Oliver Cowdery quedó impresionado por la capacidad de José Smith de traducir el Libro de Mormón. Quería que Dios le diera a él el mismo don. El Señor prometió a Oliver Cowdery que le daría el don de traducir de acuerdo con su fe. En ese contexto, Jesucristo enseñó a Oliver muchos principios importantes sobre la revelación. Esta lección puede ayudar a los alumnos a aumentar su capacidad para reconocer la forma en que Dios les habla por medio del Espíritu Santo.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Preguntas sobre la revelación
Dios desea hablarnos y lo hace de diferentes maneras. Por medio del Espíritu Santo, Dios procura “ayudarnos en nuestras necesidades, responsabilidades y preguntas específicas y personales, así como ayudarnos a fortalecer nuestro testimonio” (Temas y Preguntas, “Revelación” topics.ChurchofJesusChrist.org).
¿Cuáles son algunas de las preguntas que tú u otras personas que conoces tienen en cuanto a reconocer la revelación proveniente de Dios?
¿Por qué puede ser difícil reconocer los momentos y las maneras en que Dios se comunica con nosotros?
¿Por qué crees que sería importante mejorar nuestra capacidad para reconocer y obedecer la revelación proveniente de Dios?
El Señor enseña a Oliver Cowdery sobre la revelación
Mientras servía como escribiente, Oliver Cowdery pudo ser testigo de que el Señor había dado a José Smith el poder para traducir el Libro de Mormón. Oliver también quería traducir. El Señor accedió a darle la oportunidad (véase Doctrina y Convenios 6:25). Para ayudar a Oliver a tener éxito, el Señor enseñó principios importantes sobre cómo recibir revelación.
Lee Doctrina y Convenios 8:1–3 para averiguar lo que el Señor quería que Oliver Cowdery supiera en cuanto a cómo recibir revelación.
¿Qué aprendiste de esos versículos acerca de cómo el Señor puede hablarnos por medio del Espíritu Santo?
Basándote en tu estudio y experiencia personales, ¿cuáles son algunas de las maneras en que el Señor nos habla a la mente? ¿Cómo se comunica Él a nuestro corazón?
El élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió algunas de las maneras en que Dios nos habla a la mente y al corazón por medio del Espíritu Santo:
Testifico que el Señor, por medio del Espíritu Santo, puede hablar a tu mente y a tu corazón. A veces, las impresiones son solo sentimientos generales, mientras que otras, la dirección se recibe tan clara y nítida que se puede escribir como un dictado espiritual (Richard G. Scott, “Cómo obtener guía espiritual”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 9).
Después de que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para estudiar, podría invitarlos a agregar lo que aprendieron a la lista de la pizarra.
Preguntas como las siguientes podrían ayudar a los alumnos a analizar lo que aprendieron y permitir que el Espíritu Santo testifique a la clase.
¿Qué aprendiste acerca de las diferentes maneras en que Dios se comunica con nosotros por medio del Espíritu Santo?
Estas enseñanzas ¿qué te ayudan a entender acerca del carácter y los deseos del Padre Celestial y de Jesucristo?
¿Qué experiencias has tenido que te permiten comprender cómo se comunica el Espíritu Santo?
Recuerde a los alumnos las preguntas que hicieron al comienzo de la clase. Invite a los alumnos a compartir lo que aprendieron que haya ayudado a responder cualquiera de esas preguntas. Termine la clase con una invitación a que los alumnos traten de reconocer cómo el Señor les habla al corazón y a la mente de una o más formas de las muchas sobre las que han aprendido. Ayude a los alumnos a entender que reconocer la revelación del Señor requerirá un esfuerzo continuo a lo largo de su vida.
Memorizar
También podría ayudar a los alumnos a memorizar la referencia y la frase clave del pasaje de Doctrina y Convenios 8:2–3 y repasarlas en lecciones futuras. La frase clave del pasaje es: “Hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo”. Las ideas para las actividades de memorización se encuentran en los materiales del apéndice bajo el título “Actividades de repaso del Dominio de la doctrina”.