“Doctrina y Convenios 30–36, Parte 1: ‘Proclamar mi Evangelio’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario , 2025
“Doctrina y Convenios 30–36, Parte 1”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Tan solo unos meses después de que la Iglesia se organizara oficialmente, el Salvador indicó a varios miembros nuevos que sirvieran en misiones. A pesar de su reciente aceptación y comprensión limitada del Evangelio restaurado, el Señor llamó a estos hombres a proclamar Su Evangelio con la “voz de trompeta” (Doctrina y Convenios 30:9 ). Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender algunas razones por las que el Salvador nos manda predicar Su Evangelio.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Esta es la primera de dos lecciones que tratan Doctrina y Convenios 30–36 . La parte 1 se centrará en las razones por las que el Señor desea que compartamos Su Evangelio y la parte 2, en la ayuda que Él nos proporciona, y en cómo podemos predicar a los demás. Si el tiempo de clase es limitado y solo puede enseñar una lección sobre Doctrina y Convenios 30–36 , piense en cómo podría combinar las dos lecciones de forma eficaz.
Nuestro deber de predicar el Evangelio
Considere comenzar la clase mostrando un llamamiento misional reciente y leyéndolo en voz alta. Invite a los alumnos a compartir sus sentimientos sobre lo que los emociona y lo que quizás les preocupa cuando piensan en servir en una misión.
El presidente Russell M. Nelson compartió el consejo siguiente relacionado con el servicio misional de tiempo completo:
5:34
Hoy reafirmo enfáticamente que el Señor ha pedido a cada hombre joven digno y capaz que se prepare para la misión y sirva en ella. Para los hombres jóvenes Santos de los Últimos Días, el servicio misional es una responsabilidad del sacerdocio […].
Para ustedes, capaces y jóvenes hermanas, la misión también es una oportunidad poderosa, aunque opcional . Amamos a las hermanas misioneras y las acogemos de todo corazón; ¡lo que ustedes aportan a esta obra es magnífico! Oren para saber si el Señor desea que sirvan en una misión y el Espíritu Santo les responderá al corazón y a la mente.
Queridos jóvenes amigos, cada uno de ustedes es crucial para el Señor. Él los ha reservado hasta ahora para ayudar a recoger a Israel. La decisión que tomen de servir en una misión, ya sea de proselitismo o de servicio, los bendecirá a ustedes y a muchos más […].
Todos los misioneros enseñan y testifican del Salvador. La oscuridad espiritual en el mundo hace que la luz de Jesucristo sea más necesaria que nunca. Todos merecen la oportunidad de saber en cuanto al evangelio restaurado de Jesucristo. Cada persona merece saber dónde puede hallar la esperanza y la paz que “sobrepasa todo entendimiento” [Filipenses 4:7 ] (Russell M. Nelson, “Predicar el Evangelio de paz ”, Liahona , mayo de 2022, págs. 6–7).
Explique que predicar el Evangelio del Salvador no solo es un deber de los misioneros de tiempo completo, sino también una responsabilidad que comparten todos los miembros de la Iglesia. Diga a los alumnos que la lección de hoy se centrará en las enseñanzas del Señor acerca de las razones por las que debemos compartir Su Evangelio. Considere compartir las invitaciones siguientes a fin de ayudar a los alumnos a prepararse para estudiar esta lección.
Medita sobre lo que ya sabes acerca de las razones por las que el Señor espera que Sus seguidores prediquen el Evangelio, ya sea como misioneros de tiempo completo o en las interacciones cotidianas. Podrías escribir estas razones en tu diario de estudio. A medida que estudies hoy, busca enseñanzas que te ayuden a comprender mejor por qué el Señor desea tanto que Sus seguidores compartan Su Evangelio.
