¿Cómo puedo ayudar a los miembros de la clase a sentirse incluidos?

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“El amor fue lo que motivó todo lo que hizo el Salvador durante Su ministerio terrenal; el amor por Su Padre y el amor por todos nosotros. Por medio del poder del Espíritu Santo, podemos ser llenos de ese mismo amor si nos esforzamos por ser verdaderos seguidores de Cristo (véanse Juan 13:34–35; Moroni 7:48; 8:26). Si sentimos amor como el de Cristo en nuestro corazón, buscaremos todas las maneras posibles de ayudar a otras personas a aprender sobre Cristo y a venir a Él. El amor será la razón por la que enseñemos y la motivación para hacerlo” (Enseñar a la manera del Salvador, lección 1).

A las personas que tengan alguna discapacidad se les debe dar la oportunidad de aprender, enseñar y prestar servicio a la medida de su capacidad. Como maestro, es importante que usted establezca un ambiente de amor e inclusión. Procure entender a quienes enseña, así como sus necesidades personales. El presidente M. Russell Ballard aconsejó: “Quisiera instar a cada miembro de la Iglesia, cuando presten servicio como maestros, a que recuerden que toda alma humana es preciosa para el Padre Celestial, ya que todos somos Sus hijos. Los hijos de Dios tienen derecho a que se les enseñen las verdades del Evangelio con términos claros y comprensibles a fin de que el Espíritu pueda confirmarles las verdades del Evangelio”.

Es posible que las personas que tengan alguna discapacidad requieran adaptaciones en el salón de clases a fin de ayudarles a aprender y a sentirse incluidos. Hable con las personas en cuanto a las adaptaciones que pudieran necesitar para participar plenamente en el aprendizaje del Evangelio. Cuando enseñe a niños o a jóvenes, quizá sería bueno consultar con uno de sus padres, tutores o cuidadores sobre las adaptaciones que pudieran necesitar. Haciendo adaptaciones sencillas en el salón de clases, usted puede promover el aprendizaje para todos. A continuación figuran algunos ejemplos de adaptaciones sencillas:

• Poner la función de subtítulos cuando se muestren videos.

• Conceder tiempo adicional para responder las preguntas.

• Permitir que los alumnos trabajen en grupos pequeños.

• Tener materiales de letra grande disponibles para que los alumnos lean.

• Utilizar una diversidad de maneras para presentar las lecciones, entre ellas láminas, objetos, fotos y videos.

• Para los alumnos que no hablan, ofrézcales elegir entre dos artículos para permitirles indicar una respuesta al señalar o al mirar uno de ellos.

• Divida las asignaciones o peticiones en pequeños pasos. Por ejemplo, en lugar de pedir a alguien que se prepare para orar, podría dividir la tarea en pasos más pequeños, tales como cruzar los brazos, inclinar la cabeza y cerrar los ojos. Esté preparado para usar la repetición al enseñar.

• Utilice ideas para la enseñanza tales como dramatizaciones, cantar, lecciones prácticas y otras ayudas visuales a fin de ilustrar conceptos difíciles. Divida los conceptos difíciles en partes más sencillas.

• Con espíritu de oración, busque oportunidades para que los miembros con discapacidad participen en la lección. Por ejemplo, elegir la música, leer un pasaje de las Escrituras, sostener una lámina, compartir el testimonio y responder preguntas.

Estrategias didácticas para niños con discapacidades

Recursos útiles

Enseñar el Evangelio a la manera del Salvador.

“La enseñanza a niños con discapacidades”, Bosquejo del Tiempo para compartir 2018: Soy un hijo de Dios, pág. 29.