres Jóvenes). Los miembros de la clase podrían hablar de la forma en que su participación en los cuórums, la Sociedad de Socorro y las clases de la Iglesia los ha bendecido. ¿Qué implican los versículos 8–10 en cuanto a lo que debemos hacer para prepararnos y participar en nuestras reuniones?

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    Clase para jóvenes de la Escuela Dominical

    Las reuniones de la Iglesia brindan un modo para que nos “instru[yamos] y edifi[quemos] unos a otros”.

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Recursos adicionales

Por qué estamos organizados en cuórums y en sociedades de socorro.

La hermana Julie B. Beck, ex presidenta general de la Sociedad de Socorro, explicó el motivo por el cual Dios nos ha organizado en cuórums del sacerdocio y en sociedades de socorro:

  1. “Para organizarnos bajo la dirección del sacerdocio y de acuerdo con el modelo de este”.

  2. Para centrar a los hijos e hijas del Padre Celestial en la obra de salvación y para que participen en ella. Los cuórums y las sociedades de socorro son un grupo de discípulos organizados con la responsabilidad de ayudar en la obra de nuestro Padre para llevar a cabo la vida eterna de Sus hijos”.

  3. Para ayudar a los obispos a dirigir con sabiduría el almacén del Señor. El almacén del Señor incluye ‘tiempo, talentos, compasión, materiales y medios económicos’ de los miembros de la Iglesia [Manual 2: Administración de la Iglesia6.1.3, ChurchofJesusChrist.org]. Los talentos de los santos deben utilizarse para cuidar a los pobres y necesitados, y para edificar el reino del Señor”.

  4. “Para proporcionar una defensa y un refugio para los hijos del Padre Celestial y sus familias en los últimos días”.

  5. “Para fortalecernos y apoyarnos en nuestras responsabilidades dentro de la familia y como hijos e hijas de Dios” (“Why We Are Organized into Quorums and Relief Societies” discurso pronunciado en un devocional de la Universidad Brigham Young, 17 de enero de 2012, speeches.byu.edu).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Invite. “… en vez de extender siempre invitaciones para hacer algo específico, podría invitar a los alumnos a pensar en maneras personales de aplicar lo que hayan aprendido” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 35).

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