“Comenzarás desde ahora a predicar”
Antes de la clase, muestre los nombres siguientes en la pizarra o en las paredes del salón: Peter Whitmer, hijo; John Whitmer, Thomas B. Marsh, Parley P. Pratt, Ziba Peterson, Ezra Thayer, Northrop Sweet, Orson Pratt, Sidney Rigdon y Edward Partridge. Pregunte a los alumnos si reconocen alguno de los nombres. Explique que todos estos hombres fueron llamados por el Señor para servir en misiones y predicar el Evangelio poco después de la organización de la Iglesia. Señale que algunos de ellos se bautizaron menos de un mes antes de que recibieran sus llamamientos.
La siguiente actividad de estudio puede ayudar a los alumnos a comprender algunas de las razones por las que el Salvador nos pide que prediquemos Su Evangelio. Podría organizar a los alumnos en grupos y entregar a cada uno de ellos el volante correspondiente. A cada grupo se le podría asignar uno de los pasajes de las Escrituras para estudiar.
Estudia el consejo del Salvador a las personas que se mencionan a continuación y analiza las preguntas siguientes.
Doctrina y Convenios 31:1–5 (Thomas B. Marsh)
¿Cuáles son algunas verdades de estos versículos que podrían ayudarte a comprender por qué el Salvador nos pide que compartamos Su Evangelio?
¿Por qué crees que Jesucristo se refirió a Su Evangelio como “buenas nuevas de gran gozo”? (versículo 3 ). ¿De qué manera te brinda gozo el Evangelio del Salvador?
Doctrina y Convenios 33:1–7, 10–12 (Ezra Thayer y Northrop Sweet)
¿Cuáles son algunas verdades de estos versículos que podrían ayudarte a comprender por qué el Salvador nos pide que compartamos Su Evangelio?
¿Por qué querría el Señor que Su Evangelio se declarara a gran voz como “el son de trompeta”? (versículo 2 ).
Doctrina y Convenios 34:1–7 (Orson Pratt)
¿Cuáles son algunas verdades de estos versículos que podrían ayudarte a comprender por qué el Salvador nos pide que compartamos Su Evangelio?
¿Por qué crees que somos “más benditos” (versículo 5 ) por ser llamados a predicar el Evangelio del Salvador que por simplemente creer en él?
Doctrina y Convenios 35:1–3, 6–8, 12–13 (Sidney Rigdon)
¿Cuáles son algunas verdades de estos versículos que podrían ayudarte a comprender por qué el Salvador nos pide que compartamos Su Evangelio?
¿Por qué crees que el Señor llama a personas “indoct[a]s” e inexpertas a declarar Su Evangelio a “las naciones” de la tierra? (versículo 13 ).
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Después de que los alumnos hayan estudiado y analizado estos versículos, invítelos a compartir lo que aprendieron. Una manera de hacerlo podría ser escribir la frase siguiente en el centro de la pizarra: Razones por las que el Salvador desea que compartamos Su Evangelio . Luego, varios alumnos podrían acercarse a la pizarra y escribir ideas que aprendieron de su estudio. Anime a los alumnos a pensar en tantas razones como puedan. Estos son algunos ejemplos de respuestas que podrían compartir:
Después de que los alumnos expresen las verdades que aprendieron, considere hacer algunas preguntas como las siguientes:
¿De qué manera el conocer estas verdades nos inspira a compartir el Evangelio del Salvador con los demás, ya sea como misioneros de tiempo completo o en nuestras interacciones diarias?
¿Cuáles son algunas de las razones más importantes para compartir el Evangelio del Salvador?
Testifique de las verdades que han analizado durante el día de hoy. Anime a los alumnos a actuar de acuerdo con las impresiones que recibieron. Invítelos a considerar con espíritu de oración cómo seguir el consejo del presidente Nelson sobre el servicio misional de tiempo completo.
La palabra trillar se refiere a la práctica de trillar grano. Trillar es el proceso que separa el grano de su tallo y su cáscara. El grano se guarda, y el tallo y la cáscara se desechan. Por lo tanto, “trillar a las naciones” se refiere a la obra de predicar el Evangelio para que los hijos de Dios puedan ser reunidos y separados del mundo.
