2 – 8 agosto

Doctrina y Convenios 85–87

“Permaneced en lugares santos”

No se sienta presionado a abarcar cada versículo —ni tampoco cada sección— de Doctrina y Convenios en la Escuela Dominical. Deje que el Espíritu le guíe y sea receptivo a lo que los miembros de la clase consideren relevante para sus vidas.

Anotar sus impresiones

Invitar a compartir

Los miembros de la clase podrían buscar en Doctrina y Convenios 85–87 alguna palabra o frase que les parezca importante a ellos (tal vez alguna que hayan marcado en sus Escrituras). Pídales que escriban esas palabras o frases en la pizarra, y escojan algunas para hablar sobre ellas.

Enseñar la doctrina

Doctrina y Convenios 85:6

El Espíritu habla con una “voz suave y apacible”.

• En Doctrina y Convenios 85:6, el profeta José Smith utilizó un lenguaje descriptivo para referirse a cómo le había hablado el Espíritu. ¿Qué aprendemos sobre el Espíritu Santo en esa descripción? Podría pedir a los miembros de la clase que piensen en ocasiones en las que el Espíritu les haya hablado. ¿Cómo describirían su experiencia? Pueden hallar más descripciones en pasajes de las Escrituras como estos: Lucas 24:32; Mosíah 5:2; Alma 32:28; Helamán 5:30; Doctrina y Convenios 6:22–23; 11:12–13.

• ¿Se le ocurre alguna lección práctica o demostración que pueda ilustrar los susurros suaves y apacibles del Espíritu? Tal vez podría pedir que alguien toque música sagrada suavemente mientras los miembros de la clase entran en la sala. Los integrantes de la clase podrían hablar sobre la forma en que los hizo sentir la música y sobre lo difícil que sería escucharla si hubiera ruidos que distrajeran. Aquello puede conducir a un análisis acerca las distracciones de nuestra vida que nos impidan escuchar la voz suave y apacible. Los de la clase podrían compartir lo que hacen para aumentar su sensibilidad al Espíritu. Hay algunos consejos en “Recursos adicionales”.

Doctrina y Convenios 86:1–7

Se recoge a los justos en los últimos días.

• La siguiente actividad podría ayudar a los miembros de la clase a entender el simbolismo de la parábola del trigo y la cizaña: Escriba frases simbólicas de la parábola (por ejemplo, “sembradores de la semilla”, “la cizaña ahoga el trigo”, “la hierba está brotando”, y “recoger el trigo” [versículos 2–4, 7]), así como las posibles interpretaciones (por ejemplo, “los Apóstoles”, “la Apostasía”, “la Restauración” y “la obra misional”) en trozos de papel separados, y colóquelos en la pizarra. Luego, los miembros de la clase podrían colaborar entre sí para unir los símbolos con los significados, valiéndose de lo que aprenden en Doctrina y Convenios 86:1–7 (también podrían leer Mateo 13:37–43). ¿Por qué es relevante que el Señor dirija esta revelación “a vosotros mis siervos”? (versículo 1). ¿Qué mensajes hallamos en cuanto a nuestro servicio al Señor? (véase también el versículo 11).

Doctrina y Convenios 87:2, 6, 8

La paz se encuentra en “lugares santos”.

El templo es un lugar santo donde podemos sentir el amor de Dios.

• Para ayudar a los miembros de la clase a comprender la necesidad de “permanece[r] en lugares santos”, puede comenzar por invitarlos a mencionar algunos de los desafíos que afrontamos en los últimos días. Pueden encontrar algunos ejemplos en Doctrina y Convenios 87:2, 6. A continuación, podrían tratar la forma en que la invitación del Señor del versículo 8 puede ayudar frente a esos problemas. Las siguientes preguntas pueden resultar útiles:

  ¿Qué resulta significativo en cuanto a la palabra “permanecer” en ese versículo?

  ¿Qué es lo que convierte a un lugar en santo?

  ¿Qué podría “mover” a alguien de un lugar santo?

  ¿Cómo podemos asegurarnos de no ser movidos?

• Quizá los miembros de la clase estén dispuestos a compartir entre ellos algunos ejemplos de “lugares santos” y de lo que los hace santos (usted puede señalar que un lugar santo puede ser más que solo una ubicación geográfica). El video “Permaneced en lugares santos” (ChurchofJesusChrist.org) puede aportar ideas adicionales. Conforme hablen al respecto, ínstelos a mencionar por qué tales lugares son santos para ellos. ¿Cómo nos ayudan esos lugares santos a hallar paz en medio de los peligros de los últimos días?

Recursos adicionales

Busque “un momento tranquilo y de quietud todos los días”.

La hermana Vicki F. Matsumori, quien fuera consejera de la Presidencia General de la Primaria, brindó este consejo: “Puesto que al Espíritu con frecuencia se lo describe como una voz apacible y delicada […], es importante que tengamos momentos de quietud en nuestra vida. El Señor nos ha aconsejado: ‘Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios’ [Salmos 46:10]. Si proporcionamos un momento tranquilo y de quietud todos los días en los que no estamos siendo bombardeados por la televisión, la computadora, los videojuegos, o los aparatos electrónicos personales, permitimos a esa voz apacible y delicada la oportunidad de brindarnos revelación personal y de susurrarnos dulce guía, tranquilidad, y consuelo” (“Ayudar a los demás a reconocer los susurros del Espíritu”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 11).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Prepárese con las personas en mente. “Al prepararse, procure que la comprensión que tiene de las personas a las que enseña [lo] guíe […]. Los maestros que se parecen a Cristo no están dedicados a un estilo o método en particular, sino que están dedicados a ayudar a las personas a edificar la fe en Jesucristo” (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 7).