El presidente Russell M. Nelson declaró lo siguiente:
Nuestro llamamiento como Israel del convenio es asegurarnos de que cada miembro de la Iglesia se dé cuenta del gozo y de los privilegios relacionados con hacer convenios con Dios. Es un llamado a alentar a todo hombre y mujer, niño y niña que guarda los convenios a compartir el Evangelio con aquellos que se encuentran dentro de su esfera de influencia. También es un llamado a apoyar y alentar a nuestros misioneros, quienes son enviados con instrucciones de bautizar y ayudar a recoger a Israel, a fin de que juntos seamos el pueblo de Dios y Él sea nuestro Dios (véase Doctrina y Convenios 42:9 ) (Russell M. Nelson, “El convenio sempiterno ”, Liahona , octubre de 2022, pág. 10).
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:
Me gusta referirme a las labores misionales como “compartir el Evangelio”. La palabra compartir afirma que tenemos algo extremadamente valioso y deseamos darlo a los demás para su beneficio y bendición […].
El Señor ama a todos Sus hijos y desea que todos tengan la plenitud de Su verdad y la abundancia de Sus bendiciones (Dallin H. Oaks, “Compartir el Evangelio ”, Liahona , enero de 2002, págs. 8, 9).
El élder Denelson Silva, de los Setenta, enseñó lo siguiente:
11:26
A todos aquellos que decidan servir al Señor, les prometo que los veinticuatro o dieciocho meses de servicio transcurrirán en el campo misional igual que si se hubieran quedado en casa, pero las oportunidades que esperan en el campo misional a los hombres y a las mujeres jóvenes dignos de esta Iglesia son únicas. El privilegio de representar al Salvador Jesucristo y a Su Iglesia no puede ser ignorado. Participar en innumerables oraciones, desarrollar y compartir su testimonio varias veces al día, estudiar las Escrituras durante muchas horas o conocer a personas a las que no habrían conocido si se hubieran quedado en casa son experiencias indescriptibles. Ese mismo nivel de experiencia se reserva para aquellos jóvenes a quienes el Señor llama a servir en misiones de servicio. Ustedes están más que invitados y son necesarios. Por favor, no minimicen la importancia de una misión de servicio, porque las misiones de servicio también aportan experiencias indescriptibles (Denelson Silva, “Valentía para proclamar la verdad ”, Liahona , noviembre de 2022, pág. 71).
Podría invitar a los alumnos a pensar en cosas mundanas que pueden distraernos del enfoque en las cosas espirituales. Tal vez les interese saber que el Señor reprendió a David Whitmer por dar más prioridad a las cosas mundanas que a Él y el ministerio al que fue llamado. Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 30:1–4 y buscar el consejo del Señor a David. Considere hacer algunas preguntas como las siguientes:
¿De qué manera, a veces, al igual que David Whitmer, ponemos nuestra mente más en las cosas de la tierra que en las cosas de Dios?
Cuando nos sentimos tentados a olvidar al Señor y centrarnos en las cosas mundanas, ¿cómo podemos prestar mejor “atención [al] Espíritu” y confiar en el Salvador para recibir fortaleza?
Los alumnos pueden disfrutar de aprender del consejo que el Salvador dio a Thomas B. Marsh en Doctrina y Convenios 31:10–13 . Anime a los alumnos a marcar la palabra médico en el versículo 10 y pídales que expliquen la función principal de un médico. Invítelos a correlacionar el versículo 10 con Mateo 9:12 , donde el Salvador se refirió a Sí mismo como médico. Considere hacer preguntas como las siguientes:
¿Por qué “el Gran Médico” es un título apropiado para el Señor Jesucristo?
¿Cómo ha sido Él un médico para ti o para alguien a quien amas?
¿Cuáles son algunas de las maneras en que podrías ser como un “médico” para los miembros de tu barrio o rama, tal como se aconsejó a Thomas B. Marsh?